Por Luis Zuta DávilaLa inauguración del megapuerto multipropósito de Chancay no solo convertirá al Perú en el primer centro logístico del Pacífico en Latinoamérica, sino también contribuirá a un mayor posicionamiento de diversos atractivos turísticos ubicados, sobre todo, en las provincias al norte del departamento de Lima: Huaral, Huaura, Barranca, Oyón y Cajatambo, que están más próximas a esta formidable infraestructura.
A continuación, conoce los atractivos turísticos cuyo posicionamiento se optimizará con la puesta en funcionamiento del megapuerto de Chancay.
Huaral
La provincia más cercana a la ciudad de Lima y donde se encuentra el megapuerto de Chancay nos ofrece notables atractivos como el Museo Municipal de Chancay, recinto cultural inaugurado el 23 de julio de 1991, y su primera exposición con la temática de la cultura Chancay se lanzó el 9 de diciembre de ese año.
Con el tiempo este museo se ha convertido en uno de los principales centros de difusión cultural del norte chico, a la vez de consagrarse como uno de los recursos turísticos más representativos de toda la provincia de Chancay. A través de sus colecciones, el museo ofrece una experiencia donde converge el pasado y el presente, embarcando al visitante en una aventura por la historia de Chancay y del norte chico.
En su interior se exhiben textiles de la civilización Chancay, representaciones de sus actividades productivas como la agricultura y la pesca, su arquitectura y vida cotidiana. Otros tópicos de exhibición tienen que ver con el hundimiento del navío chileno Covadonga durante la Guerra del Pacífico, expresiones de la religiosidad en Chancay, así como manifestaciones culturales en la actualidad.
Un atractivo de ineludible visita es el Castillo de Chancay, localizado en la calle Primero de Mayo del distrito costero de Chancay. Se trata de una majestuosa edificación catalogada como “Parque temático multicultural”. Está construido en la década de 1920 sobre un acantilado rocoso, a orillas del zócalo continental del Océano Pacífico.
En su interior se han habilitado ambientes especiales como el “Museo de la cultura Chancay”, que alberga la colección museográfica privada más importante de dicha cultura prehispánica. Asimismo, destaca un Museo de Historia Natural, que contiene una de las colecciones más grandes del país de animales disecados bajo la técnica de la taxidermia.
Finalmente, se puede apreciar el “Salón de los recuerdos”, donde se exhiben antigüedades de la familia que construyó el Castillo de Chancay, entre ellos algunos de los muebles diseñados por la fundadora, doña Consuelo Amat y León, quien vivió en este predio desde sus inicios.
Durante sus más de 30 años de funcionamiento como destino turístico de obligada de visitar en el norte chico, el Castillo de Chancay ha obtenido diferentes reconocimientos como el de Centro Cultural y Recurso Turístico del Perú, por parte del Mincetur en el año 2002, y también “Embajador de la Marca Perú” por parte de Promperú desde el año 2012.
En Chancay también pueden visitarse la encantadora plaza de Armas, sus iglesias, santuarios y museos históricos, así como el puerto pesquero. Si se desea disfrutar de una experiencia plena de tranquilidad y espiritualidad hay que visitar el Eco Truly Park, una hermosa y apacible comunidad ecológica, artística y autosostenible, donde residentes y voluntarios conviven en armonía con la naturaleza. Se ubica a la altura del kilómetro 19.5 del serpentín de Pasamayo, en el distrito de Aucallama.
Esta finca ecológica destaca por sus singulares construcciones de forma cónica y ovalada de inspiración cultural oriental hechas con adobe y otros materiales naturales amigables con el medioambiente y que se integran al espacio costero próximo al mar donde se encuentra la comunidad llamada “Eco aldea”.
En Eco Truly Park los visitantes pueden participar en actividades sostenibles como la agricultura orgánica, eco construcciones, turismo sustentable, clases de yoga, retiros espirituales y de meditación, arte oriental, entre otros.
Visitar este atractivo de Huaral también constituye una buena oportunidad para conocer personas de todo el mundo que constantemente visitan e intercambiar experiencias en el Eco Truly Park.
