Virgen de Chapi: ¿Qué representa para los arequipeños y qué tradiciones hay en su fiesta?

Festividad es Patrimonio Cultural de la Nación desde 2012

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07:52 | Lima, may. 1.

La Festividad de la Virgen de Chapi constituye una de las mayores expresiones de religiosidad e identidad cultural de Arequipa. El enorme fervor católico que se aprecia en esta celebración, complementado con arraigadas tradiciones y costumbres de los devotos de esta región le valió, en el año 2012, el reconocimiento de Patrimonio Cultural de la Nación.

¿Qué representa para los arequipeños la Festividad de la Virgen de Chapi?, ¿Cuándo empezó la devoción a la Mamita de Chapi?, ¿Qué tradiciones religiosas y costumbres culturales se pueden apreciar durante la fiesta en su honor? 



Historia de la devoción a la Virgen de Chapi


La devoción a la Virgen de Chapi, patrona de la región Arequipa, se remonta al siglo XVII, cuando fue traída al Perú por misioneros franciscanos. Desde entonces, y tras una serie de sucesos considerados milagrosos, esta advocación de la virgen María es venerada por un creciente número de fieles procedentes de todas partes del país que le rinden un gran homenaje cada 1 de mayo.


La primera vez que aparece el nombre de Chapi en un documento histórico data de 1655. Allí se hace referencia a un valle pequeño llamado Chapi, ubicado en el repartimiento de Pocsi, ubicado a poco más de cuatro kilómetros del actual Santuario de Chapi, en el actual distrito de Polobaya. Este se localiza a dos horas del centro histórico de la ciudad de Arequipa.


Respecto a la palabra “Chapi”, los entendidos indican que proviene de las expresiones en quechua “Chaypi, Chaypi”, “Chajchay llallápi” y “Chaj llallápi”, que significan “Aquí nomás”, “Aquí, aquí”, “Hasta aquí”




¿Cómo se convirtió en la patrona de Arequipa?


Cuenta la tradición que la imagen, bautizada con el nombre de “Nuestra Señora de la Purificación del Valle de Chapi”, pero popularmente conocida como Virgen de Chapi o “Mamita de Chapi”, fue encontrada en un cerro cercano al complejo arqueológico Churajón y tras el terremoto de 1743 se decidió trasladarla hacia el antiguo valle de Chapi, donde se levantó una iglesia en su honor. Debido a los desmanes ocurridos durante su festividad en 1793, el párroco de entonces dispuso el traslado de la imagen a la localidad de Sogay


Después de avanzar un buen trecho, los cargadores de la imagen se detuvieron a descansar para recuperar fuerzas. Entonces, se produjeron ráfagas de viento cada vez más intensas hasta convertirse en una tempestad cargada de tierra. 


Una vez que cesó la tormenta y cuando los cargadores se disponían a continuar la marcha, notaron que la imagen estaba tenía más peso y pese a los esfuerzos que hicieron por levantarla, sentían que las fuerzas flaqueaban. Este hecho fue interpretado como la voluntad de la Virgen de permanecer en Chapi y la noticia se diseminó con rapidez por todos los rincones de Arequipa.




Terremotos y milagros


En 1868 ocurrió otro terremoto que azotó la región Arequipa. La fuerza del movimiento telúrico provocó el derrumbe de la iglesia donde residía la imagen de la Virgen de Chapi. Sin embargo, ella fue la única que quedó ilesa entre los escombros. Este suceso fue interpretado como un milagro y la devoción a la Virgen de Chapi traspasó fronteras y se extendió a otras regiones vecinas.


Al concluir el siglo XIX empezó la construcción de una nueva iglesia a base de sillar, piedra volcánica de color blanco, muy utilizada en la arquitectura arequipeña y que le confiere el apelativo de “Ciudad Blanca”. La desdicha volvió a acechar a la casa de oración de la Virgen de Chapi en 1921 y pese a que el altar fue consumido por las llamas, la imagen no sufrió daño alguno. Este nuevo acontecimiento considerado sobrenatural incrementó la devoción a la Virgen de Chapi.

En el siglo XXI, un nuevo terremoto que azotó Arequipa, el 23 de junio de 2001, volvió a dejar graves secuelas en la estructura del templo erigido a la Virgen de Chapi. Ello motivó que se demoliera la iglesia, dado que constituía un riesgo para la integridad de los devotos que acudían a rendir culto a la imagen.




Bendición del Papa Juan Pablo II


En su primera visita al Perú, el papa Juan Pablo II coronó a la Virgen de Chapi el 2 de febrero de 1985. En dicho acto se realizó una homilía, al término de la cual su Santidad bendijo las coronas para la Virgen y para el Niño, y luego de orar, las colocó en las imágenes. 


Como recuerdo de su visita, el Papa dejó a la Virgen un rosario de oro. En esta ocasión fue proclamada Reina y Señora de Arequipa. Este magno gesto del Sumo Pontífice contribuyó al reconocimiento universal a la Virgen de Chapi.

