Las plantas medicinales son recursos naturales que, por su comprobado poder curativo y bajo costo, no deben faltar en casa para aliviar todo tipo de males menores, como los dolores abdominales y resfríos.
De acuerdo con la Dirección de Medicina Complementaria del Seguro Social de Salud (EsSalud), las plantas medicinales, utilizadas en infusiones y cataplasmas logran un efecto positivo frente a síntomas de enfermedades respiratorias y digestivas, sin originar reacciones adversas, cuando son empleadas adecuadamente.
A continuación, conoce diez plantas medicinales que no deben faltar en tu hogar para cuidar tu salud.
Eucalipto
Esta planta estimula el buen funcionamiento del sistema inmune y es usada como antiséptico y desinfectante ante procesos virales y bacterianas, por lo que es muy recomendada para aliviar resfriados y otras afecciones respiratorias.
Además, ayuda a descongestionar los pulmones por sus propiedades expectorantes, calmantes y antiinflamatorias, debido principalmente al eucaliptol, uno de sus aceites esenciales.
Esta planta se usa en inhalaciones, en infusión para consumirlo por vía oral o en frotación para pecho y espalda. Sin embargo, se recomienda no ser utilizada en pacientes con asma.
Para inhalaciones, coloca en agua hirviendo un puñado de hojas de eucalipto, retira del fuego y cubre tu cabeza con una toalla y respira el vapor. Como infusión, coloca una cucharada de hojas de eucalipto en 1 taza de agua hirviendo, tápalo y déjalo reposar durante 5 minutos
Chupasangre
La planta chupasangre sirve como cataplasma, remedio tradicional para tratar hematomas y golpes. Para obtener sus beneficios, se debe moler hasta formar una pasta y luego aplicarla externamente sobre la zona afectada, generalmente envuelta en un paño o gasa. El objetivo es reducir la inflamación, mejorar la circulación sanguínea y acelerar la curación de las áreas donde hay moretones o traumatismos.
Hierbabuena
La hierbabuena o menta verde, conocida científicamente como Mentha Spicata, además de tener muchos usos en la preparación de platos gastronómicos, también es utilizada para aliviar diversas afecciones del organismo.
Esta hierba tiene propiedades que favorecen la digestión y ayuda con la expulsión de parásitos. También es reconocida por poseer efectos calmantes, antiespasmódicos y expectorantes. Para obtener sus beneficios, puedes masticar las hojas después de lavarlas o tomarlas en infusión.
Kion
El kion, también conocido como jengibre, es una planta herbácea de tallo subterráneo originaria del sudeste asiático, conocida por sus propiedades antivirales que ayudan a aliviar los síntomas de la gripe y los resfriados.
Además de ser un excelente aperitivo, ya que estimula el apetito, el kion es útil para calmar las náuseas, aliviar el estreñimiento y combatir las flatulencias.
Para reducir los gases, corta el kion en pequeños trozos, hiérvelos y bebe el agua resultante. También puedes preparar infusiones con miel y jugo de limón, lo que ayuda a desinflamar y descongestionar las vías respiratorias.
Este ingrediente puede consumirse fresco o cocido en platos dulces y salados, y se encuentra disponible en formatos deshidratados, en polvo, jugo o tintura. Es una especie de uso seguro para la mayoría de las personas y no se conocen efectos secundarios o perjudiciales de su consumo.
Llantén
Entre sus principales beneficios, el llantén se usa para tratar heridas, quemaduras y picaduras, acelerando la cicatrización y reduciendo la inflamación. También se emplea en infusiones para aliviar problemas respiratorios como la tos y el asma, así como afecciones digestivas, debido a su capacidad para calmar irritaciones internas. Es una planta segura para el uso externo y el consumo en forma de té o cataplasmas.
También ayuda a combatir la conjuntivitis viral. Solo debes aplicar durante 10 minutos en el ojo afectado (con párpados cerrados), paños fríos con infusión de llantén, tres veces por día y por un período de cinco días.
Manzanilla
Esta planta, que crece hasta 50 centímetros, tiene un tallo de pocas hojas y flores de colores blancas y amarillas. Posee propiedades antiespasmódicas, sedantes y se utiliza para aliviar casos de calambres de estómago, digestiones pesadas, espasmos gastrointestinales, colitis, inapetencia, fatiga general, menstruaciones dolorosas, neuralgia, asma, fiebres periódicas.
De igual forma, es un relajante suave que disminuye la ansiedad y tiene un ligero efecto antiinflamatorio debido a su riqueza en quercetina, apigenina y matricina, que ejercen un efecto importante como antioxidantes. Asimismo, la apigenina se puede unir a los receptores del ácido gamma-aminobutírico (GABA) y actuar de manera muy parecida a las benzodiazepinas.
Muña
La muña, cuyo nombre científico es Minthostachys mollis, crece de manera silvestre en las zonas alto andinas del Perú por arriba de los 1,500 metros sobre el nivel del mar. Es una planta aromática de hojas pequeñas y verdes que se ha convertido en un ingrediente apreciado en la medicina tradicional y la gastronomía andina.
Una de sus características más destacadas es el aroma, como ocurre con la menta o el cedrón. Está compuesta por aceites esenciales presentes en sus hojas y tallos, donde se concentra su poder curativo para calmar problemas digestivos; entre ellos la flatulencia, el dolor de estómago, la indigestión, la acidez estomacal y la halitosis.
Otros de los beneficios es la capacidad de aliviar algunas enfermedades respiratorias como el resfriado, la gripe, la tos, la bronquitis, la congestión nasal. Incluso se le adjudican poderes antiinflamatorios y antibacterianos.
Su consumo prolongado podría causar daño hepático, por lo que se aconseja no abusar en su ingesta. Se recomienda tomarla 2 a 3 días seguidos o máximo una semana y luego descansar 7 días para volverla a beber.
Orégano
El orégano, planta mediterránea aromática que fue introducida por los españoles, tiene tantos beneficios para la salud que nunca debe faltar en la cocina ya que facilita la digestión y calma los cólicos menstruales (dismenorrea).
Consumir té de orégano con moderación también ayuda a reducir las molestias estomacales que se producen tras las comidas como la acidez o el reflujo del esófago. Además, evita el estreñimiento.
Esta planta se puede dejar secar a temperatura ambiente para que dure más tiempo y no pierda sus propiedades.
Paico
Sus hojas, de sabor fuerte y aroma penetrante, se emplean principalmente para tratar problemas digestivos, como la indigestión, los cólicos, la diarrea y la eliminación de parásitos intestinales.
Además de sus efectos antiinflamatorios, antiparasitarios, digestivos y carminativos, el paico puede utilizarse en infusiones para desintoxicar el organismo y aliviar dolores musculares. Sin embargo, debe consumirse con precaución y en dosis moderadas.