Son muy pocas las razones para estar tristes durante la Navidad, tal vez perder el trabajo o a un ser querido. Si este no es su caso y tiene una tristeza muy honda, que lo tiene atrapado durante días, podría tratarse de una depresión, enfermedad que puede debutar o intensificarse en estas fechas.
Así manifestó el doctor Guillermo Ladd Huarachi, director ejecutivo de la Dirección de Adultos y Adultos Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado-Hideyo Noguchi”, durante el programa Saludable Mente de Andina Canal On line.
“Existe en el mundo una depresión estacional, por la llegada del invierno en otras latitudes. Sin embargo, en nuestro país, situado en una zona tropical, la depresión tiene que ver más con aspectos que van alrededor de la festividad navideña o de año nuevo”.
Dos semanas como mínimo
El experto detalló que dos características la diferencian de otro tipo de abatimiento.
El segundo síntoma cardinal es la falta de disfrute de la vida, ni lo que antes le gustaba. Es fundamental que estos síntomas estén presentes como mínimo dos semanas seguidas. Que uno esté triste un día o dos no es depresión.
"No olvidar que la enfermedad está asociada además a una serie de síntomas vegetativos (no quiere hacer nada) y cognitivos. Hay cambios en la alimentación, porque pierden el apetito o se desbandan al comer”.
El doctor Ladd manifestó que
la depresión, cuyos casos continúan en aumento, tiene un gran impacto en la salud mental y física de las personas, porque sus niveles de sueño también se ven afectados: duermen poco o demasiado.
“Hay problemas de concentración, de estima personal, de energía. Aparece el sentimiento de culpa, se vuelven más lentos y en algunos aparecen ideas suicidas”.
Cuidado en Navidad
El especialista del Instituto Nacional de Salud Mental lamentó que, al no verse, la depresión pase muchas veces desapercibida, permitiendo que se agudice.
“Hay depresiones que son endógenas y otras reactivas. Por lo general siempre aparece después de una situación realmente adversa. Un individuo deprimido tiene por lo general una predisposición genética. Uno nace con genes para la depresión, pero no todas las personas van a desarrollarla, a menos que esté enfrentado una situación muy dura, compleja y no puedan con ella”.
Para el psiquiatra, algunos aspectos de las próximas celebraciones podrían predisponer o disparar los síntomas de la enfermedad, como el exceso de comida y de alcohol.
“La literatura médica indica que los
suicidios asociados a depresión disminuyen en estas fiestas, pero se incrementan después de año nuevo, cuando, en apariencia, se inicia un nuevo ciclo vital y se hace un balance inadecuado de la vida”.
Indicó que el factor crucial para que algunas personas opten por esta trágica salida es finalmente la falta de esperanza, condición de salud que se aprende a edades muy tempranas.
“Todo tiene que ver con la manera de cómo un individuo se enfrenta a la adversidad, porque todos nos enfrentamos a ella de manera cotidiana. Hay personas que la enfrentan mejor, pero eso supone un aprendizaje dentro del entorno familiar, en la escuela. Considero que el Estado debería tener cierta forma de actuar en el entorno escolar para que los menores aprendan desde pequeños a enfrentarla de manera exitosa”, indicó.
Cualquiera sea la razón que motive un caso de depresión es importante recordar que esta enfermedad tiene tratamiento y cuanto antes se atienda su pronóstico de recuperación será mucho mejor.
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(FIN) KGR/RRC
Publicado: 20/12/2018