Andina

"No se nace violento, se aprende a serlo": sociólogo analiza violencia contra la mujer

Intervención Hombres por la Igualdad del MIMP busca un cambio para reducir agresiones en la sociedad

La violencia es una conducta aprendida y es más probable que quien se cría en espacios violentos, reproduzca esta forma de convivencia, señala sociólogo del MIMP. Foto:ANDINA/Carlos Lezama Villantoy

15:00 | Lima, nov. 19.

Por Karina Garay

¿Qué ventajas y desventajas pueden tener los hombres al criarse en un ambiente donde la masculinidad está asociada a ser fuerte? ¿Hay sufrimiento detrás de esa máscara de permanente dureza y suficiencia? ¿Cómo controlar y revertir la violencia de algunos hombres hacia la mujer y otros integrantes de la familia?


La violencia nace de un proceso histórico de socialización. La violencia es una conducta aprendida y es más probable que quien se cría en espacios violentos, reproduzca esta forma de convivencia. No se nace violento, se aprende a serlo, manifestó a la agencia Andina Carlos Acosta, especialista de la intervención Hombres de la Igualdad del Programa Nacional Aurora, del MIMP.


Juego de roles y de poder 


Este aprendizaje, afirmó, se da en un juego de roles, donde algunos papeles se cree son solo para los hombres y otros para mujeres. 

Dichos mandatos son usualmente antagónicos y por eso surgen luchas de poder y subordinación. 

“Es a partir de esta pugna que los hombres ejercen la violencia para mantener el poder. La construcción de la masculinidad nos dice cómo debemos ser: serios, proveedores, tener varias parejas sexuales, no debemos llorar, entre otras cosas”. 

Ese mandato cultural ejerce una presión permanente sobre los hombres. 


Carlos Acosta, especialista del Programa Nacional Aurora, del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp)

Cuando buscamos dejar esos roles, la sociedad nos ataca y busca subordinarnos. Aparece una pugna por demostrar que somos hombres ante la sociedad, ante mi familia y ante todos.  Y es así como se produce un ejercicio de la violencia”. 

Aunque no lo parezca, esto genera mucho estrés y sufrimiento entre los varones, afirmó el experto en entrevista con el programa Saludable Mente de Andina canal on line.   

“Esta excesiva rigidez nos hace a los hombres más propensos a sufrir mayor depresión y suicidio. Necesitamos ayuda porque se nos ha negado la posibilidad de mostrar emociones”. 

Destacó que nada justifica la violencia, sin embargo, la exigencia para ser de una determinada manera lleva a muchos hombres a reaccionar de forma agresiva, lo cual no tiene relación con el carácter.  



“El sistema nos ha negado la vivencia de la ternura, el poder tener una relación fluida con nuestra pareja. Pero poco a poco los hombres nos hemos dado cuenta de que podemos salirnos de este modelo hegemónico e iniciar un proceso de cambio. Sin embargo, cuando nos alejamos del modelo hegemónico, inmediatamente se generan agresiones y ataques”.

¿Por dónde empezar? 


Hombres por la Igualdad es una intervención del MIMP en la que se busca justamente ese cambio. El plan piloto se lanzó en el año 2013 y en la actualidad está presente en todas las regiones del país: 142 distritos, en 63 provincias, incluida Lima.


“Antes se pensaba que la violencia contra las mujeres solo era un problema de mujeres, pero a partir de diversos estudios se ha determinado que los hombres también son parte del problema y que pueden ser parte del cambio”, señaló Carlos Acosta.     


Para él, quien experimentó su propio proceso de transformación, “el primer paso para el cambio es darnos cuenta de que somos machistas, que hemos sido criados por un sistema con privilegios”.   

“Escuchando testimonios me di cuenta de que tenía actitudes machistas. Por ejemplo, cuando aceptamos la violencia al estar en grupo. Una persona empieza a referirse de su pareja en ciertos términos y en lugar de criticarlo, lo validamos, lo celebramos; por eso los hombres tienden a magnificar sus experiencias”.   

El especialista comentó que ha conocido a hombres a quienes se les hacía muy difícil abrazar a sus papás, decirles te quiero y lo mismo con sus hijos. “Por diferentes razones, algunos ya no tendrán una segunda oportunidad para hacerlo y viven con esa carga, esa culpa”. 

¿Cómo funciona Hombres por la Igualdad?


La línea de tiempo dura tres años. Se hace una selección de hombres líderes en cada comunidad o distrito. Se les invita a participar de forma voluntaria a un proceso formativo que dura 16 sesiones, una por semana. 

“Se trata de un proceso reflexivo de sus propias vivencias y prácticas, las cuales reproducen la violencia. Una vez que terminan esta intervención inician el proceso comunitario, teniendo claro que los hombres son parte del cambio contra la violencia. Nuestros hombres objetivos tienen entre 18 a 59 años”. 

El mayor problema del machismo es que ha permitido la naturalización y normalización de la violencia, refiere Acosta.  

“Si antes era tolerado darle un empujón a nuestra pareja, con el paso del tiempo esto va creciendo en violencia. Esta puede ser una de las razones por las que los hechos tienen mayor grado de crueldad. Uno de los objetivos de los Hombres por igualdad es reducir estos índices de violencia hacia la mujer”. 


Ante la pregunta de si se puede dejar de ser violento, Acosta manifestó que sí es posible. “Pero dependerá del proceso reflexivo inicial, comenzando por aceptar que somos parte del problema”.


Destacó que, en los últimos años, hay más hombres involucrados en su paternidad y que ese cambio se sentirá en otras generaciones.

Algunos refieren que han descubierto la ternura, la posibilidad de mostrar sus emociones y sentimientos sin ser atacados. Muchos hijos van a crecer en un ambiente donde hay igualdad, equidad entre hombres y mujeres, un pilar para poder ejercer una sociedad en armonía”. 

El sociólogo alentó a que más varones se sumen a la intervención del Programa Aurora y experimenten los beneficios de romper con el esquema tradicional de roles masculinos, que también lastima a los hombres.   

“Nos pueden ubicar en nuestras redes sociales, el Ministerio de la Mujer y a través del programa Aurora. Y si hay hombres que están más interesados en recibir ayuda o más información sobre la intervención, pueden ingresar al chat 100, servicio gratuito que funciona 24 horas al día, además es anónimo”, detalló. 


Nota difundida originalmente el 19/4/2023

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(FIN) KGR/RRC
JRA

Publicado: 19/11/2024