Lima, jul. 04 (ANDINA).- Los únicos perjudicados con la paralización de la Convención Nacional del Agro (Conveagro) contra el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos son los agricultores de productos perecibles que no pueden sacarlos al mercado para obtener ganancias, afirmó hoy la Asociación de Gremios Productores Agroexportadores del Perú (AGAP).
“El paro convocado por Conveagro genera una amplia y profunda preocupación, rechazamos este tipo de medidas porque se violenta la paz social, se toman carreteras y se obstaculiza el libre tránsito del ciudadano peruano”, comentó el presidente de AGAP, Felipe Llona.
Explicó que las consecuencias del paro son nefastas porque, al perjudicar a los productos perecibles, se generan pérdidas para diversas empresas, se deja sin trabajo a sus empleados y se detienen las exportaciones.
“Hacer un paro en el sector agrario no es como parar una fábrica o cualquier otra actividad, por ser un sector más delicado”, dijo a la agencia Andina.
Reiteró su pedido para que los gremios agrarios junto a los agroexportadores se reúnan y se comprometan con la agricultura nacional para definir cuáles son los términos y condiciones que se esperan del TLC con Estados Unidos.
“El hecho de ser agroexportadores no significa que no seamos sensibles a los problemas de la agricultura tradicional, creemos sin duda que hay que tener mecanismos para evitar este tipo de distorsiones que generan los subsidios de ese país pero que no se solucionarán con marchas o bloqueos”, afirmó.
En ese sentido, recordó que el Perú no puede “patear el tablero” en las negociaciones del TLC, como piden los organizadores de las marchas en contra del TLC, porque significaría que el país no tiene espíritu de negociación.
Sin embargo, Llona mostró su preocupación por el hecho de que detrás de estas movilizaciones existan intereses negativos de querer desestabilizar al gobierno bajo el pretexto del TLC.
“Me preocuparía que se trate de desestabilizar a un gobierno porque el próximo año hay elecciones, lo que menos necesita el Perú es una efervescencia social, aunque también el Estado debe definir su agenda interna sobre la agricultura”, señaló.
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