Esta cardiopatía representa tan solo el 0.1 % de todas las anomalías cardiacas congénitas y puede manifestarse como distrés respiratorio, infección respiratoria recurrente, hipertensión pulmonar moderada o grave, e insuficiencia cardiaca.
En la mayoría de los casos, los menores que no son tratados antes de cumplir el primer año de vida fallecen. Muy rara vez sobreviven hasta la adultez como en el caso de César.
El paciente presentaba una hipertensión en el pulmón derecho, lo cual le ocasionaba tos con sangrado recurrente y ponía en riesgo su vida. Los médicos del Incor evaluaron exhaustivamente el caso junto a sus colegas del hospital Almenara para tomar la mejor decisión.
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La cirugía practicada duró más de ocho horas y se dividió en dos partes: una intervención para corregir el mal cardiaco congénito, y la segunda consistente en la extirpación del pulmón derecho.
Las intervenciones estuvieron a cargo de Víctor Robles Velarde y Romel Zamudio, cirujanos del Incor, y los doctores Valdivia y Palacio del servicio de Cirugía Tórax del hospital Guillermo Almenara.
Robles Velarde manifestó que fue un gran reto esta intervención y dijo que se trata de una patología muy rara, por lo que se hizo la consulta a especialistas de otros países como Argentina, EE. UU. y Brasil.
“Se llegó a la conclusión de que la mejor decisión era la extirpación del pulmón. Fue una cirugía larga y compleja, que involucró un equipo multidisciplinario consistente en: anestesiólogos, cirujanos cardiovasculares, cirujanos de tórax, cardiólogos, intensivistas, rehabilitadores cardiacos, hematólogos, personal de enfermería, etc.” remarcó.
José Palacios León, cirujano de tórax del Almenara, resaltó el trabajo en equipo.
“La trascendencia de este caso implica que se unen dos grandes instituciones, como lo son el Incor y el hospital Almenara, para resolver una patología muy compleja y muy rara. Lo más importante son los resultados satisfactorios”, anotó.
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Por su lado, César Polo, visiblemente emocionado, agradeció a Dios y los médicos que le salvaron la vida.
“Me siento muy restablecido después de todo lo que pasé. Nadie de mi edad espera tener una enfermedad tan rara. Lo único que uno piensa cuando es joven es en disfrutar de la vida y querer 'comerse el mundo'. No creía en los milagros, pero ahora sí. Se pudo solucionar mi caso gracias a Dios y a todos los profesionales que me atendieron. Ahora quiero terminar mi carrera, viajar, estar con mi familia y mi novia” declaró.
Gracias a esta compleja y exitosa operación, el paciente se recuperó favorablemente y fue dado de alta el fin de semana pasado. Ahora podrá continuar con su vida y retomar sus actividades normales.
Para ello seguirá el programa de rehabilitación cardiaca y respiratoria, y deberá asistir a sus controles respectivos; los ejercicios físicos que realice no deberán ser muy exigentes.
Es indispensable que evite contraer infecciones respiratorias, por lo que se le aplicarán las vacunas contra el neumococo y la influenza.
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