El creciente aumento de la temperatura en este verano trae consigo golpes de calor y cuadros de deshidratación que pueden combatirse con una alimentación saludable rica en frutas y verduras, así como el consumo frecuente de líquidos, sobre todo agua pura y refrescos naturales sin azúcar añadida.
Las frutas y verduras son la base de una alimentación sana y rehidratante, sobre todo para los niños y adultos mayores que son los más susceptibles a la deshidratación y los golpes de calor provocados por las elevadas temperaturas que se alcanzan en verano.
Los menores de edad deben mantener una adecuada hidratación, dado que son más activos y su composición corporal se caracteriza por una mayor proporción de agua en comparación a los adultos. En tanto, los adultos mayores deben procurar una adecuada hidratación en vista que pueden presentar un deterioro en la percepción de sed, así como en la regulación de su temperatura corporal que se manifiesta en estreñimiento, acumulación de grasa, digestión lenta, mayor sedimentación en la orina, entre otros problemas de salud.
Asimismo, es fundamental evitar al máximo el consumo de alimentos ultra procesados, altos en azúcares, sal, sodio y grasas trans y saturadas, por sus efectos perjudiciales para la salud.
Superalimentos
Las frutas y hortalizas son buenas fuentes de fibra dietética, vitaminas y minerales (por ejemplo, ácido fólico, vitaminas A y C, potasio) y sustancias fitoquímicas beneficiosas. Como parte de una dieta saludable, las frutas y hortalizas pueden ayudar a reducir los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, como el sobrepeso y la obesidad, inflamaciones crónicas, hipertensión y colesterol alto.
Los nutricionistas sostienen que una cantidad mínima de 400 gramos diarios o cinco porciones de frutas y hortalizas es beneficiosa para la salud. Del mismo modo, recomiendan introducir las frutas y hortalizas en la alimentación diaria a partir de los seis meses de edad y mantenerlas como parte habitual de una dieta saludable durante toda la vida.
A continuación, conozcamos algunas frutas y verduras emblemáticas del Perú que son ideales para evitar y combatir la deshidratación.
Aguaje
Conocida en nuestra selva como el “fruto del árbol de la vida”, el aguaje brinda un gran aporte en vitaminas y minerales, posee compuestos naturales que son excelentes para combatir la deshidratación.
Este fruto de una palmera que crece en zonas inundables llamadas aguajales, contiene un alto contenido de vitamina A (betacaroteno), mayor incluso que la zanahoria y la espinaca. Por ello presenta funciones antibióticas, analgésicas y antiinflamatorias, además de ayudar en la salud ocular y en mantener una piel saludable.
Este fruto amazónico contiene también una elevada concentración de vitamina C, la misma que ayuda en la absorción de hierro y calcio, por lo que fortalece los huesos y músculos, previniendo la osteoporosis y otras dolencias relacionadas.
El
aguaje contiene fitoestrógenos, compuestos vegetales que tienen efecto anticancerígeno, sobre todo frente a tumores de mama, colon y próstata. También previene enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
Otro de los grandes beneficios del fitoestrógeno es la reducción de los efectos de la menopausia y equilibra los niveles hormonales. Investigaciones científicas han demostrado que mujeres y varones que consumen alimentos ricos en este compuesto presentan una menopausia y climaterio tardíos y con menos trastornos.
Se le considera uno de los cinco mejores superalimentos del Perú ideales para combatir la deshidratación. Poderoso antioxidante, con altos contenidos de vitaminas A, B y C, calcio, hierro y fósforo, es perfecto para fortalecer el sistema inmunológico.
El
aguaymanto brinda al cuerpo humano un alto contenido de
vitamina C, por lo cual ayuda a tratar procesos de
deshidratación, asmáticos, sinusitis y otras alergias. Además, cuenta con antioxidante, perfecto para retardar el envejecimiento, también ayuda a cicatrizar las heridas, mejora el sistema inmunológico, aumenta la producción de glóbulos rojos. Asimismo, corrige el desempeño de las funciones cardiovasculares y funciona como un tranquilizante natural.
Otro de los beneficios para la salud que contiene el aguaymanto, es aliviar el estrés, combatir la hipertensión arterial, la ansiedad y estabilizar el nivel de la glucosa, por lo que puede ser consumido por las personas con diabetes. Igualmente, ayuda a prevenir el cáncer del estómago, colon y del intestino.
