El Hospital Nacional Dos de Mayo, uno de los más antiguos del Perú, se ha convertido en uno de los pioneros de la cirugía robótica en el país con más de 200 intervenciones de alta precisión realizadas hasta el momento y una ambiciosa meta de 500 operaciones al año, gracias a la incorporación del sistema quirúrgico Da Vinci Xi.
Esta avanzada tecnología permite ejecutar procedimientos complejos con una mínima invasión al cuerpo del paciente y una recuperación más rápida. El cirujano principal opera desde una consola equipada con mandos y pedales, manteniendo en todo momento la visión directa del campo quirúrgico, una experiencia que simula la interacción con un videojuego.
El equipo utilizado es el robot quirúrgico modelo Da Vinci Xi, con software actualizado y mantenimiento garantizado por cinco años. Este dispositivo permite movimientos de muñeca de hasta 540 grados -imposibles para la mano humana- y ofrece visión en 3D de la zona a operar, logrando intervenciones más precisas y seguras.

Donde la mano del cirujano no alcanza
Antes de operar al paciente con cáncer de colon de 67 años, el cirujano colorectal Ramón Silva Romero brindó detalles de cómo se aplica esta avanzada tecnología. “Primero garantizamos la posición cómoda del paciente, lo sujetamos cuidadosamente, diseñamos cada incisión y acoplamos el robot mediante puertos metálicos. Yo, como cirujano principal, opero a distancia desde una consola con palancas y pedales, sin perder visión directa del paciente”.
Silva explica que, con cada intervención, el equipo perfecciona la técnica y optimiza los tiempos quirúrgicos, logrando recuperaciones muy satisfactorias, especialmente en pacientes con cáncer colorectal, a quienes se prolonga su expectativa y calidad de vida.

“El robot no se cansa, no tiembla, elimina movimientos involuntarios y permite trabajar en espacios donde las manos no llegan, como la pelvis. Esto reduce lesiones, infecciones y acelera la recuperación”, destaca.
Ramón Silva anima a la población peruana a confiar en la preparación del equipo y en la tecnología disponible, destacando que los cirujanos están capacitados y comprometidos para ofrecer un tratamiento seguro y con calidez humana.
La anestesia es un pilar esencial en este tipo de cirugías. En ese sentido,
la anestesióloga Leonor Neira resalta que la
cirugía robótica implica posiciones quirúrgicas complejas que exigen un control riguroso de la presión arterial y la frecuencia cardiaca del paciente.
Sostiene que la anestesia moderna, combinada con la cirugía robótica, permite un despertar más rápido y una recuperación con menor dolor postoperatorio y menor sangrado. “Antes de la cirugía realizamos una evaluación detallada y luego damos seguimiento para asegurar la mejor recuperación. Además, la coordinación entre el anestesiólogo y el cirujano es vital para afrontar situaciones críticas y optimizar el resultado para el paciente”.
Preparar bien al paciente
Naida Ancco, enfermera especializada y certificada en cirugía robótica, señala que esta tecnología demanda una preparación muy específica del paciente y un monitoreo constante de su seguridad.
“La diferencia más importante con la cirugía convencional son los beneficios para el paciente. En la cirugía robótica, la preparación y la posición son fundamentales porque, una vez que el robot se acopla, el paciente ya no puede moverse. Por eso, protegemos la piel y vigilamos las zonas de presión junto al equipo de anestesiología y cirugía”.

Ancco detalla que el equipo de enfermería se organiza en tres funciones principales: una enfermera instrumentista asiste directamente al cirujano en el área estéril, mientras que las otras dos se encargan de la asistencia no estéril, supervisan constantemente al paciente, verifican la lista de cirugía segura y se ocupan de preparar todo el instrumental y el robot antes de cada intervención.
“Vemos cómo el paciente tiene una recuperación rápida y sin complicaciones mayores. Es gratificante ser parte de este avance, que antes parecía lejano y hoy es una realidad para la salud pública”.
Objetivo: convertirse en centro de formación nacional
El director general del Dos de Mayo revela que uno de los objetivos de su gestión al ser pioneros en la cirugía robótica. “Nuestra meta es ser un centro de formación nacional y replicar esta experiencia en otros hospitales del Perú. Invitamos a la población a confiar y perder el miedo porque la cirugía robótica garantiza oportunidad, calidad y seguridad sin ningún costo al tener la cobertura del SIS".
Adelanta que ya se gestiona la adquisición de un segundo robot quirúrgico para ampliar la cobertura de estas intervenciones de alta complejidad y precisión, asegurando que más peruanos tengan acceso a procedimientos con estándares de calidad comparables a los de hospitales de primer nivel.
Datos
El sistema quirúrgico da Vinci Xi se apoya en una gama de instrumentos y accesorios diseñados para maximizar la destreza y la precisión en procedimientos mínimamente invasivos. Cada instrumento está pensado para replicar movimientos naturales de la mano del cirujano, proporcionando un rango de maniobra amplio y controlado incluso en espacios anatómicos complejos.
Entre los componentes destacan los instrumentos EndoWrist, que incorporan articulaciones que imitan la flexibilidad de la muñeca humana, así como los instrumentos Single-Site, especialmente utilizados en procedimientos de incisión única como colecistectomías o histerectomías benignas. Estas herramientas incluyen pinzas, disectores, portagujas, tijeras y aspiradores/irrigadores que permiten una intervención menos invasiva y una recuperación más rápida para el paciente.
El correcto manejo, almacenaje y reprocesamiento de estos instrumentos es clave para garantizar su efectividad y la seguridad del paciente. Por ello, los centros quirúrgicos deben seguir estrictamente las instrucciones de uso, así como las normativas vigentes para la eliminación de componentes descartables.