Una niña de 9 años logró superar una neoplasia de ovario gracias a un diagnóstico y tratamiento oportuno que incluyó la extirpación de un tumor abdominal pélvico de 30 centímetros y un peso de 2 kilos y medio, mediante una cirugía de alto riesgo que estuvo a cargo de especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) San Borja.
Se trata de la pequeña Maciel A.R., que en febrero pasado participó en la campaña “Los sueños también curan. Dona Plaquetas y únete a su lucha” en el marco del Día Mundial de Lucha contra el Cáncer Infantil.
La pequeña manifestó su deseo de ser artista e hizo un llamado a la población para que ayuden a los niños en su lucha contra el cáncer donando plaquetas y sangre.
Maciel llegó al INSN San Borja en agosto último con dicha tumoración abdominal pélvica gigante, compatible con un tumor mixto compuesto por un Teratoma Inmaduro en 10% (tumor maligno) y un Teratoma Maduro en 90% (tumor benigno).
Este tumor es infrecuente y se origina en las células germinales del ovario y posee tejido inmaduro (pelo, cabello, uñas, dientes y tejido graso).
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De inmediato, los especialistas de Ginecología programaron una cirugía conservadora que permitió preservar el otro ovario que no estuvo comprometido. El abordaje se realizó vía laparotomía exploratoria para extirpar la gran tumoración ovárica.
Posterior a la cirugía, los especialistas de la Subunidad de Oncología del INSN San Borja completaron el tratamiento de la pequeña con cuatro sesiones de quimioterapia logrando que los marcadores tumorales bajaran considerablemente y recientemente le dijeron a sus padres que la pequeña superó el cáncer.
“Para nosotros es una noticia increíble, Maciel es una guerrera y su lucha junto a su familia ha sido indesmayable. Es un orgullo que esté nuevamente en casa”, dijo emocionada la ginecóloga pediatra Mirela Mallqui Mejía.
La especialista destacó la gestión de la directora general del INSNS San Borja, Zulema Tomas Gonzáles, para abordar estos casos de alta complejidad en plena pandemia por la covid-19.
Recordó que la menor llegó a la institución con una gran tumoración abdominal, dificultad para caminar, náuseas y vómitos, por lo que recomendó a los padres de familia llevarla a su control ginecológico temprano para una detección oportuna de cualquier patología ovárica que se diagnostica con una ecografía pélvica y otros exámenes adicionales.
Los signos de alarma de un tumor ovárico son: presencia de una masa abdominal, sangrado vaginal, desarrollo precoz de la mama y problemas de estreñimiento.
El servicio de Ginecología Pediátrica del Eje de Especialidades Quirúrgicas realizó, desde el 2016 a la fecha, cerca de 60 cirugías de masas anexiales (quistes ováricos, tumores benignos y malignos), de los cuales 18 se concretaron durante la pandemia por covid-19.
Este servicio cuenta con un equipo moderno para evaluación ginecológica, detección y tratamiento de patologías como malformaciones congénitas, tumores ováricos, tumores de mamas y endometriosis.
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