Para los amantes del turismo arqueológico y cultural existe Rúpac, imponente complejo arqueológico, llamado el Machu Picchu de la sierra de Lima, está ubicado en lo alto de una gran montaña en el distrito de Atavillos Bajo, a 3,580 metros sobre el nivel del mar. Debido a esta localización se le conoce también como la “Ciudad entre las nubes”.
Esta impresionante ciudadela, con edificaciones de hasta diez metros de altura, hechas íntegramente en piedra y ubicadas en las partes más altas de la montaña, se adjudica a los Atavillos, una cultura preincaica que floreció entre los 1,200 y 1,600 años después de Cristo.
Según investigaciones arqueológicas realizadas, sus habitantes tuvieron una fuerte influencia religiosa y militar, demostrada en los vestigios de aparentes cementerios y templos encontrados en el lugar, así como en la situación del complejo, que permitía un control total de la zona.
Los Atavillos habrían sido conquistados por el inca Pachacútec y sus riquezas eran tales que el conquistador español Francisco Pizarro las habría reclamado en posesión para el rey de España, autodenominándose el marqués de los Atavillos.
Por su importancia como herencia material ancestral y factor de identidad regional, este sitio arqueológico fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, el 25 de junio de 1999. Asimismo, el Congreso de la República lo declaró patrimonio turístico de interés nacional prioritario en 2017.
Para llegar a Rúpac desde la ciudad de Lima hay que viajar hasta la provincia limeña de Huaral y a partir de allí tomar un desvío de 75 kilómetros para llegar a la localidad de Pampas, lugar donde se inicia el ascenso hacia el sitio arqueológico.
Además de estos cautivantes atractivos turísticos, la provincia de Huaral nos brinda la posibilidad de saborear una deliciosa y variada gastronomía con platos emblemáticos como chancho al palo, pato al ají, chicharrón de conejo, trucha frita, entre otras delicias que motivan a volver a este bello destino más de una vez.
Barranca
En esta provincia limeña destaca como uno de sus más notables atractivos la Ciudad Sagrada de Caral, ubicada a 206 kilómetros al noroeste de Lima y que las investigaciones arqueológicas establecieron que esta urbe, construida hace más de 5,000 años, es la más antigua de Perú y de América, contemporánea con Mesopotamia, Egipto, India, China y Mesoamérica.
Caral representa el origen de la cultura andina y la Unesco la declaró el junio de 2009 como Patrimonio Cultural de la Humanidad. El complejo urbanístico está formado por varias construcciones, entre las que resaltan seis pirámides y sus plazas circulares. Por los instrumentos y restos encontrados hasta la actualidad se conoce que sus habitantes se dedicaron principalmente a la pesca y agricultura.
Otro monumento importante es la Fortaleza de Paramonga, complejo arqueológico de origen Chimú y luego fue ocupado por los incas. Su principal edificio es la fortaleza, construida sobre un amplio promontorio rocoso. Constituye una pirámide de estructuras de adobe formada por cuatro plataformas macizas con recintos en la parte superior.
La Plaza de Armas de Barranca rinde homenaje a la ciudad sagrada de Caral y allí se encuentra la Parroquia San Ildefonso de arquitectura neocolonial. y tiene un paisaje hermoso y una gran estatua.
También resalta entre sus atractivos el Cristo Redentor, imponente escultura de 20 metros de alto hecha de concreto y pintada de color blanco. Se ubica en lo alto del cerro colorado, rodeada por un mirador desde donde se puede apreciar las hermosas playas de la ciudad.
Asimismo, sobresale la Casa de las Brujas, predio de huéspedes de Paramonga construida en 1920, propiedad de la familia Canaval. En 1923 pasó a propiedad del consorcio Grace y fue usado para dar hospedaje a los antiguos funcionarios de la hacienda. Su construcción de estilo europeo, edificado con quincha y madera, cuenta con cuatro pisos, una portada principal, un vestíbulo, sala y baño.