Camu camu
El camu camu es una de las súper frutas originarias de Perú y es un extraordinario aliado contra la deshidratación por su elevada concentración de vitamina C, que es 40 veces mayor que en el limón y 10 veces mayor que en la naranja, por lo que su sabor es marcadamente ácido.
El alto poder antioxidante de este fruto amazónico ayuda a mitigar el impacto negativo ocasionado por el estrés oxidativo, alteración que ocurre por la acción de los radicales libres en el organismo y que pueden ocasionar la muerte de las células y el envejecimiento prematuro.
Estudios clínicos revelan que el consumo de
camu camu contribuye a acelerar los procesos de cicatrización y la formación de colágeno, proteína que promueve el desarrollo de tendones y vasos sanguíneos. Además, la
vitamina C ayuda a la fijación del colágeno y del calcio, proteína y mineral, respectivamente, esenciales para la formación y el fortalecimiento de los huesos.
Carambola
Destaca por su singular forma estrellada, pero sobre todo por sus propiedades nutritivas. Es fuente de vitaminas A y C, así como minerales como potasio, importantes para evitar la deshidratación y mejorar el funcionamiento cardiovascular, tener una piel sana, optimizar el sistema nervioso y favorecer la formación del colágeno, huesos y dientes.
La pulpa de la
carambola posee fibra, por lo que es un buen regulador del metabolismo. Asimismo, funciona como un laxante natural, siendo indicado para las personas que sufren de estreñimiento. Tiene un bajo aporte calórico al ser una fruta rica en agua, por lo que es ideal para incluir esta fruta en dietas para reducir peso. Además, su baja concentración de fructosa la convierte en un alimento idóneo para las personas que presentan
diabetes.
Cocona
Es una fruta amazónica, ideal para una adecuada rehidratación del organismo, posee vitaminas fundamentales para una buena nutrición y un potente sistema inmune, como las vitaminas A y C, además del complejo B como tiamina y riboflavina. A ello suman minerales como el calcio, magnesio y hierro.
También posee una importante concentración de fibra y agua, que ayudan a reducir los niveles de glucosa en la sangre, la buena digestión y al buen funcionamiento de los intestinos.
Entre los beneficios de consumir
cocona destaca que ayuda a combatir la anemia, regula el nivel de glucosa en la sangre, controla el estreñimiento, protege los riñones y el hígado, e incluso mejora la salud capilar evitando la caída del cabello.
Chirimoya
Aporta un alto valor energético a la dieta por su elevado contenido de carbohidratos. Es rica en fibra y vitaminas del complejo B y potasio. Es fuente apropiada de vitamina C, un compuesto clave en la rehidratación del organismo y que participa en la síntesis del colágeno, huesos y dientes. Actúa como potente antioxidante, al proteger a nuestras células de la oxidación.
El choclo o maíz andino es un alimento altamente energético y rico en nutrientes digestibles que ayudan a combatir la deshidratación. Es rico en fósforo, potasio y magnesio. Los cereales como el maíz suministran cantidades notables de proteínas y otros nutrimentos. Por su contenido de grasas poliinsaturadas, favorece el funcionamiento del sistema cardiovascular.
Fresa
El consumo de esta deliciosa y refrescante fruta ayuda a evitar la deshidratación, contribuye a bajar de peso, previenen problemas cardiovasculares, mejoran el cuidado de la piel y fortalecen el sistema inmunológico.
La fresa es rica en vitamina C, que favorece la absorción de hierro y de colágeno, y también de minerales como el potasio, que ayuda a regular la tensión arterial y la diuresis. Un estudio realizado por universidades españolas e italianas reveló que comer 500 gramos de fresas al día disminuye el colesterol malo LDL en 14% y los triglicéridos en 21%. Las fresas son, además, ricas en antocianinas, compuestos químicos que le confieren su color rojo.
Además del fruto, las fresas tienen hojas y raíces que reúnen una serie de propiedades como planta medicinal: son diuréticas y antirreumáticas, aunque para que sea realmente efectivo tendríamos que tomar infusiones de tres a cuatro tazas al día.
Guanábana
La guanábana es rica en vitaminas C, B1 y B2, y en minerales como magnesio, potasio, fósforo y hierro. También posee un alto contenido de fibra que contribuye a un correcto funcionamiento del tránsito intestinal y evitar la deshidratación. Por su parte, la tiamina (vitamina B1) ayuda a las células del organismo a convertir carbohidratos en energía y juega un papel en la contracción muscular y la conducción de las señales nerviosas. Por su parte, la vitamina B2 es importante para el crecimiento y la producción de glóbulos rojos.
