por Estefanía ChauEn una era en la que se predice la escasez de agua como si se contara un cuento de hadas y el recurso hídrico no llega a todos, existen iniciativas como los atrapanieblas, creados por la ONG Movimiento Peruanos Sin Agua para recolectar agua de la atmósfera.
Un ejemplo es el caso de Jorge Catacora de 65 años, quién decidió emprender junto a sus dos hijos en el negocio de crianza de gallinas ponedoras, hace dos años. Natural de Calaña en Tacna, inició con 300 gallinas y hoy tiene 1,000 gallinas gracias a que el Movimiento Peruanos Sin Agua colocó algunos atrapanieblas en su comunidad.
Pero no tenemos que trasladarnos muy lejos, en nuestra capital en Villa María del Triunfo, Teresa Arana, cultiva sandías y cosecha flores con
agua de atrapanieblas, estas actividades son su trabajo y sostén.
Método económico y efectivo
Una de las formas más comunes de recaudar agua ha sido a través de las nubes que terminan convirtiéndose en lluvia. Sin embargo, los atrapanieblas trabajan con la neblina, micropartículas suspendidas en el aire y un fenómeno atmosférico común en la zona sur de nuestro país, que aunque no precipite, pueden ser acumuladas y terminar transformándose en agua.
En la actualidad podría sonar algo descabellado y hasta obsoleto, pero este método lleva agua a muchos hogares del país. Existen 1500 atrapanieblas en la zona sur del Perú y cada panel capta de 200 a 400 litros diarios del líquido elemento.
Parece simple pero conlleva un estudio por profesionales en la materia que analizan la neblina y el viento, para saber qué tipo de malla van a usar en dicho lugar y cuál será la posición en que van a colocar el panel, con la finalidad de aprovechar al máximo la producción del recurso.
El Director Ejecutivo de la ONG, Jorge Poma, señala que hay dos secretos para la recaudación del agua mediante los atrapanieblas. El primero es la posición del mismo y el segundo es el tipo de malla a usar.
"En la actualidad usamos mallas tipo Raschel, son adecuadas y son económicas. Sin embargo por ser convencionales, venimos trabajando en la creación de nuestras máquinas para fabricar nuestras propias mallas con un diseño y material especial para recolectar más agua. Es importante mencionar que esos equipos trabajarán con el plástico de las botellas, así reciclamos y contribuimos con el cuidado del medio ambiente", manifestó Jorge Poma para la Agencia Andina.
Cabe resaltar que este proyecto se llevó el segundo lugar en el Desafío Google.org, concurso organizado por Google para apoyar a organizaciones sin fines de lucro, que utilicen la tecnología para generar un impacto positivo en su comunidad. Y hoy estuvieron presentes en el primer Encuentro Promoviendo una Cultura del Agua hacia el Bicentenario, organizado por Sedapal.
Hace falta conciencia
Segun la Organización Mundial de la Salud (OMS) 1.6 millones de personas mueren cada año en todo el mundo por enfermedades diarréicos, por no tener acceso a servicios de agua potable y saneamiento. El 90% son menores de 5 años.
Estudios de Unicef indican que, de seguir las prácticas actuales, el mundo enfrentará un déficit de 40 % entre la demanda proyectada y el suministro de agua disponible a fines de 2030.
La estadística es grosera, atrevida y preocupante, pero la inconsciencia de la población es igual o peor. Para Jorge Poma, se dice pero no se hace.
"No somos conscientes del cuidado del agua. Por ejemplo, en países de Europa se lavan los dientes usando un vaso. Aquí aún riegan las veredas y el jardín con agua potable, una locura", afirma.
Como estos existen mucho casos en lo que no sabemos reaprovechar este recurso hídrico que es vital y es un derecho de todos.
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(FIN) ECS/JJN
Publicado: 20/3/2018