Cuando era niño, Adrián Soto Asunción veía a sus familiares arreglar autos o construir casas, pero de manera empírica porque el dinero escaseaba para estudiar. No fue hasta que él ingresó a una universidad, tras postular y ganar el concurso de Beca 18, convocatoria 2012, que los Soto Asunción sumaron al primer ingeniero mecánico profesional a sus filas.
“Sin la beca mi historia otra sería.
Mi educación escolar completa la realicé en colegios públicos, por lo que conozco las necesidades y sacrificios enormes que hacen los padres y los profesores para demostrarnos que la educación es la vía más segura para mejorar tu vida”, asegura este joven talento de 24 años.
Gracias al apoyo integral del Estado, pudo dedicarse solo a estudiar y pulir sus habilidades complementarias, como el dominio del idioma inglés, indispensable para su labor en el área de Ingeniería de Ventas y para la capacitación de los instaladores de modernos equipos de
aire acondicionado.
“Este sector está en constante evolución. La tendencia en los últimos años, por ejemplo, es mejorar la eficiencia de los equipos mediante el ahorro energético. También trabajamos en la
eliminación del ruido y ese aire helado que sienten algunas personas cerca del aparato”, explicó.
Con la tecnología que vienen desarrollando en Samsung se podrá uniformizar la temperatura del aire acondicionado en todo el ambiente, señala Adrián, mientras recorre las principales calles de San Isidro, donde trabaja y se encuentran decenas de los clientes a quienes la multinacional provee de equipos para aclimatar sus oficinas.
Como integrante de la primera promoción de
becarios de Beca 18, y orgulloso
egresado de la UNI, Adrián está convencido de que las nuevas generaciones de profesionales peruanos, especialmente los becarios del Estado, están combinando hábilmente la generación de conocimiento y el desarrollo de productos y nuevas tecnologías bajo un enfoque social.
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(FIN) NDP/LIT
Publicado: 17/5/2019