Durante el estado de emergencia nacional y aislamiento social obligatorio decretado por el Gobierno para evitar la propagación del coronavirus (covid-19), inescrupulosos sujetos dañaron de manera grave el patrimonio arqueológico monumental de la Civilización Caral, la más antigua de América, ubicado en el valle de Supe, en la provincia de Barranca, región Lima.
De los doce sitios arqueológicos en los que interviene la Zona Arqueológica Caral, Unidad Ejecutora 003 del Ministerio de Cultura, se han identificado actos ilícitos en tres de ellos, con grave daño al patrimonio arqueológico.
En el área intangible de la Ciudad Sagrada de Caral y Chupacigarro, declarada Patrimonio Cultural de la Nación (2002) y Patrimonio de la Humanidad (Unesco, 2009), invasores provistos de tractores abrieron surcos en dos sectores, de 2 y 2,5 hectáreas, respectivamente, alterando y dañando los espacios protegidos. Se ha identificado como autores de este ilícito a Luis Alberto Solís Saavedra y Víctor Jesús Solís Solís.
El tercer sitio arqueológico monumental donde se han registrado daños es Allpacoto. En ese lugar, de forma inescrupulosa y evadiendo las disposiciones que regulan la protección estatal del Patrimonio Cultural de la Nación, en un área de 1,5 ha., Yorry Warton Varela instaló un cultivo intensivo de palta.
En los tres casos, las zonas dañadas han sido calificadas como de “Potencial Alto”; es decir, con evidencias arqueológicas importantes y cualidades únicas. Las zonas dañadas se encuentran debidamente inscritas en la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, como bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación peruana.
El cuidado, protección y defensa de los sitios arqueológicos es fundamental y forma parte de la puesta en valor integral del patrimonio arqueológico. Recuperar la historia social de Caral, la civilización más antigua del continente americano, nos permite reforzar nuestra identidad, mejorar la autoestima, y contribuir con el bienestar social.
De acuerdo con el Código Penal, el daño al patrimonio arqueológico, en la categoría de alteración al sitio, con remoción y excavación con maquinaria pesada, es calificada como Delito contra el Patrimonio Cultural de la Nación, que tiene pena privativa de la libertad, no menor de tres ni mayor de seis años y con 120 a 365 días multa.
Recientemente se promulgó el Decreto Legislativo N° 1467, para reforzar las acciones y establecer medidas especiales para la preservación del patrimonio cultural durante la emergencia sanitaria actual.
La norma establece que: “(...) cuando exista riesgo de afectación a los bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación, los Gobiernos Locales y la Policía Nacional son responsables de adoptar las medidas necesarias para prevenir, proteger e impedir los daños y/o alteraciones que produzcan destrucción y/o pérdida del Patrimonio Cultural de la Nación, en coordinación y con la asistencia técnica del órgano competente encargado de proteger, conservar, defender e impedir la destrucción de los bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación (…)”.
La Zona Arqueológica Caral continuará desplegando esfuerzos para la protección y defensa del patrimonio cultural de los peruanos y de la humanidad.
Datos
La denuncia fue puesta en la Comisaría Policial del distrito de Supe. Asimismo, se acudió al Ministerio Público para que se inicien las investigaciones y se sancione a los que son responsables por el daño al patrimonio cultural.
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La Zona Arqueológica Caral viene acatando la medida de aislamiento social obligatorio dispuesta por el Gobierno para contener la propagación del coronavirus (covid-19). El personal, en su mayoría, se encuentra laborando bajo la modalidad de trabajo remoto. Un reducido número de trabajadores, cumpliendo las medidas de salubridad, realiza actividades estrictamente orientadas a la protección de los sitios arqueológicos.
Los trabajos de investigación liderados por Ruth Shady, directora de la Zona Arqueológica Caral, han llevado a la identificación de 25 asentamientos relacionados a la Civilización Caral solo en el valle de Supe.
Actualmente la Zona Arqueológica Caral interviene en doce sitios: la Ciudad Sagrada de Caral, Patrimonio Mundial; Áspero, ciudad pesquera; y Vichama, ciudad agropesquera de Végueta, Huaura. También en Chupacigarro, El Molino, Piedra Parada, Era de Pando, Miraya, Lurihuasi, Allpacoto, Pueblo Nuevo y Peñico, para poder comparar ciudades, pueblos y aldeas; y conocer el complejo sistema social que hizo posible el precoz desarrollo de la Civilización Caral.
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(FIN) NDP/TMC
Publicado: 3/5/2020