Reserva Nacional de Paracas
A cuatro horas al sur de Lima por vía terrestre, se encuentra la Reserva Nacional de Paracas, donde se conservan y anidan numerosas especies de aves residentes y migratorias, tortugas marinas, lobos marinos y delfines.
Experimente el placer de caminar por la orilla de sus playas cubiertas con fina arena y sentir el sonido y la fuerza de los vientos Paracas. Este desierto, que aparenta quietud y calma, esconde vida que habita entre el mar y la arena, como las colonias de pingüinos, coloridas bandadas de parihuanas o flamencos, las bulliciosas gaviotas, entre otras especies.
Al igual que el Santuario Lagunas de Mejía, la
Reserva Nacional de Paracas es un
sitio Ramsar por ser un lugar clave de descanso y alimentación para especies migratorias. No deje de enriquecerse con esta experiencia ecológica degustando deliciosos platos marinos, como las emblemáticas conchas de abanico y el cebiche, cuyos ingredientes básicos se obtienen en la Reserva Nacional de Paracas: otra razón más para conservar su mar y desierto.
Parque Nacional Huascarán
Ubicado en la cordillera tropical más alta del mundo, la Cordillera Blanca, el Parque Nacional Huascarán sobresale por sus montañas nevadas y lagunas altoandinas, que lo posicionan como un atractivo internacional ideal para el turismo de aventura.
Debe su nombre al célebre nevado Huascarán, el más alto del Perú y el quinto más alto del hemisferio occidental, con una altura de 6,768 metros. El impresionante paisaje montañoso es el atractivo central del Parque, donde crece la imponente Puya Raimondi, descubierta y bautizada por el célebre botánico italiano Antonio Raimondi. Esta especie puede llegar a crecer hasta 12 metros de altura y produce racimos de hasta 8,000 flores y 6 millones de semillas por planta.
Y si de deportes se trata, se puede dar rienda suelta a la adrenalina visitando los circuitos de aventura más importantes: trekking, bicicleta de montaña, escalada en hielo y roca, práctica de esquí en Vallunaraju Rurec y Copa, la zona de recreación del nevado Pastoruri. De lo contrario, puede relajarse con un apacible paseo en bote en la Laguna Chinancocha (Quebrada de Llanganuco-Yungay) y en la Laguna Purhuay (Huari).
El Parque Nacional Huascarán fue declarado Reserva de Biósfera e incluido en la Lista de Patrimonio Natural de la Humanidad de la Unesco y Área Importante para la Conservación de Aves, reconocimiento otorgado por la BirdLife International y Conservation International.
Parque Nacional Tingo María
Ubicado a 12 horas desde Lima, esta área protegida alberga una hermosa cadena de montañas conocida como la Bella Durmiente, que asemeja la silueta de una joven doncella que descansa sobre la hierba.
Este impresionante destino nos invita a ingresar en su frondosa vegetación selvática con su complejo sistema de cavernas subterráneas, en que la más famosa es la Cueva de las Lechuzas, habitada mayormente por murciélagos y guácharos, uno de los mayores atractivos del Parque Nacional Tingo María.
En el recorrido podremos deslumbrarnos con las enigmáticas formaciones rocosas, grutas, galerías y los diversos arroyos de agua dulce en relajantes caminatas bajo un cielo tropical de color azul intenso y el cautivante verdor de los bosques amazónicos.
Santuario Histórico Bosque de Pómac
Se trata de un bosque seco biodiverso, cuna de historia preinca y naturaleza viva hasta nuestros tiempos. La cultura Sicán dejó en Pómac una huella imborrable de su riqueza cultural.
Esta área protegida alberga casi 6,000 hectáreas de bosques de algarrobo, especie endémica de la costa norte peruana. Durante el recorrido podemos conocer el lazo existente entre esta cultura y su entorno natural, dos elementos que se unen para crear un paisaje cultural único, que comprende, además, diversas especies de aves endémicas y la mayor cantidad de pirámides prehispánicas de Sudamérica.
Según la lengua muchik, Sicán significa “casa o templo de la luna” y fue una cultura de la costa norte del Perú, que se desarrolló entre el 900 y 1,100 d.C. cuya capital se estableció en la zona de Pómac.
Al ingresar a la zona arqueológica, se puede apreciar a más de veinte pirámides de adobe distribuidas en un área de 45 kilómetros cuadrados, así como las tumbas de la élite Sicán, la mayor parte de ellas enterradas al pie de las pirámides.
