A los 80 años, cuando la mayoría de personas descansa y reflexiona sobre la vida, don Silverio Matamoros es un ejemplo de emprendimiento y templanza. Él dirige un exitoso negocio de crianza de truchas de calidad en su natal Huancavelica. Conozcamos su ejemplar historia que nos relata el programa Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Don Silverio Matamoros de niño vivía junto al río Ichu en su natal Huancavelica y su sueño era tener una pequeña piscigranja, que construyó en su adultez pero el Fenómeno El Niño de 1997 lo arrasó. Ello no lo amilanó, en el 2000 al cumplir 60 años reemprendió, junto a su esposa Juana, una mejor piscigranja y ahora él a sus 80 años y ella con 79 son exitosos proveedores de truchas de calidad del distrito de Acoria.
Ambos alimentan y cuidan con mucha dedicación a las truchas en el anexo de Quishuar, y una vez conseguido el peso ideal ofrecen sus peces de alta calidad nutritiva a precios asequibles en el mercado y la feria del distrito de Acoria. Estos conocimientos fueron fortalecidos gracias al apoyo que recibieron de la iniciativa Saberes Productivos del programa Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Don Silverio y su esposa son usuarios de Pensión 65, que les permite acceder a servicios de salud del Sistema Integral de Salud (SIS), y a través de Saberes Productivos han transmitido a los jóvenes de Acoria sus conocimientos sobre la crianza y producción de truchas adquiridos a lo largo de su vida, lo que les ha permitido insertarse en la cadena productiva como reconocidos adultos mayores emprendedores.
“Al inicio no fue nada sencillo; siempre fracasaba en este proceso. Por ejemplo, en 1997 el aumento del caudal del río Ichu perjudicó las pozas donde criaba a las truchas. Decidí dejar dicha actividad para trabajar en la mina”, recuerda don Silverio.
Pero tres años después, en el 2000, retomó su sueño y construyó una piscigranja de piedra y cemento, con cerco de mallas y logró criar a sus alevinos. Ahora tiene truchas madres y alevinos criados en dos pozas artesanales que fabricó con su esposa, y en estos días de pandemia los distribuye con los protocolos de bioseguridad para evitar el contagio del covid-19.
“Don Silverio y su esposa son un claro ejemplo de lucha y perseverancia, la edad no es límite para cumplir sus sueños, y que el logro de una vejez digna, inclusiva y productiva son los objetivos de Pensión 65 que se encarnan en sus vidas”, dijo la titular del Midis, Patricia Donayre.
En la actualidad, más de 84,000 personas adultas mayores participan a escala nacional de Saberes Productivos, intervención del Midis que permite a las usuarias y usuarios del programa Pensión 65 transmitir sus saberes, y con ello, promover la revalorización de sus roles en sus comunidades, además de contribuir a mejorar su bienestar y a difundir nuestra riqueza milenaria.