Santuario de la Virgen de Chapi


Tras permanecer de manera temporal en la Basílica Catedral de Arequipa y en la iglesia de Yanahuara, la imagen de la Virgen retronó al anexo de Chapi. El gobierno regional de Arequipa concibió el proyecto de construcción del Santuario de la Virgen de Chapi, cuyas obras empezaron el año 2006, con la colocación de la primera piedra, y demandaron una inversión total de 31 millones de soles. 


La primera etapa del santuario comprendió la construcción del Museo del Niño Cimarrón o niño Jesús que lleva la Virgen de Chapi en su brazo izquierdo. Según cuenta la tradición, los ojos del Niño Cimarrón se muestran a veces vivaces o apagados porque reflejan alegría o tristeza, mientras que sus mejillas se muestran pálidas y luego se sonrojan. Son muchos los fieles quienes han percibido estos cambios. 

Esta imagen del niño Jesús también ha aparecido en fotos con lágrimas en los ojos, y los peregrinos y lugareños cuentan que el Niño Cimarrón suele hacer travesuras dado que en sus escarpines aparecen abrojos, pajitas o los encuentran sucios y cubiertos de polvo porque, según dicen, sale a jugar con los hijos de los mineros y a pasear por los cerros aledaños al santuario.


La segunda fase de la edificación del santuario comprendió la habilitación de la explanada para los peregrinos, mientras que la tercera etapa consistió en la edificación del templo que consta de un área bautismal, la capilla del Santísimo Sacramento, una urna para la imagen venerada y la cúpula del santuario, cuya colocación demandó un minucioso trabajo de ingeniería civil. 

Tras trece años de labores de construcción y acabados, el gobierno regional entregó el santuario culminado al Arzobispado de Arequipa, 1 de mayo de 2018, fecha central de la festividad en honor a la Virgen de Chapi. Desde entonces, fue incluido como santuario religioso reconocido por el Vaticano, lo que favorece el turismo en Arequipa.


La capacidad de albergue del santuario, levantado sobre un área de 6,000 metros cuadrados, es de 3,000 personas, mientras que el anfiteatro cuenta con capacidad para 20,000 fieles. 

¿Qué representa la Festividad de la Virgen de Chapi para los arequipeños?


La Festividad de la Virgen de Chapi constituye una expresión de identidad cultural y social, que tiene gran significado para la difusión de valores tradicionales de religiosidad popular transmitidos de generación en generación oralmente mediante el lenguaje, el saber popular y el conocimiento ancestral. 


Así lo resalta la Resolución del Ministerio de Cultura que declaró a esta celebración Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2012. Sostiene que la Festividad de la Virgen de Chapi es una manifestación de la cultura viva que caracteriza principalmente a los pobladores de Arequipa y que, con el transcurrir del tiempo, se ha acrecentado recibiendo la visita de miles de fieles y devotos que asisten a Chapi para ser parte de esta emblemática celebración. 

Tradiciones religiosas y culturales durante la fiesta


Durante los días de celebración de la Festividad de la Virgen de Chapi se desarrollan un conjunto de actividades tradicionales de carácter religioso y costumbres culturales arraigadas en la población arequipeña.


Entre las actividades religiosas que convocan a gran participación de los devotos de la Virgen de Chapi, procedentes de todas las provincias de Arequipa, de otros departamentos del Perú e incluso de visitantes de otros países, son las procesiones, tanto la de ingreso al atrio del santuario, la que acontece después de la Misa de Fiesta, el 1 de mayo; y la de retorno al templo donde reside la venerada imagen.

La procesión del día central, el 1 de mayo, dura aproximadamente una hora y media. Para este fin se convoca a cuadrillas organizadas como las de la Hermandad del Señor de los Milagros (dos cuadrillas), una cuadrilla de la Policía Nacional del Perú, una cuadrilla de voluntarios y una cuadrilla de la Virgen de Chapi.


En ese momento se lleva a cabo la "cobertura con el manto de la Virgen", en la cual los peregrinos hacen largas hileras para colocarse debajo del manto que la sagrada imagen está llevando. 

Son varios los mantos que utiliza la venerada imagen para que los fieles puedan cubrirse y ofrecer su oración. También se ubican mantos especiales para colocar los "milagritos", que son recordatorios (pequeñas plaquitas metálicas con diferentes grabados) con los que hacen presente la petición de una gracia o la expresión de un agradecimiento a la Virgen. También este acto es tradicional por la gran devoción que muestran los fieles asistentes.


También son tradicionales durante estos días las confesiones permanentes a los fieles, los bautismos en la mañana y la tarde, el rezo del santo rosario, las misas a cada hora, destacando la Misa de Víspera, la Misa de Alba, la Misa de Fiesta y la Misa de Despedida a la Virgen de Chapi.  

Por su parte, las celebraciones costumbristas propias de esta festividad son la serenata y fuegos artificiales, así como el canto de las mañanitas a la virgen a la medianoche y el amanecer del 1 de mayo, día central de la fiesta.


A ello se suma el peregrinaje de los devotos de la Virgen de Chapi, muchos de los cuales llegan a pie al santuario ubicado en el distrito de Polobaya, recorriendo 60 kilómetros de distancia desde la ciudad de Arequipa, en un acto de agradecimiento por un favor o milagro concedido.


(FIN) LZD/MAO


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Publicado: 1/5/2025