En el bosque es imperdible la visita al mirador Las Salinas, desde donde se tiene una vista panorámica del bosque seco, las pirámides e incluso el curso del río La Leche. También conocer la casa de Karl Weiss (pionero de la actividad apícola en la región), el algarrobo con más de 500 años de antigüedad y de forma caprichosa, al que los lugareños atribuyen milagros y leyendas. También puede apreciarse la huaca Las Ventanas, una pirámide trunca de adobe con más de 10 metros de altura y que forma parte del Complejo Arqueológico Sicán, en donde se descubrió el famoso “Tumi” o cuchillo ceremonial de oro puro.
Reserva Nacional Lago Titicaca
Próxima a cumplir 43 años de creación como área natural protegida por el Estado, la Reserva Nacional Lago Titicaca conserva una gran biodiversidad, apoya el desarrollo socioeconómico de la región Puno y mantiene las tradiciones culturales de las comunidades que habitan las inmediaciones del lago más alto del mundo.
Creada oficialmente el 31 de octubre de 1978, mediante Decreto Supremo N° 185-78-AA, la Reserva Nacional del Titicaca está ubicada en las aguas continentales del Lago Titicaca, en las inmediaciones de las provincias de Puno y Huancané del departamento de Puno, a una altitud promedio de 3,810 metros sobre el nivel del mar.
Tiene una extensión de 36,180 hectáreas. La totalidad del lado peruano del lago Titicaca ha sido reconocida por la
Convención Ramsar, el 20 de enero de 1997, considerándose como un
Humedal de Importancia Internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas.
En el interior del lago se han establecido tres zonas: el lago Mayor o de Chucuito (con la máxima profundidad de 283 metros); el lago Menor o Wiñaymarca; y la bahía de Puno. El lago tiene cinco ríos tributarios principales: Ramis, Huancané, Coata, Ilave y Suches. La única descarga de sus aguas se efectúa a través del río Desaguadero (lo que representa solo el 9% del total), mientras el resto se pierde por evaporación. La temperatura de sus aguas varía entre 11° y 14° C.
Específicamente, la Reserva Nacional del Titicaca está ubicada en las aguas del lago Titicaca en dos sectores que no tienen continuidad física: el sector Ramis, con 7,030 hectáreas y que está ubicado en la provincia de Huancané, la cual incluye una zona de totoral y una parte pelágica en la margen derecha de los ríos Ramis y Huancané; y las lagunas de Yaricoa y Sunuco, en la margen izquierda del río Huancané.
El otro sector es Puno, con 29,150 hectáreas, ubicado en la provincia del mismo nombre y que abarca diversos totorales comprendidos entre la isla Estévez y la península de Capachica. Gran parte de las conocidas islas flotantes de los Uros se ubica dentro de la reserva, mientras que otras colindan con ella. Asimismo, muchas de ellas están preparadas para recibir visitantes, mientras que otras permanecen solo con fines de vivienda.
En la actualidad, muchos de sus pobladores se dedican al turismo y al negocio de las artesanías, actividades a las que han sumado la pesca y caza tradicionales, con lo cual conservan su ancestral vínculo con los recursos naturales que el lago brinda, convirtiendo esta zona en uno de los potenciales turísticos más importantes de la reserva.
Las comunidades campesinas se han organizado para formar diversos Comités de Conservación, los cuales tienen guardaparques voluntarios que ordenan el uso de los recursos y apoyan en el control y vigilancia de la Reserva Nacional Lago Titicaca. Asimismo, dan cuenta a la asamblea comunal y al personal del área sobre actividades que ponen en riesgo la integridad de la zona protegida.
La
Reserva Nacional Lago Titicaca es uno de los cinco destinos turísticos del Perú reconocidos con la
Jerarquía 4, la máxima distinción que ostenta un recurso turístico en el mundo. De esta manera, se suma a Machu Picchu, las Líneas de Nasca, el Valle del Colca y el río Amazonas, atractivos que poseen también ese distintivo.
Parque Nacional Cutervo
Es la primera área natural protegida creada oficialmente en Perú, el 20 de setiembre de 1961, por lo que está próxima a conmemorar su 60 aniversario.
