La presencia del Fenómeno El Niño en el Perú viene percibiéndose a lo largo de este año y, según la Comisión Multisectorial del Enfen, se espera que para el verano de 2024 presente una intensidad entre moderada y fuerte. Esto
nos lleva a preguntarnos ¿Cuál es la diferencia entre un evento moderado y fuerte y cómo se manifestarían ambos escenarios en nuestro país?
Según los entendidos en este tema, el impacto de
El Niño en territorio peruano se ha manifestado con tres tipos de intensidad:
leve, moderada y grave. Esta graduación refleja la modalidad de presentación de sus características climáticas:
lluvias torrenciales, desbordes de ríos, inundaciones y huaicos en la costa y sierra norte, mientras que en la sierra sur se manifestó con sequías extremas, escenarios que provocan enormes daños personales y materiales con sus consecuentes pérdidas económicas a las regiones afectadas.
Evento moderado y fuerte
Con una frecuencia cíclica de aproximadamente cuatro años, la intensidad leve de
El Niño ha significado en promedio un aumento de 10 % a 20 % de las características climatológicas normales, mientras que la
intensidad moderada corresponde a un aumento entre 20 % y 50 % de las características normalmente observables, y la
intensidad fuerte o severa corresponde a un incremento mayor del 50 % en las lluvias, las variaciones térmicas, friajes, sequías, heladas, según se observe en la región afectada.
Los diversos estudios arqueológicos realizados han descrito evidencias del fenómeno El Niño desde la época preincaica, con efectos devastadores sobre las culturas existentes, como lo evidencian sitios arqueológicos como Caral y Chan Chan, por ejemplo.
El Niño siguió manifestándose a través de los siglos durante la época Colonial y Virreinal hasta el surgimiento de la república. En los últimos 150 años se ha registrado su presencia en territorio peruano en forma intensa en nueve ocasiones y resultó catastrófico en los años 1891, 1925, 1982-1983, 1997-1998 y 2017, que motivaron el apelativo de “Meganiño”.
Impacto de El Niño
Al provocar el aumento de la temperatura superficial del mar y con ello de la atmósfera,
El Niño favorece la ocurrencia de precipitaciones abundantes e inusuales que causan desastres naturales tales como desborde de ríos, inundaciones, huaicos y otros movimientos de masa que devastan diversos espacios del país con impactos negativos en la agricultura, la pesca, la vivienda, las carreteras y caminos, los servicios públicos y, sobre todo, la
salud de la población afectada.
En el ámbito de la salud, como consecuencia del impacto de El Niño se incrementan los casos de infecciones respiratorias, de enfermedades diarreicas y cólera, así como de afecciones de la piel y de los ojos, y otras dolencias tales como las enfermedades transmitidas por insectos y roedores como consecuencia de las aguas servidas empozadas. También se presentan problemas de salud que requieren atención urgente por efecto directo de las condiciones climáticas, como el denominado “golpe de calor” o insolación aguda.
¿Cómo afectaría El Niño si es moderado o fuerte?
El
Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), advirtió en su más reciente informe titulado
Escenarios de riesgo por lluvias para el periodo setiembre-noviembre 2023 que
17,203 centros poblados a nivel nacional, donde viven
1 millón 446,991 personas, se encontrarían en
riesgo muy alto por
deslizamientos, flujos de detritos o huaicos, entre otros tipos de movimientos en masa ante la probabilidad de ocurrencia de un evento
El Niño. Las regiones con mayor cantidad de población expuesta a riesgo muy alto son:
Cajamarca (252,747 personas), Piura (208,228) y Huánuco (146,346).
En este mismo escenario existen 21,226 centros poblados con un nivel de riesgo alto, ubicados en el ámbito nacional. En la misma situación de riesgo se encuentran 1 millón 968,266 personas; 587,642 viviendas; 1,840 establecimientos de salud y 11,748 instituciones educativas. Los departamentos con el mayor número de población expuesta a un nivel de riesgo alto son Cajamarca (382,729 personas), Cusco (280,720 personas) y Puno (166,505), precisa el Cenepred.
Respecto a la posible ocurrencia de inundaciones, el Cenepred estima un total de 547 centros poblados que estarían expuestos a un riesgo muy alto, así como 766,602 personas, 188,960 viviendas, 462 establecimientos de salud y 1,261 instituciones educativas. Los departamentos con mayor población expuesta a riesgo muy alto por inundación son Piura (369,207 personas), Cajamarca (237,744 personas) y La Libertad (91,786).
En tanto, el nivel de riesgo alto por inundaciones, a nivel nacional, el Cenepred estima un total de 6,713 centros poblados, que comprenden un total de 4 millones 948,529 personas, 1 millón 226,873 viviendas, 2,394 establecimientos de salud y 9,983 instituciones educativas, los mismos que se encuentran distribuidos a nivel nacional. Los departamentos con mayor población expuesta a riesgo alto a inundaciones son La Libertad con (1 millón 295,736 personas), Lambayeque (1 millón 31,527) y Piura (745,748)
Los escenarios de riesgo que elabora el Cenepred --a partir de los pronósticos realizados por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi)-- tienen por objetivo informar a las instituciones competentes, especialmente a las autoridades regionales y locales, para que identifiquen las áreas con mayor riesgo en su jurisdicción, y con base en ello, priorizar su intervención, con acciones de reducción del riesgo y preparación, con el fin de evitar pérdidas por desastres.
Cenepred exhortó a las autoridades de los tres niveles de gobierno a trabajar la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) de manera integral y permanente en sus jurisdicciones y hace un llamado a la población en general a participar e involucrándose en implementar las medidas correctivas y de protección que correspondan según sea el caso.
Recomendaciones del informe técnico
El informe técnico del Cenepred propone las siguientes recomendaciones:
-La
Comisión Multisectorial del Enfen debe continuar monitoreando e informando sobre la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas y actualizando sus perspectivas sobre los eventos El Niño / La Niña, de manera frecuente.
-El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) debe continuar con la elaboración de los pronósticos de lluvias para los próximos meses, así como para los meses del próximo periodo de lluvias, especialmente de los meses de verano 2024.
-La Autoridad Nacional del Agua (ANA) debe seguir desarrollando las fichas técnicas de identificación de puntos críticos por inundación y activación de quebradas, y el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) con la identificación de zonas críticas por peligros geológicos, además de las recomendaciones de implementación de medidas estructurales para reducir los riesgos en esos lugares.
-Los resultados del estudio debe difundirse entre los gobiernos regionales y locales, con énfasis en aquellos que presentan áreas de mayor susceptibilidad a la ocurrencia de movimientos en masa e inundaciones.
-Los gobiernos regionales y locales deben priorizar sus zonas de intervención tomando como referencia los resultados de los escenarios de riesgo presentados, tanto para movimientos en masa como inundaciones. Asimismo, deben identificar las actividades para la reducción del riesgo recomendadas por la ANA y el Ingemmet, en coordinación con el Cenepred, así como de preparación y respuesta, con la finalidad de ser implementadas de manera oportuna.
(FIN) LZD/MAO
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Publicado: 20/9/2023