Barranca es muy conocida por su Circuito de Playas, conformado por playas de distintas características. Al norte se encuentran Chorrillos, Miraflores y Puerto Chico; al sur El Colorado, Bandurria y Atarraya.
También destaca la playa La Isla, conocida también como la “Isla del Faraón”, que invita a un baño refrescante en su apacible mar. Además de su belleza natural, tiene un gran cerro de arena de forma piramidal que ingresa al mar dividiendo la playa en dos: el lado norte, que es poco frecuentado; y el lado sur, zona preferida de los bañistas porque cuenta con un mar tranquilo y de olas pequeñas.
En la parte posterior de la isla, la erosión del mar y del aire sobre las rocas ha formado pequeñas pozas de agua marina. Se ubica a 10 minutos, aproximadamente, de Supe Puerto.
La culinaria de Barranca encanta paladares gracias a la amplia variedad de insumos procedentes de su ubérrimo valle y del mar que baña su litoral, rico en especies hidrobiológicas, así como a la sazón de sus cocineras y cocineros herederos de una tradición gastronómica milenaria enriquecida con el aporte cultural afroperuano, europeo y asiático.
Uno de los potajes emblemáticos de la provincia de Barranca es el tacu tacu, potaje nacido de la mezcla armoniosa del arroz traído por los inmigrantes asiáticos con el frijol oriundo del Perú y de diversos tipos, se convierte en un solo cuerpo gracias a los acrobáticos saltos que protagoniza sobre la sartén y el fuego intenso que manejan experimentados cocineros.
Si bien puede saborearse solo, la tradición gastronómica maridó al tacu tacu con todo tipo de acompañamientos: desde el humilde huevo frito hasta salsa de mariscos, pescado frito, sábana de lomo, lomo saltado, a lo pobre (con plátano y huevo fritos), malaya frita, y sigue una lista interminable incrementada por la creatividad de los cocineros peruanos.
La oferta culinaria en Barranca incluye a platos a base de pato, cerdo y cuy, animales de crianza hogareña que también son protagonistas en otras provincias del Perú, así como a los pescados y mariscos que suelen presentarse en cebiche, sudados, fritos, en guisos, sopas, rellenos, entre otros tipos de preparación.
Otras preparaciones que suelen deleitar a los comensales son el “meneado de pavo”, un guiso elaborado a base de pavo (aunque también se puede utilizar carne de pollo o pato) aliñado con ají panca, maíz blanco molido y cocinado con manteca de cerdo. Va acompañado de yucas sancochadas. Debe su singular nombre a que es preparado en grandes ollas, en las que se tiene que mover (“menear”) constantemente hasta que tome sabor, color, aroma y consistencia.
También destaca la “sopa supana”, una tradicional sopa elaborada con menudencia de gallina y pava, presas de pavo, pan francés, huevo y aceitunas; así como el “picante de cangrejos”, preparado con cangrejos, ají panca y el ají amarillo o “escabeche”.
Y por tratarse de una provincia con amplio litoral y mar pródigo en recursos hidrobiológicos, en Barranca se puede degustar sabrosos ceviches, escabeches, parihuelas, frituras y sudados a base de diversos tipos de pescado y mariscos.
La travesía gastronómica culmina con postres que atrapan a los paladares más exigentes, como los “alfeñiques” o "melcocha", dulce tradicional y de rústica elaboración, que consiste en una masa elaborada con miel de caña de azúcar, mezclado con jugo de naranja y de limón. Al final se le agrega trozos de maní.
A este abanderado de los dulces en Barranca se suman los buñuelos, los alfajores, los turrones, los higos rellenos, entre otros.
Esta maravillosa oferta gastronómica se acompaña con tradicionales bebidas como la chicha de maíz en sus diversas variaciones, así como con vinos y pisco, el patriótico destilado de bandera oriundo del Perú.
Huaura
Quienes desean disfrutar de un ambiente pletórico de belleza natural pueden visitar la Reserva Nacional de Lachay, un área natural protegida que constituye un pequeño paraíso ubicado a 105 kilómetros al norte de Lima, en la provincia de Huaura, y ocupa un área de 5,070 hectáreas en medio de la franja desértica costera. Las lomas son un refugio para la variada fauna de la costa del Perú y una muestra representativa de la exuberante vegetación de las lomas costeras.