Sus hojas, semillas, raíz y fruta son usadas tradicionalmente por sus beneficios en la salud. Existen estudios que destacan sus propiedades sobre la hipertensión, inflamaciones, además de sus rasgos hepatoprotectores, entre otros. La disponibilidad de esta súper fruta, que se cultiva en departamentos de la Costa, Sierra y Selva, se produce de setiembre a marzo.
Kiwi
Es una fruta ideal para combatir la deshidratación porque aporta altas concentraciones de vitaminas C, B9 o ácido fólico y E, así como antioxidantes como la luteína o la zeaxantina, además de minerales como potasio y calcio.
Tanto en sus variedades verde (más ácido) y amarilla (más dulce), el kiwi aporta 61 calorías por cada 100 gramos, así como cantidades notables de fibra soluble que regula los niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar en la sangre, e insoluble por lo que previene el estreñimiento.
Es también rico en ácido fólico, importante para prevenir la espina bífida durante el embarazo, así como para la formación de glóbulos rojos. Una pieza grande de kiwi (100 gramos) cubre el 10% de las necesidades diarias de vitamina E, que refuerza el poder antioxidante de la vitamina C. Parte de sus propiedades se deben también a su aporte de minerales. Los 100 gramos de kiwi aportan un 10% del magnesio necesario al día, un mineral esencial para los huesos. Por si fuera poco, el kiwi es una de las pocas frutas cuyas semillas contienen omega 3, ácido graso esencial para el buen funcionamiento del corazón y del cerebro.
Limón
El limón, uno de los insumos esenciales del emblemático cebiche, tiene un gran poder bactericida. Por su alto contenido de vitamina C y flavonoides ayuda a combatir la deshidratación y reforzar el sistema inmune al aumentar las defensas del organismo. También previene enfermedades, sobre todo de las vías respiratorias.
El jugo de limón ayuda a regular los problemas estomacales, obesidad, indigestión, gastritis, intoxicaciones producidas por comidas abundantes, enfermedades del corazón, dolores de cabeza, cáncer, problemas en los riñones, uretritis, enfermedades del hígado, trastornos urinarios, hemorragias, entre otros problemas de salud.
El limón es un cultivo permanente, que se siembra y cosecha todo el año, principalmente en la zona norte del país, destacando las regiones de Piura y Lambayeque. La cosecha se da después de cuatro años del periodo de siembra y la vida económica del cultivo dura aproximadamente 15 años. Las variedades que se producen en nuestro país son el limón Sutil y el limón Tahití, destacando el primero por su mayor volumen de producción.
Lúcuma
Entre sus beneficios nutricionales destacan que aporta carbohidratos, vitaminas y minerales a la dieta para combatir la deshidratación. Contiene betacaroteno, un antioxidante que retarda el envejecimiento. Disminuye las posibilidades de ataques cardiacos. Previene la anemia y refuerza el sistema inmunológico.
La lúcuma es un extraordinario energizante natural, que brinda fibra, potasio, vitamina B3 y carotenoides. Otorga vitalidad para desarrollar las actividades diarias con normalidad, y es rica en niacina (vitamina B3). Gracias a esta última estimula el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Mandarina
Es una de las frutas que se recomienda consumir por su elevada concentración de vitamina C, que ayuda en la prevención de la deshidratación y el resfrío. Asimismo, su consumo contribuye a disminuir el riesgo de padecer enfermedades del corazón y fortalece el sistema inmune.
Esta deliciosa fruta es generosa en ácido fólico, magnesio, vitamina A, fibra y potasio, mineral que contribuye a reducir la presión arterial. Para aprovechar su propiedad antioxidante es recomendable consumirla fresca o con otras frutas en ensaladas.
Los terpenos y los polifenoles presentes en la mandarina tienen la capacidad de interferir en el crecimiento y aparición del cáncer. Existen estudios que demuestran que estos compuestos se convierten en moléculas antiinflamatorias que ayudan a prevenir este mal. Además pueden aumentar el potencial anticancerígeno de compuestos presentes en otros alimentos.
Investigaciones hechas a este cítrico indican que su prolongado consumo en jugo puede reducir el colesterol LDL o malo en la sangre. Además, su aceite contiene propiedades antimicrobianas que evitan que las heridas se infecten y protege de los virus, hongos e infecciones bacterianas.
