El Grupo de Lima, bloque de países que cuestiona el gobierno de Nicolás Maduro, reiteró su voluntad y compromiso de brindar asistencia y protección a los venezolanos, así como apoyo a quienes permanecen en ese país.
Mediante un comunicado insistió en su solicitud de establecer mecanismos encaminados al acceso de ayuda humanitaria para atender la situación que enfrentan.
Asimismo, hizo un llamado a Venezuela para que establezca con urgencia un sistema de intercambio de informaciones epidemiológicas con los países vecinos, a fin de coordinar esfuerzos en la contención de enfermedades, especialmente en las zonas de frontera.
El
Grupo de Lima, integrado por los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía, hizo este pronunciamiento tras la declaraciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en las que señaló que en su país no hay crisis migratoria.
Ante ello el bloque advirtió que el deterioro de la situación económica, social y humanitaria en Venezuela ha provocado en los últimos dos años un incremento masivo de la migración, impactando especialmente a los países de la región.
Aunque la mayoría de los migrantes venezolanos se dirigen inicialmente hacia los países vecinos, se ha visto también un incremento importante en la migración de tránsito en estos países para llegar a otros destinos.
Las cifras oficiales arrojan que entre 2017 y 2018 migraron aproximadamente a Argentina 82,000 venezolanos; a Brasil aproximadamente 50,000; a Colombia 800,000 venezolanos; a Costa Rica unos 4,000; a Chile más de 160,000; a Guatemala 15,650; a México 65,784; a Panamá 65,415; a Paraguay 2,893; y al Perú 298,559.
Estas cifras son consistentes con las estimaciones realizadas por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y la
Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las cuales señalan, respectivamente, que entre un millón 500,000 y un millón 600,000 venezolanos abandonó su país hacia finales de 2017.
Esto, añadió el Grupo de Lima en el comunicado, ha generado una serie de retos para los países receptores en diferentes ámbitos como el humanitario y el de salud, incluyendo la desnutrición y la reaparición de enfermedades que se encontraban ya erradicadas o bajo control.
Asimismo, las capacidades para brindar servicios básicos como el acceso a la educación y protección de la niñez, entre otros, enfrentan serios desafíos.
(FIN) NDP/VVS
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Publicado: 18/5/2018