Conocido como el “energizante de los incas”, el sanky es una fruta oriunda de los Andes peruanos que es considerada un auténtico prodigio alimentario al contener un conjunto de nutrientes antioxidantes que optimizan el funcionamiento del organismo. Asimismo, fortalece el sistema inmune ayudando a prevenir y aliviar enfermedades como la gastritis y otros del sistema digestivo, evitar la calvicie y proteger el hígado, entre muchos otros beneficios para la salud.
¿Qué tipo de fruta es el aanky?
El aanky (Corryocactus brevistylus) es una cactácea o cactus cuyos tallos son carnosos y alcanzan hasta los 2.5 metros de alto. Crece en las laderas de los cerros, lugares pedregosos, arenosos y rocosos, con poca agua o humedad, a una altitud que va desde los 2,500 hasta los 3,300 metros sobre el nivel del mar.
El fruto del sanky se caracteriza por su forma esférica de 12 centímetros de diámetro en promedio, con cáscara verde amarillento y con abundantes espinas, por lo que se parece por fuera a la
tuna, y cuya pulpa transparente con semillas negras y consistencia gelatinosa se asemeja a la pitahaya y al kiwi y tiene un sabor ácido muy agradable cuando está madura.
Nutrientes y beneficios para la salud
El sanky es considerado un superalimento porque posee un conjunto de nutrientes, entre los que destaca la
vitamina C, cuya concentración es 10 veces mayor que la del
limón, que convierten a esta fruta en un antioxidante natural que inhibe el accionar de los radicales libres que afectan a las células y tejidos, contribuyendo al envejecimiento prematuro y a la aparición de infecciones y del
cáncer.
También ayuda a combatir la anemia, regula los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos, evitando la dislipidemia, además de incrementar las defensas del cuerpo frente a las enfermedades.
Asimismo, contiene minerales como el calcio, fósforo y potasio que son esenciales para el buen funcionamiento de los sistemas óseo, muscular, nervioso y cardiovascular, así como para la prevención de dolencias que los afectan como la osteopenia, osteoporosis, arterioesclerosis, infartos, entre otros.
Más del 90 % de la pulpa del sanky es fibra y agua, lo que confiere a esta fruta atributos rehidratantes y saciantes, siendo un aliado eficaz para evitar el sobrepeso y favorecer la digestión, evitando problemas como el estreñimiento, la gastritis, el colon irritable y el cáncer de colon. Del mismo modo, protege el hígado y los males que lo afectan como el hígado graso, y ayuda a prevenir la diabetes tipo 2 y la hipertensión.
Fruta versátil
La versatilidad del sanky es cada vez mayor y la industria alimentaria la viene incluyendo en la preparación de néctar, yogur, helados, mermeladas, caramelos, cócteles, bebidas energizantes, entre otros productos envasados.
En el ámbito medicinal, el sanky es consumido por sus propiedades laxantes y reguladores del tránsito intestinal, así como protectoras del funcionamiento del hígado.
Desde el punto de vista cosmético, la cáscara del sanky es usada para evitar y contener la calvicie y para conservar un cabello saludable.
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