La ministra del Ambiente, Kirla Echegaray, y la viceministra Lies Linares, acompañadas del equipo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) recorrieron hoy el último tramo de la Red de Caminos Inca para ingresar a la llaqta del Santuario Histórico de Machu Picchu, ubicado en Cusco.
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Mañana lunes 2 de noviembre se reabre la ruta 5 de la Red de Caminos Inca. El público podrá visitar el área natural protegida cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad.
La ministra Echegaray y la viceministra Linares también efectuaron el recorrido por el orquideario del Inkaterra Machu Picchu. La colección de orquídeas es considerada un banco de germoplasma con la habilidad de repoblar el bosque del Santuario Histórico de Machu Picchu.
Sus jardines albergan 372 especies de orquídeas nativas Flor de cerezo y en el Santuario Histórico de Machu Picchu existen más de 400.
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En 2021 se conmemorará el 40 aniversario de creación del Santuario Histórico de Machu Picchu, situado en la provincia cusqueña de Urubamba. Esta área natural protegida fue creada el 8 de enero de 1981.
Según información del Sernanp, este espacio natural tiene una extensión de 32 592 hectáreas. El santuario presenta también un importante valor ambiental, con áreas boscosas, montañas escarpadas y picos nevados. Es una zona de interacción entre el dominio andino y el amazónico; y forma parte de una estrecha faja de transición entre ambos ecosistemas. Predomina el terreno de relieve abrupto y de laderas escarpadas.
El SHM se encuentra en una zona de características geográficas excepcionales. En él se pueden encontrar desde cumbres nevadas por encima de los 6,000 m.s.n.m., hasta la zona más húmeda y caliente del río Urubamba (que divide al santuario en dos, formando el cañón de Torontoy) por debajo de los 2,000 m.s.n.m. Su fuerte gradiente, acrecentada por el complejo sistema de vientos que propicia, crea microclimas que son fuente de una gran diversidad biológica.
El Santuario presenta vegetación tropical en la parte baja del sector oeste, en la cuenca del río Aobamba. Es un ecosistema típico de las llamadas “cejas de selva”, que toman este nombre porque constituyen el último remanente de vegetación nativa en esta área montañosa, siendo el límite superior hasta donde llega la vegetación tropical en esta parte de los Andes.
La ceja de selva presenta gran diversidad de especies de flora y fauna, que conjuntamente con los ecosistemas de montaña hacen de este territorio un lugar especial.
A esta riqueza natural excepcional se le suma la incomparable joya arqueológica de Machu Picchu, lugar que fue declarado como Patrimonio Mundial Mixto –natural y cultural– por la Unesco en 1983.
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(FIN) TMC
Publicado: 1/11/2020