Nueva Zelanda, jul. 11 (ANDINA).- Greenpeace conmemoró el vigésimo aniversario del bombardeo contra su embarcación Rainbow Warrior (RW) en la bahía de Auckland, Nueva Zelanda, ocurrido cuando protestaba por las prácticas nucleares del gobierno de Francia en Muroroa, informó hoy la organización ambientalista.
Nueva Zelanda, jul. 11 (ANDINA).- Greenpeace conmemoró el vigésimo aniversario del bombardeo contra su embarcación Rainbow Warrior (RW) en la bahía de Auckland, Nueva Zelanda, ocurrido cuando protestaba por las prácticas nucleares del gobierno de Francia en Muroroa, informó hoy la organización ambientalista.
Parte de la tripulación que estuvo en el RW ese fatídico 10 de julio de 1985 participó en los actos conmemorativos de la tragedia, que acabó con la vida del fotógrafo Fernando Pereira.
Los asistentes a la ceremonia se solidarizaron también con todas las víctimas de la violencia y, especialmente, con las personas afectadas por los atentados que sacudieron Londres (Gran Bretaña) el jueves pasado, señaló Greenpeace.
"Ninguna bomba resulta aceptable. Ni las que hundieron el Rainbow Warrior cuando trataba de evitar las pruebas de Mururoa, ni las utilizadas por los terroristas, ni las que Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros países mantienen en sus arsenales nucleares", afirmó la organización ecologista.
Recordó que la noche del 10 de julio de 1985, cuando el RW se preparaba para encabezar una flotilla con destino a Muroroa con el fin de protestar pacíficamente contra los ensayos nucleares de Francia, agentes de los servicios secretos franceses colocaron dos cargas explosivas en el casco del barco.
Al parecer, la explosión de la segunda bomba ocasionó la muerte de Pereira, que estaba en su camarote recogiendo su cámara, y el hundimiento del barco, explicó Greenpeace, que lucha por el desarme nuclear del mundo.
Esta organización mencionó que dos agentes de los servicios secretos franceses fueron condenados a diez años de prisión por homicidio involuntario y otros siete por incendio provocado, pero luego de dos años fueron puestos en libertad debido a la fuerte presión del gobierno de Francia.
Las Naciones Unidas ordenaron a Francia el pago de una compensación económica con la que Greenpeace pudo contar con un segundo Rainbow Warrior, en 1989.
Las acciones realizadas por los dos buques Rainbow Warrior consiguieron que en 1995 Francia abandonara sus pruebas nucleares y que se aprobara un tratado para la prohibición completa de estas pruebas, el cual aún no ha entrado en vigor, refirió la organización.
Advirtió que en el mundo siguen existiendo unas 30 mil armas nucleares y la amenaza cada vez es mayor.
(FIN) CAM/MAM
Publicado: 11/7/2005