Se localiza en un territorio de 8,214.23 hectáreas que comprende los distritos de San Andrés de Cutervo, Santo Tomas, Pimpingos, Santa Cruz de Cutervo, Callayuc y Santo Domingo de La Capilla, en la provincia de Cutervo, región Cajamarca.
Esta área natural protegida es considerada como zona prioritaria para la conservación de una gran diversidad biológica del Perú.
Asimismo, se encuentra al extremo sur de los páramos tropicales, protegiendo las nacientes de siete cabeceras de cuenca del río Marañón, en la Cordillera de Tarros, fundamentales para la conservación de los valles interandinos cajamarquinos.
También protege los bosques de neblina y los fríos páramos andinos, que son el hábitat del oso de anteojos y del tapir andino o de altura, entre otras especies emblemáticas.
En el Parque Nacional Cutervo se ha reportado la presencia de especies con algún grado de amenaza. Estas son, en peligro crítico: la nutria, el tapir de altura; mientras que en peligro se encuentran el oso de anteojos, la pacarana o paca.
A su vez, están en situación vulnerable el oso hormiguero de tres dedos y el majaz de altura; y otras especies amenazadas son el gato silvestre y la hurina.
Existen otras especies como el jaguar, el tigrillo, el guácharo, el pilco o quetzal de cabeza dorada, y el gallito de las rocas.
Los bosques protegidos dentro del Parque Nacional Cutervo albergan diversos tipos de orquídeas, líquenes, hongos, bromelias y vegetación arbórea de importancia económica y medicinal. Se encuentra también algunos relictos de palmeras blancas.
Para disfrutar de la cautivante belleza paisajística del Parque Nacional Cutervo existen miradores ubicados en el cerro Chamusco o Chinchango y en la Cordillera de Tarros. Esta actividad se realiza en los meses de julio, agosto, setiembre y octubre, cuando cesan las lluvias intensas.
Dentro del área protegida se encuentra el sitio arqueológico El Perolito, mientras que en la zona de amortiguamiento están las chullpas de Llipa y las pictografías de Llapa.
Parque Nacional Cerros de Amotape
Creada oficialmente el 22 de julio de 1975, esta área natural protegida se ubica en las provincias de Tumbes y de Contralmirante Villar, en el departamento de Tumbes, y en la provincia de Sullana en Piura.
Tiene una extensión de 151,561.27 hectáreas y su territorio es atravesado en gran parte por el río Tumbes (el único río navegable de la costa peruana), presentando a la margen derecha (lado este) el Bosque Tropical del Pacífico, con toda su frondosa selva, la cual se asemeja a los bosques amazónicos. En su margen izquierda se encuentra el Bosque Seco Ecuatorial con su paisaje enigmático y sobrecogedor.
Esta área natural protegida cupa la porción más importante de la fisiografía más accidentada de la Reserva de Biosfera del Noroeste, conformada por el Parque Nacional Cerros de Amotape, la Reserva Nacional de Tumbes y el Coto de Caza el Angolo.
Los bosques del Parque Nacional Cerros de Amotape reciben la influencia de la cordillera de los Amotapes, por lo que han desarrollado una flora y fauna con características únicas. Allí se encuentra la mayor diversidad biológica endémica del bosque seco del norte peruano. Debido a ello, es considerado como un Centro Mundial de la diversidad de plantas y un área de importancia mundial de aves.
En una expedición de la Universidad de Louisiana se han reportado diez registros nuevos de aves para el Parque Nacional Cerros de Amotape. Esto hace mucho más atractivo al parque debido a su importancia biológica como lugar de protección de especies típicas de la región Tumbes.
Además, su cercanía a la ciudad de Tumbes y su cautivante paisaje natural hacen que el visitante pueda comprender porque se dice que en la zona, los bosques se unen al mar. Visitar este acogedor rincón del país garantiza una experiencia única.
En el Parque Nacional Cerros de Amotape se ha registrado cerca de 400 especies de aves, de las cuales 17 de ellas están amenazadas y 50 son especies endémicas. Destacan el gavilán dorsigris, el perico macareño, el colibrí coliespina cabecinegra y el cabezón pizarroso.
Entre los mamíferos se encuentran el mono coto o mono aullador de Tumbes, la nutria del noroeste, el jaguar y el tigrillo. Entre los reptiles destaca el cocodrilo de Tumbes, que está en peligro de extinción.
