Las altas temperaturas que registran Lima y Callao no dan tregua y están obligando a los ciudadanos a buscar distintas formas, algunas desesperadas, de refrescarse, antes de sufrir un agotamiento o un posible golpe de calor.
¿Cómo enfrentan los limeños el intenso calor?
Lima Metropolitana experimenta uno de los veranos más calurosos de los últimos años. Además de hidratarse, usar protector solar o resguardarse bajo una sombrilla, ¿qué otras medidas emplean los limeños para hacer frente a esta intensa ola de calor?
Durante un recorrido por el centro de Lima, la Agencia Andina encuestó a residentes y turistas sobre cómo están enfrentando el calor extremo, tanto de día como de noche, siendo la hidratación la respuesta predilecta.
Para mantenerse hidratados, algunos prefieren tomar agua helada, mientras que otros optan por los jugos de fruta, refrescos o gaseosas. La gran mayoría evita tomar bebidas como café, té u otras infusiones.
“En mi casa preparo muchos jugos, lo más helado posible, para poder manejar el calor. Y en el trabajo llevo mi botellón de agua fría porque, de lo contrario, es sofocante”, comenta Karina Enrique (21), de San Juan de Lurigancho.
Los encuestados también señalaron que han cambiado su alimentación por comidas frescas y ligeras, aumentado su consumo de frutas, verduras y hortalizas, ya sea crudas o en ensaladas. Las sopas calientes casi se han dejado de lado y ni se incluyen en los menús.
“Por el momento no consumo sopas, solo verduras, frutas, mucha agua y refrescos, pero que no tenga mucha azúcar porque tenemos que cuidar nuestra salud”, señaló Rosa, residente de Zárate, en también de San Juan de Lurigancho.
“En casa nos hidratamos mucho, pero que sea natural, no gaseosas. En cuanto a la comida, todo lo que sea vegetales y frutas, comida fresca, todo lo que sea proceso natural”, comentó Marita Lamburu (50).
Aire acondicionado y ventiladores
En los hogares y centros de trabajo, los limeños recurren a la tecnología moderna para mantener ambientes más frescos. El aire acondicionado y los ventiladores se convierten en grandes aliados para contrarrestar el calor sofocante.
“En el área de mi trabajo sí o sí se volvió indispensable el uso de aire acondicionado porque si no sería difícil realizar de manera normal y no tan estresada las labores cotidianas”, agregó Karina, quien se moviliza diariamente desde SJL a Surquillo en el tren eléctrico, el cual también cuenta con aire acondicionado.
“En mi casa, como está un poco cerrada, se siente un poco más el calor, así que usamos ventiladores y tenemos las ventanas abiertas”, anotó Andrés Bocanegra.
La radiación extremadamente alta también ha motivado a las personas a salir de casa con un kit de protección: bloqueador solar, sombrero de ala ancha, ropa ligera y, en algunos casos, sombrilla o abanicos.
También hay quienes, como Marita Lamburu, que tomaron la radical decisión de no salir a la calle entre las 9 a.m. y 4 p.m., a menos que suceda una emergencia, a fin de protegerse de los rayos del sol y los graves efectos que causan en la piel.
¿Cómo hacen para refrescarse durante la noche?
Sin embargo, el desafío no termina con la caída del sol. Las noches en Lima pueden ser igualmente calurosas y sofocantes, lo que dificulta conciliar el sueño y descansar adecuadamente.
“El calor está horrible y es muy húmedo, por eso creo que sofoca demasiado, me impresiona que en la noche no baja, así que estoy durmiendo destapada”, señaló Claudia, una turista chilena que quedó sorprendida por las altas temperaturas nocturnas que viene registrando la capital.
Para contrarrestar este problema, algunos optan por bañarse hasta dos veces, dormir con poca ropa y no taparse, otros prefieren mantener las ventanas abiertas o usar el ventilador para tener un ambiente más fresco.
“En la noche mínimo dos bañitos, una vez antes de cenar y la otra antes de echarme a dormir, siempre con ropita fresca y el cuarto lo más ventilado que sea posible, y claro, mi ventilador, sin eso no duermo”, añadió Enrique.
“En la noche, sinceramente, yo duermo en ropa interior porque el calor es insoportable, menos mal que duermo sola porque no podría descansar con mi pareja al lado”, declaró otra encuestada.
“Ahora me ducho con agua helada, duermo con un polito nomás y con las ventanas abiertas porque sino me muero de calor”, indicó Rosana Coronado (48), residente de Los Olivos.
En estos días extremadamente soleados y con temperaturas que superan los 30 °C, Raquel Grais Paiva, quien tiene casi 80 años, Lizardo Díaz (38) y Alberto Enrique (68) señalaron que se bañan con agua fría como mínimo tres veces al día para evitar un golpe de calor. Todos coinciden en que este verano es más caluroso que el año pasado.