Este frágil ecosistema es único y su protección hace posible que se conserve una muestra representativa de las lomas costeras y fomenta el aprovechamiento racional de estos recursos. La Reserva ofrece la posibilidad de pernoctar en sus instalaciones y de pasar un día agradable pues presenta la infraestructura para albergar a los visitantes (mesas, parrillas, servicios higiénicos, parqueo y otros).
En el kilómetro 150 de la Panamericana Norte, se ubica el distrito de Santa María, en la provincia de Huaura. El lugar es un extenso paraíso natural, de frondosos bosques, majestuosos humedales, así como una reconocida y envidiable gastronomía, que conviven con el misterio de los curanderos ancestrales, y el fervor religioso de su gente.
Santa María posee un microclima incontrastable, enclavada en la margen izquierda del río Huaura, de quien toma sus aguas para irrigar su fértil tierra. Es un lugar propicio para el descanso, de amplios parajes sin ruidos y hermosos paisajes donde el color verde es predominante, con todavía algunas casonas levantadas de adobe y carrizo que acoge en su mayoría a gente sencilla y trabajadora.
La gastronomía en esta provincia enamorará a los turistas con platos emblemáticos como el ceviche de pato, arroz con pato, sopa huachana, charquicán de anchoveta, desayuno huachano, alfajores y dulces de Sayán, entre otros potajes sabrosos.
Si Alemania ostenta su célebre “salchicha de Frankfurt”, el Perú tiene en la “salchicha huachana” a uno de sus embajadores gastronómicos que cautivan paladares en desayunos, almuerzos y cenas. La salchicha huachana se prepara con carne de cerdo molida, grasa de cerdo, zumo de naranja agria y condimentos (pimienta molida, comino, sal, ajo molido, achiote rojo y amarillo). Una vez mezclados estos ingredientes se envuelven en tripa natural de cerdo debidamente limpia.
Cajatambo
La provincia de Cajatambo, ubicada al noreste de Lima y en las nacientes de la Cordillera Blanca, brinda la oportunidad de conocer o volver a visitar el nevado de Yerupajá, la laguna de Viconga, el nevado Shirishanca, el sitio arqueológico de Chiraumarca, así como la zona reservada en la cordillera de Huayhuash.
Quienes lleguen a esta provincia podrán degustar el pari o sopa a la piedra, la huatia de Calabaza, el picante de cuy, la pachamanca, entre otros platos tradicionales elaborados con insumos de la zona.
Oyón
Entre los atractivos turísticos de la bella provincia de Oyón podemos mencionar al nevado Santa Rosa, que se encuentra formando parte de la cordillera de Raura, hacia el norte de Oyón. Tiene una altura de 5,150 metros. También destacan la laguna Surasaca, que forma parte de diferentes circuitos de caminata a campo traviesa o trekking por la cordillera Raura.
El complejo arqueológico de Yarosh es una ciudadela preincaica en la que destaca una plazoleta principal que alcanza cerca de cuatro kilómetros.
El termalismo en Oyón tiene como máximos exponentes a los baños termales de Churín, ubicados en el distrito de Pachangara. En el sitio se reconocen los baños denominados “de la Juventud”, “de los novios”, “del Señor de los Milagros”, “de Mama Warmi”, “de Santa Rosa”, entre otros. Estos ayudan a combatir enfermedades de la piel, hepáticas, respiratorias, nerviosas, renales y reumáticas.
Asimismo, resaltan los baños termales de Tingo, localizados en el distrito de Andajes. Las aguas de estas fuentes termales varían entre los 32°C y 36°C.
En Oyón existen además otros atractivos turísticos como el Camino Inca, los complejos arqueológicos de Quillawaca, de Marca Marca, de Gallán, entre otros.
(FIN) LZD/MAO
También en Andina:
Publicado: 15/11/2024