Mango
Este fruto, que se cultiva mayormente en la costa norte y es ideal para prevenir la deshidratación, proporciona un grupo de enzimas digestivas que apoyan al cuerpo y a su capacidad de descomponer alimentos. Existen indicios de que estas enzimas pueden incluso reducir la sensación de ardor asociada con el reflujo ácido y la pectina en la fibra ayuda a prevenir el estreñimiento.
Es una gran fuente de antioxidantes como la isoquercitrina, quercetina fisetina, astragalina, galato de metilo y gálico. Consumir mango o tomarlo en jugo diariamente puede ayudar a prevenir severos tipos de cáncer como el de seno, de próstata y de colon y la leucemia.
La vitamina C y la fibra presente en los mangos han demostrado que ayudan a disminuir los niveles de LDL (colesterol malo), lo que reduce el riesgo de padecer enfermedades del corazón, ataques al corazón y derrame cerebral. También previenen los males respiratorios.
Maracuyá
Aporta al cuerpo vitaminas A y C, así como del complejo B. También minerales esenciales como potasio, fósforo y magnesio. Estos nutrientes contribuyen a rehidratar el organismo y robustecen el sistema inmune haciéndolo más resistentes a infecciones respiratorias, asma y otras enfermedades.
Su gran contenido en fibra convierte a este fruto amazónico en un excelente remedio para el estreñimiento, dado que ayuda a regular la digestión.
El
maracuyá tiene propiedades que ayudan a reducir dolores musculares y de cabeza. Además, estimula producción de endorfinas que ayudan a
combatir el estrés y el
insomnio.
Melón
El melón destaca por su excelente aporte de vitaminas A, B, C, E y K, así como de minerales como el potasio (330 miligramos por cada 100 gramos), lo que explica su efecto diurético. También contiene fósforo (21 miligramos), calcio (6 miligramos) y magnesio (15 miligramos), además de cobre, manganeso y zinc, esenciales para fortalecer el sistema inmune y procurar el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Su alta concentración de agua, que representa el 90% de su composición total, y de fibra dietética convierten al melón en un superalimento muy rehidratante, de fácil digestión y bajas calorías.
Naranja
La naranja concentra una importante cantidad de vitamina C que es un poderoso aliado contra la deshidratación y antioxidante que favorece la cicatrización y refuerza el sistema inmune del organismo. También contiene minerales como calcio, magnesio, fósforo, potasio, cobre, zinc; al igual que vitaminas como betacaroteno, y ácidos fólico, málico, oxálico, tartárico y cítrico, que ayudan a prevenir y combatir infecciones respiratorias.
Palta
El contenido de la palta incluye una amplia variedad de nutrientes, incluyendo vitaminas A, C, K, E, B5, B6 y minerales como potasio y el ácido fólico esenciales para evitar la deshidratación del cuerpo. Asimismo, tiene potasio y es fuente de energía y de grasas saludables. Su contenido en magnesio favorece al funcionamiento del sistema nervioso y muscular, así como a regular los niveles de glucosa en la sangre.
También es importante para dar soporte al sistema inmune. Tiene ácido fólico o B9, que evita malformaciones durante el embarazo y la lactancia. El omega 3 de la palta cuida el sistema cardiovascular.
Piña
La piña es rica en vitaminas
A y
C, que son potentes antioxidantes y
aliados inmejorables contra la deshidratación; así como del complejo B, como la
B1 o tiamina,
B6 o piridoxina,
B9 o ácido fólico, que son esenciales para el buen funcionamiento del sistema digestivo, nervioso, óseo, muscular, circulatorio y respiratorio.
Esta fruta contiene también minerales como potasio, fósforo, magnesio, calcio, azufre, manganeso, cobre y hierro que, en conjunto, contribuyen a reforzar el sistema inmune frente a diversas infecciones, entre ellas el covid-19.
Asimismo, la piña contiene una enzima llamada bromelina, que ayuda a digerir los alimentos, principalmente las proteínas, y también ayuda a combatir infecciones gastrointestinales. También posee quercetina, un flavonoide que es un poderoso antioxidante con propiedades antivirales y anticancerígenas.
Pitahaya
Esta fruta amazónica, cuya peculiar forma exterior llena de protuberancias que le confieren el apelativo de “fruta del dragón”, es fuente de antioxidantes que ayudan a combatir la deshidratación y reducen la proliferación de radicales libres en nuestro organismo, responsables de la aparición de tumores y el envejecimiento prematuro.
