El dicha entrevista, señala, debe evaluarse de forma independiente tres dimensiones; en primer lugar, la proyección personal del postulante. En segundo término, su solvencia e idoneidad moral, así como su independencia, y respeto del orden constitucional y democrático. Finalmente, su trayectoria profesional.
Transparencia también propone que las tachas sean interpuestas tras la evaluación curricular para facilitar el escrutinio ciudadano al proceso.
Otro conjunto de recomendaciones apuntan a aumentar la transparencia de cada una de las etapas del proceso, incluyendo la obligación de cada miembro de la comisión especial seleccionadora de motivar los puntajes que asignan u otras decisiones que adopten.
De otra parte, propone ajustes en los criterios par la evaluación curricular, además recomienda facilitar los trámites para la inscripción de postulantes, así como para su participación durante el proceso incluyendo el uso de plataformas digitales para tal fin.