Una familia con nueve niños debe hacer grandes esfuerzos para garantizar la alimentación, educación y cuidado de cada uno de los suyos. Edgar Vela, natural de Rioja, en la región San Martín, aprendió esa lección a los seis años, cuando empezó a acompañar a su mamá a vender golosinas en la calle para comprar la comida del día.
Luego de trabajar con familiares en la ciudad de Jaén y mudarse a Lima para tentar mejor suerte, encontró en el Ejército una vía para apoyar a quienes más quiere. Y hace tres años, en esos mismos cuarteles, también descubrió que el acceso a la instrucción superior que brinda
Beca 18 –en la modalidad para Fuerzas Armadas– lo llevaría a ejercer una profesión que revalorizaría los frutos de su amada selva.
“Ingresé a las Fuerzas Armadas a los 19 años y serví en el Regimiento de Caballería Mariscal Domingo Nieto, que es la escolta del Presidente de la República. Logré el máximo cargo que se puede obtener, que es sargento primero. Estaba tan contento que decidí reengancharme para seguir la vida militar. Entonces recibí información sobre Beca 18, postulé y gané una vacante”, recuerda.
Por su temprana experiencia con el comercio, Edgar se animó por una carrera afín en
ADEX. Allí hizo amistad con una compañera natural de Madre de Dios, por lo que al momento de elegir una propuesta de negocios, ambos optaron por productos elaborados a base de copoazú, el cacao blanco del oriente peruano.
“El copoazú es primo hermano del cacao, pero comercialmente se le conoce como cacao blanco. Su fruto tiene una pulpa cremosa y con un toque de sabor a guanábana, y de sus pepas también se puede producir chocolate. En el país mucha gente no lo conoce, pero es bastante cotizado en EE.UU, que lo importa de Brasil. Según Sierra y Selva Exportadora, la demanda de copoazú también es alta en Países Bajos, Bélgica, Canadá e Italia”, explica.
El copoazú crece de manera silvestre en Madre de Dios y Ucayali. Algunos productores ya no son ajenos al interés que despierta el fruto, por lo que han apostado por cultivarlo como una alternativa a la hoja de coca.
El emprendimiento de Edgar siguió su marcha y a la fecha cuenta con un néctar de copoazú, disponible para el público en ferias saludables, debido a su alto contenido de vitamina C. El producto está endulzado con stevia y carece de preservantes, por lo que es atractivo para quienes buscan bebidas sanas.
Así, Edgar y quienes lo acompañan en esta aventura, como sus compañeros de estudios, algunos vecinos y su propia familia, están dedicados ahora a educar a los peruanos sobre las bondades de nuestro cacao blanco.
“En las ferias invito a la gente a probar copoazú y nuestro néctar, y les pido que lo comparen con otros que son pura azúcar. A todos les digo que el copoazú es rico en vitaminas y que ayuda a proteger el sistema inmunológico, además de regularizar el sistema digestivo y ser bueno para la piel”, asegura este entusiasta empresario, quien próximamente sacará al mercado el segundo lote de su néctar de copoazú, confiado en que su sabor y beneficios conquistarán al público.
Beca 18, modalidad para Fuerzas Armadas
Desde el 2012, el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (
Pronabec) del Ministerio de Educación cuenta con una modalidad de Beca 18 destinada a favorecer a integrantes de las Fuerzas Armadas, a fin de que sigan estudios técnicos o universitarios de pregrado.
“Muchos se asombran de mi experiencia con Beca 18 y han decidido hacer como yo. Mi hermano, por ejemplo, consiguió la Beca Doble Oportunidad, y al cumplir los 18 años mis dos primos decidieron ingresar al cuartel para postular a Beca 18, en la modalidad de Fuerzas Armadas. Yo les digo que es una buena oportunidad, y que las oportunidades no hay que desaprovecharlas”, asegura.
Quienes deseen obtener este néctar pueden encontrarlo en facebook como
Néctar de Copoazú y en el celular 9848 16551.
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(FIN) NDP/RRC