Cuando hay numerosos olvidos, muchas personas se llenan de miedo ante la posibilidad de desarrollar un caso de Alzheimer, enfermedad que reúne un conjunto de señales que detallamos y que deben ser consultadas con un especialista.
Explicó que el Alzheimer tiene un factor hereditario al estar ligado a un gen. Lamentó que “muy pocos laboratorios en el Perú hacen estudios genéticos para seguirle el rastro a ese gen”.
Ropa en el refrigerador
La doctora fue enfática al decir que ningún tratamiento puede detener la enfermedad; sin embargo, una terapia oportuna puede estabilizar los síntomas. De ahí la importancia de detectarla tempranamente.
Las siguientes señales, dijo, deben ser consideradas como alertas de un
posible caso de Alzheimer, sin olvidar que
solo un especialista puede confirmar que se trata de un caso de este tipo.
1.- El primer síntoma que muchas veces pasa desapercibido es el cambio de carácter. Las personas tienden a ponerse más irritables, más violentas, no pueden controlar sus emociones, se pone impulsivas.
2.- Presentan diversos problemas de memoria en el tiempo. No es Alzheimer si me olvidé las llaves un día, pero el resto de los días sí sé dónde las dejo.
3.- Surgen problemas para recordar palabras específicas y esto ocurre de forma recurrente.
4.- Van a un lugar y no recuerdan para qué fueron allí. Con el paso del tiempo los olvidos son más frecuentes y con mayores consecuencias. Por ejemplo, olvidan apagar la cocina o cerrar el grifo del agua.
5.- Desorientación en el tiempo y en el lugar. Hay desorientaciones temporales (confundo los nombres de las personas, los días). Cuando la confusión es espacial ya existe una demencia moderada.
6.- Colocación de objetos en lugares inusuales. Esa es una característica sobre todo de las personas con Alzheimer. “Algunos empiezan a pensar que alguien les esconde las cosas y es así como tenemos pacientes que guardan la ropa en el refrigerador o alimentos debajo del colchón”.
7.- Falta de juicio. Conforme avanza la demencia el juicio se ve afectado junto con la memoria, la orientación y la capacidad de raciocinio. “Entonces es muy fácil que tome una decisión precipitada, que no corresponde, y que pueda ser aprovechada por otras personas, porque además no me voy a acordar”.
¿A quién acudir?
La experta indicó que, a mayor edad, mayor posibilidad de desarrollar la enfermedad. Después de los 85 años la probabilidad se triplica.
Se ha visto una mayor incidencia en mujeres porque viven más tiempo que los hombres. Es importante mencionar que las personas con
síndrome de Down tienen mayor posibilidad de desarrollar demencia mucho antes, como a los 35 años”.
“Cualquier profesional: neurólogo, psiquiatra, geriatra, médico general está en la capacidad de hacer un diagnóstico grueso de un síndrome demencial. Luego hay que evidenciar los déficits mediante un examen neuro-congnitivo, que determinará si existe o no un deterioro mental”.
Una vez completada la etapa anterior, la experta recomendó
realizar un examen de neuroimágenes, como resonancia, para certificar que se trata de Alzheimer. Esto debido a que otros factores pueden afectar también la memoria y generar demencia: el abuso de alcohol, la medicación en
persona con VIH, la deficiencia de B12, además de problemas vasculares, problemas que tienen otros tratamientos.
¿En familia o casa de reposo?
La psiquiatra indicó que, ante la confirmación de la enfermedad, la familia no debe aislar a
la persona con Alzheimer; por el contrario, debe cuidar mucho su tratamiento a la par de
integrarla socialmente para que no pierda el vínculo con todos. Y sobre todo tenerla ocupada.
“Los pacientes con Alzheimer empiezan a ser como niños. Busquemos que ayuden en la cocina desgranando choclos, escogiendo el arroz, que hagan crucigramas, pupiletras, que pinten, coloreen, bailen, canten, vean fotografías. No olvidar que ellos pierden la memoria reciente, no la antigua”.
Ante la pregunta de si tenerlos en casa o en un centro de reposo, señaló que la respuesta dependerá de con quién viva la persona enferma.
“Si todos trabajan y lo van a dejar solo o sola, es mejor que lo internen, porque estará en mayor riesgo de sufrir caídas, que no tome la medicina, que deje prendida la cocina. En la medida de lo posible, recomiendo que esté con la familia”.
Finalmente, destacó que
el cuidado de personas con Alzheimer es muy demandante y agotador, razón por la cual se debe cuidar también la salud física y emocional de quien está a cargo de dicha tarea, ya sea una persona contratada o algún familiar.
“Hay que darle mucha educación para que entienda de qué se trata esta enfermedad, soporte emocional y buscar que la carga sea compartida. No es saludable que una sola persona sea responsable de todo, porque corre el riesgo de enfermar, sobre todo de depresión”, alertó.
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(FIN) KGR/RRC