“En la UNI estamos desarrollando estaciones de carga rápida, con tan solo 20 minutos se recarga la batería del vehículo eléctrico. Si bien en el Perú existen electrolineras, pero estas son estaciones de carga lenta, donde los vehículos pueden pasar hasta cuatro horas para cargar sus baterías”, explica el doctor Arturo Talledo, físico de profesión.
El proyecto se encuentra en la etapa final y
en las próximas semanas llegará un vehículo eléctrico traído desde Alemania para realizar las primeras pruebas y validar el prototipo de estación de recarga fabricado por la UNI en
el primer laboratorio de electromovilidad del país.
"El laboratorio fue financiado por Fondecyt (hoy ProCiencia) y se trata del primer laboratorio peruano de electromovilidad para fines de capacitación e investigación en manufactura avanzada de estaciones de recarga rápida de vehículos eléctricos", señaló en una entrevista pasada el ingeniero electrónico Damián Sal y Rosas Celi, investigador principal de la UNI.
El proyecto también es uno de los ganadores del Concurso de Proyectos de Investigación Formativa Especial 2022 de la UNI, logrando acceder a un fondo de financiamiento de 150 mil soles.
Sin embargo, una de las principales demoras para los investigadores -señala Talledo- es realizar compras en el extranjero utilizando dinero del Estado.
“Comprar materiales para la investigación del extranjero es muy complicado y una de las dificultades es la autorización del Ministerio de Economía y Finanzas. Hay varias etapas que seguir, que toman mucho tiempo, por eso la investigación en las universidades públicas es lenta y en parte es por la demora en los procesos de compra”, enfatiza el vicerrector Talledo y pide menos burocratización para continuar impulsando más proyectos tecnológicos.
En paralelo al desarrollo de las electrolineras, los ingenieros de UNI están formándose para aprender a fabricar baterías de litio y diseñar motores para vehículos eléctricos. Ambas iniciativas todavía están en fase inicial.
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El siguiente proyecto por el que viene apostando la UNI es
la producción de hidrógeno verde - producir hidrógeno a partir del agua por electrólisis - es un combustible limpio, sostenible y con un índice de contaminación cero.
“Para este año, queremos producir hidrógeno verde en pocas cantidades como para hacer funcionar cocinas domésticas. El segundo paso es tener el próximo año una planta piloto para producir a nivel semi industrial hidrógeno verde, unos 30 metros cúbicos por hora y así abastecer algunos vehículos para movilidad interna”, detalla Talledo.
En un futuro, la meta es
producir hidrógeno verde para exportación -agrega el vicerrector de la UNI- y eso tomará 10 años aproximadamente, tiempo que será provechoso para formar cientos de profesionales en esta especialidad. Para lograrlo ya están en conversaciones con empresas transnacionales que invertirán con capital en la construcción de la planta industrial de hidrógeno verde en el Perú.
“Queremos mostrar con ejemplos prácticos y tangibles que sí se puede desarrollar tecnología con impacto en la economía de nuestro país, y así atraer fondos privados y nacionales”, concluye.
en la Agencia Andina.