También contiene vitamina C, lo que ayuda a prevenir la influenza y el resfriado, además de fortalecer el sistema inmune y aumenta también el colágeno, lo que es importante para el organismo, dado que es un componente principal de los huesos, músculos, tendones y ligamentos.
Entre sus propiedades destaca su contenido de captina, sustancia que funciona como tonificante natural del corazón y contribuye a relajar el sistema nervioso. Además, cuenta con riboflavina (vitamina B2), vital para la producción de glóbulos rojos.
La pulpa y las semillas negras de la pitahaya contienen gran cantidad de fibra, lo que ayuda a mejorar el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento crónico. Estas semillas son ricas en Omega 3, ideal para combatir algunas enfermedades autoinmunes y prevenir la aparición de ciertos tipos de cánceres relacionados con los cambios hormonales, como el de mama, colon y próstata.
Las hojas de la
pitahaya también cuentan con nutrientes importantes para nuestra salud. Consumirlas en una infusión ayuda a combatir la migraña y el insomnio.
Plátano
Esta fruta, que es un fabuloso aliado contra la deshidratación, contiene cantidades apreciables de provitamina A y vitaminas del grupo B, como tiamina (B1), riboflavina (B2), niacina y piridoxina (B6); y es una buena fuente de ácido fólico y vitamina C.
Al contener altos niveles de potasio y bajo nivel de sal, esta fruta ayuda a tratar naturalmente la hipertensión arterial y reduce el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular. Su alto nivel de fibra ayuda a restaurar la función normal del intestino. Su textura suave y lisa crea una capa protectora en el estómago y neutraliza cualquier acidez e irritación en este órgano.
El plátano contiene triptófano, que más tarde se convierte en serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, sustancia capaz de relajar al cuerpo y mejorar el estado de ánimo. Al ser rico en hierro, mineral esencial para la estimulación de hemoglobina en la sangre, constituye una ayuda natural en el tratamiento de la anemia.
Sauco
Uno de los principales beneficios del sauco está relacionado con la prevención de la deshidratación y de las enfermedades virales. Según una reciente investigación, el sauco protege a nuestro cuerpo de infecciones y reduce las posibilidades de resfriarnos, alivia el dolor de garganta y la fiebre.
Otro de sus grandes aportes es su poder tranquilizante, pues sus bayas ayudan a calmar estados de ansiedad y nerviosismo. Además, ayuda a eliminar el colesterol y prevenir la producción de cálculos renales. Su consumo es también recomendado por sus propiedades cardiovasculares y por estimular el sistema inmunológico.
Asimismo, es un buen diurético, porque ayuda a eliminar toxinas del organismo, limpia la sangre y el sistema circulatorio. El zumo de sus hojas y la cocción de la corteza funcionan muy bien como purgante. Además, ayuda con las afecciones en la vejiga y la próstata.
Su fruto se caracteriza por su bajo contenido en azúcar y su elevada cantidad de calcio, fósforo y vitamina C, por lo que es recomendado para personas que siguen algún tipo de dieta. Una infusión de las raíces del sauco ayuda a combatir la retención de líquidos, mientras que un té de sus flores frescas desinflama la piel, aplicándolo como compresas en la zona afectada.
Sandía
Su alto contenido de agua convierte a esta súper fruta en un aliado clave frente a la deshidratación. Del mismo modo posee licopeno, un flavonoide antioxidante que regula los niveles del colesterol en la sangre. De esa forma, evita el riesgo de accidentes cerebrales, combate el colesterol malo y reduce la hipertensión, uno de los factores de riesgo que agudizan el impacto del covid-19 en el organismo.
Además, la sandía es rica en vitamina C, por lo que es excelente para la rehidratación y ayuda a reforzar nuestro sistema inmune, nos ayuda a combatir los resfriados y ayuda a la cicatrización de las heridas, dado que esta vitamina es esencial para la formación de nuevo tejido conectivo.
Tamarindo
Es una excelente fuente de nutrientes, dado que contiene importantes minerales como el calcio, el hierro, el potasio, el magnesio, el zinc, el fósforo y el sodio, así como vitaminas de los grupos B, C y E, esenciales para combatir la deshidratación.
Otra de las propiedades que posee el tamarindo es que ayuda a depurar el organismo, eliminando toxinas y desechos de forma natural.
Es un estimulante del apetito, dado que acelera el metabolismo. También es antiflatulento, pues aplaca y previene los gases estomacales. El tamarindo actúa como calmante y antiinflamatorio, ya que alivia dolores musculares y articulares. Asimismo, reduce el colesterol y regula la presión arterial.
