Objetivo logrado: Alianza Lima empató este martes 1-1 con Deportes Iquique de Chile y aseguró, de esta manera, el boleto a la fase de grupos de la Copa Conmebol Libertadores.
Con este resultado, el cuadro blanquiazul confirma su buen momento futbolístico y continúa la racha que inició eliminando a Nacional de Paraguay, en la fase 1, y al histórico Boca Juniors de Argentina en la fase 2, en Buenos Aires.
Esta tarde, con el aliento de su público en la caldera de Matute, el gol de Alianza llegó en el minuto 42 del primer tiempo, tras una pelotera en el área chilena que logró capitalizar el delantero Kevin Quevedo por la banda izquierda.
Dentro del área visitante, el delantero victoriano tomó un rebote tras un tiro libre y amagó para quedar perfilado frente a la portería defendida por Leandro Requena. Quevedo cruzó el balón y marcó la diferencia.
Etapa de complemento
En el segundo tiempo, Alianza mantuvo el control del balón y basó su juego en las proyecciones en velocidad del ecuatoriano Eryc Castillo y los servicios largos para la participación de Paolo Guerrero, que reemplazó a Hernán Barcos debido a una lesión.
El partido llegaba a su fin con claro dominio victoriano, hasta que un recorte en falso de Renzo Garcés le pondría emoción a los últimos minutos en el estadio Alejandro Villanueva.
En un intento por rechazar el balón, el defensor aliancista prácticamente sirvió al chileno Misael Dávila, que acompañaba la jugada por el sector izquierdo y remató por encima del portero Guillermo Viscarra para anotar el 1-1.
Tensión en los minutos finales
Con el marcador igualado, los sureños se lanzaron al ataque, aunque sus pelotazos al área aliancista no tuvieron mayor efecto.
Castillo estuvo a punto de poner a los locales nuevamente en ventaja, con un disparo potente de media distancia que logró obstruir a medias el arquero Requena. La bola chocó en el palo antes de cruzar la valla hacia el sector derecho, donde Guerrero no pudo añadir.
El empate sirvió para clasificar a la fase de grupos, aunque dejó un sinsabor en la fanaticada íntima, que esperaba una goleada para echarse a celebrar.