Los especialistas del Serfor hasta el momento han brindado al zorro andino tratamiento de soporte, hidratación, vitaminas, minerales y antibióticos de manera preventiva.
Tras estabilizarlo se le realizará exámenes de heces así como otros análisis para determinar si padece de alguna enfermedad transmitida por mamíferos (distemper, parvovirus, erliquia, rabia, entre otros).
Una vez que mejore su estado de salud, el zorro será trasladado a un centro de cría donde se le preparará un recinto aislado (fuera de contacto con el ser humano) con el fin de rehabilitarlo y liberarlo.