Otra de sus propiedades es como cicatrizante, pues ayuda a cerrar heridas y a sanar quemaduras en la piel, cuando se aplican sus hojas mezcladas con aceite vegetal sobre la zona afectada.
Tomate
Contiene vitaminas A, C, E, K y del complejo B, que son potentes antioxidantes y contribuyen a evitar la deshidratación. Los minerales que más destacan son el fósforo, hierro, calcio, magnesio, zinc, cobre, potasio y sodio.
Entre los beneficios de consumir esta hortaliza, sobre todo cruda en ensaladas, destacan que evita la aparición de afecciones en los pulmones, la próstata o el estómago, además de disminuir los niveles de colesterol totales y LDL protegiendo el corazón y el sistema cardiovascular en su conjunto.
Uva de mesa
La uva de mesa es un extraordinario rehidratante natural al contener vitamina C, antioxidantes como el resveratrol, antocianinas y quercitina; además de minerales como potasio, cobre, hierro, calcio, fósforo, magnesio, manganeso, azufre y selenio. Cien gramos de uva aportan solo 70 calorías y 17 % de fibra soluble.
Además de combatir la deshidratación, la uva de mesa es depurativa, gracias a sus elementos alcalinos que ayudan a limpiar el hígado, equilibra la acidez en la sangre y ayuda a mantener controlado el nivel de azúcar o glucemia en el torrente sanguíneo al estimular el páncreas y la producción de insulina por parte de este importante órgano.
Otro de sus notables atributos es que ayuda a prevenir y retrasar la degeneración macular del ojo –que se manifiesta con visión borrosa, pérdida de nitidez y de agudeza visual, así como dificultades para leer–, gracias a su alto contenido de antioxidantes. El consumo frecuente de uva de mesa también resulta muy favorable para quienes trabajan largas horas delante de la pantalla de la computadora o mirando el teléfono móvil, tableta u otros dispositivos similares. También ayuda en la prevención de las cataratas.
La uva de mesa es un excelente aliado contra la hipertensión arterial –cuando supera los 140/90 mm Hg– gracias a su alto contenido en flavonoides, que ejercen un efecto protector y ayudan positivamente a la hora de reducir este problema de salud que desencadena enfermedades como las cardiopatías, accidente cerebro vascular, daños al riñón y a otros órganos del cuerpo. Asimismo, su consumo es ideal para nivelar el colesterol malo (LDL) que obstruye los vasos sanguíneos y el colesterol total en sangre.
Zanahoria
Es una de las hortalizas más nutritivas al ser una fuente excelente de vitaminas antioxidantes C y E, ideales para evitar la deshidratación, al igual que una alta concentración de carotenos que le confieren su intenso color naranja.
Estos compuestos protegen de las enfermedades cardiovasculares y del cáncer. Los carotenos reducen la incidencia de las cardiopatías en un 45 %, fomentan la buena visión y contribuyen a mantener los pulmones sanos, por lo que es fundamental en la dieta de las personas que sufren enfermedades respiratorias.
La zanahoria es rica en fibra y minerales como calcio y potasio. Puede consumirse al vapor o cocida, pero se recomienda fresca para aprovechar el falcarinol, un fitonutriente que previene algunos tipos de cáncer, como el de mama, de colon y de pulmón.
Zapallo
El zapallo es un alimento ancestral en el Perú que posee mucho valor nutritivo debido a que tiene mucha cantidad de vitaminas A, B, B2, B5, C y E, claves para
rehidratar el organismo. También posee minerales como calcio, fósforo y hierro. Sus variedades más conocidas son
Loche, que se cultiva en el norte peruano, sobre todo en Lambayeque, y Macre, que se cultiva en diversas regiones de la sierra.
Los extractos de calabaza contienen una serie de propiedades y componentes anticancerígenos, incluyendo compuestos fenólicos antioxidantes que inhiben la acción de los radicales libres que producen el envejecimiento celular y la proliferación de células cancerígenas.
Por su alta concentración de carotenos, el zapallo contribuye a mejorar la visión. Debido a que posee mucho contenido en fibras y agua es un alimento diurético y laxante natural.
Consumir estas frutas y verduras prodigiosamente nutritivas, de manera frecuente en la alimentación, permitirá evitar y combatir la deshidratación por las altas temperaturas del verano y también tener una buena salud en general.
(FIN) LZD/MAO
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