Dentro de la flora destacan la especie endémica de ceibo, el algarrobo, el angolo, el guayacán y el palo santo, estos dos últimos muy apreciados por su valor comercial.
El patrimonio natural de esta área natural protegida presenta zonas de uso turístico y recreativo, en donde es posible realizar caminatas, observación de paisajes, así como de flora y fauna silvestre. La alta diversidad biológica y el gran número de especies endémicas de esta región contribuyen a que el Parque Nacional Cerros de Amotape tenga un potencial turístico muy elevado.
Parque Nacional del Río Abiseo
Esta área natural protegida fue creada oficialmente el 11 de agosto de 1983 para proteger los bosques de neblina de la ceja de selva, selva alta y conservar una gran biodiversidad que incluye especies de fauna silvestre en vía de extinción. Asimismo, para proteger los complejos arqueológicos del Gran Pajatén y Los Pinchudos.
El 14 de diciembre de 1990 fue reconocida por la Unesco como
Patrimonio Cultural de la Humanidad, y el 12 de diciembre de 1992 como Sitio de
Patrimonio Mundial Mixto Natural y Cultural.
El Parque Nacional Río Abiseo está ubicado en la ladera amazónica de la cordillera Oriental de los Andes, al oeste de la localidad de Huicungo, en el departamento de San Martín. Consta de una extensión de 274,520 hectáreas.
Esta área protegida por el Estado busca mantener el equilibrio ecológico de los bosques nublados, con la finalidad de asegurar la estabilidad hidrológica de las cuencas de los ríos Abiseo, Túmac y Montecristo.
En el Parque Nacional Río Abiseo se ha registrado cerca de 900 especies de fauna silvestre, distribuidas en 181 especies de mamíferos, 409 de aves, 17 de reptiles, 30 de anfibios, 14 de peces y cerca de 250 de invertebrados.
De este universo, 552 especies corresponden al sector occidental y 351 al sector oriental del parque nacional. Del sector occidental, no menos de 27 especies son consideradas endémicas del Perú y de distribución restringida al área protegida y a sus inmediaciones, con varias especies amenazadas. En el sector oriental se ha reportado 18 especies amenazadas: 11 mamíferos y 7 aves.
Por otro lado, de las 1,134 especies de plantas registradas, 986 corresponden al sector occidental. En las tierras de colina existen árboles de gran tamaño, como el renaco y la shiringa. Entre las especies de importancia económica destacan la sangre de grado, la uña de gato, y entre las maderables, el cedro, la caoba y el tornillo. Se encuentra también a dos especies de árboles consideradas en vías de extinción: el cedro de altura y el romerillo.
Entre los atractivos naturales destacan la quebrada Oros, las cataratas El Oso, Velo de Novia, Shihui y Las Gemelas; los ríos Abiseo, Montecristo y Túmac; y las lagunas La Empedrada, La Escondida, La Colorada, Negra, Honda y Chúcara.
También se puede visitar los bosques montanos, de nubes, enano, manchales de bosque andino y El tornillal; los paisajes y formaciones rocosas: Pampa de Venados, macizo montañoso, valles en forma de “U”, el farallón de los Pinchudos y la Cueva de los Muertos. En estos recorridos se puede contemplar la fauna y flora local.
La lista de atractivos culturales incluye los asentamientos prehispánicos de
Gran Pajatén, La Playa, El Encanto, Las Papayas y Cerro Central. También se incluye a otros sitios arqueológicos como Los Pinchudos, Los Paredones, Pampa de Cuyes, Puerta del Monte, El Mirador, Apisuncho, Achiras, Alpamachay y Ochanache.
Finalmente, en todos estos lugares se aprecian terrazas agrícolas, canales de irrigación, caminos prehispánicos y lugares de ofrendas, afloramientos de material lítico utilizado en la prehistoria y arte rupestre.
Turismo en áreas naturales protegidas
El Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (Sernanp) sostiene que el turismo es un medio para alcanzar los objetivos primarios de conservación, recreación y educación, y para promover el desarrollo sostenible de las poblaciones locales.
Indicó que, por ello, el impulso al turismo en las áreas protegidas se ha convertido en una de las mejores estrategias de conservación por su bajo impacto en el medio y por crear un efecto multiplicador en las economías locales. Asimismo, el turismo genera mayor conocimiento del valor de las áreas protegidas en la ciudadanía mediante la sensibilización en el destino visitado.
(FIN) LZD/
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