El último año han desencadenado muchos problemas de salud mental, especialmente en la población adulta mayor, quienes tienden a experimentar mayores episodios de depresión.
Las pérdidas de seres queridos, la presencia de enfermedades que los incapacitan o el sentimiento de ser menos útiles para la sociedad son factores que afectan su autoestima. Además, se han visto en la necesidad de permanecer aislados de sus familiares y seres queridos por un tiempo prolongado, debido a la pandemia.
De acuerdo a la Mg. Eliana Delgado Coz, psicóloga en SANNA, Clínica El Golf, la salud mental y física están estrechamente vinculadas: “La psiconeuroinmunología sustenta y explica que la inmunidad a enfermedades es potenciada y estimulada gracias al vínculo social que establece una persona con su entorno y a cómo le da significado a los estresores vividos”.
En este sentido, problemas de depresión, ansiedad, estrés, entre otros, tienen un efecto negativo en el sistema inmunológico de las personas, haciéndolos más vulnerables a contraer enfermedades o empeorando sus condiciones.
¿Qué pueden hacer para tener una buena salud mental en estos tiempos?
Para contrarrestar esto, la experta recomienda reforzar los vínculos familiares y amicales a distancia, apoyándose de la tecnología y las redes sociales. De esta forma se podrá optimizar las oportunidades del bienestar físico-emocional y evitar que el aislamiento, sumado al impacto negativo de las noticias, tengan un efecto contraproducente para su salud.
Además, se debe trabajar en conjunto con la familia o entorno cercano del adulto mayor, ya que funcionan como un soporte. ”Esto no quiere decir que el adulto mayor no pueda ser independiente, pero es importante que su círculo cercano los apoye, los haga sentir útiles, queridos y extrañados en estos tiempos difíciles”, agrega.
En el caso de aquellos que padezcan de covid-19 y deban ser hospitalizados, se recomienda trabajar con el paciente para que se sienta seguro y acompañado durante esta etapa difícil. Esto ayuda a disminuir el miedo natural que puede existir en la persona y en sus familiares, facilitando la comunicación telefónica.
“Lamentablemente, debido al riesgo de contagio, se ha restringido el acompañamiento emocional al paciente, a pesar de ser tan importante y hasta determinante para la recuperación de las personas”, comenta la psicóloga.
Por último, los adultos mayores también pueden trabajar en su propio bienestar, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable y tener una mejor calidad de vida en la tercera edad.
De acuerdo a la especialista, una buena salud mental implica que la persona conozca su cuerpo y cómo le afectan los sucesos externos, para aprender a reconocer así sus emociones y conectarse con ellas. En esta línea, pueden practicar la respiración profunda desde el diafragma, la meditación y mantener su mente y cuerpo activos.
“Un envejecimiento saludable se da mediante la buena alimentación, el ejercicio y los chequeos periódicos, pero también es importante no quedarse en el pasado y retomar o descubrir nuevos pasatiempos que los hagan sentir valiosos y capaces de seguir aportando en su entorno y la sociedad”, finaliza la experta.