Lima, jul. 11 (ANDINA).- El presidente de la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, Robinson González, negó hoy haber recibido dinero o presión para ordenar la excarcelación de los hermanos Wolfenson, y aseguró que buscan “satanizarlo” por esa decisión.
Lima, jul. 11 (ANDINA).- El presidente de la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, Robinson González, negó hoy haber recibido dinero o presión para ordenar la excarcelación de los hermanos Wolfenson, y aseguró que buscan “satanizarlo” por esa decisión.
“Ni yo ni mi sala aceptamos presión de ninguna clase ni dinero, pero desde que estamos en el Poder Judicial hemos sido objeto de críticas y satanizaciones falsas”, manifestó.
Recordó que anteriormente fue acusado de “fujimontesinista, aprista y toledista”, e insistió que se tratan de imputaciones falsas “porque soy independiente”.
Reiteró que la liberación de los Wolfenson, vinculados a la red de corrupción de Vladimiro Montesinos, no es inconstitucional, y dijo no preocuparle la denuncia por prevaricato que presentará hoy el congresista Heriberto Benítez.
“Sabemos de quién viene (la denuncia) y no me preocupa. No hubo ningún delito de prevaricato. Seguramente, Benítez está haciendo campaña para el próximo año”, argumentó en declaraciones a RPP Noticias.
Sobre el pedido de nulidad que presentará hoy la Procuraduría sobre dicha resolución, señaló que la institución está en su derecho de hacerlo porque es su trabajo.
Ratificó, además, que según el artículo 137 del Código Penal, una persona merece la excarcelación si cumplió la mitad de su condena, aunque ésta haya sido materia del recurso de nulidad, como fue en el caso de los Wolfenson.
Gonzáles descartó que la resolución de su tribunal se haya definido por nombres, “ya que lo mismo hubiera pasado con cualquier otra persona”.
En otro momento sostuvo que la justicia peruana había dado un paso importante con la ley de arresto domiciliario, sin embargo “involucionó” cuando fue derogada por el Congreso.
“Se trata de una ley que se aplica en todas partes. El Congreso, no obstante, se atemorizó por razones políticas y derogó una ley que se ajustaba al respeto de los derechos fundamentales de la persona”, refirió.
(FIN) VVS/GCO
Publicado: 11/7/2005