Las comunidades altoandinas son las más vulnerables ante el déficit hídrico, causado por la ausencia de lluvias y el cambio climático. Enfrentar el impacto de la escasez de agua se ha convertido en un reto y una de las soluciones aplicadas es la implementación de qochas, que consiste en el rescate de una técnica ancestral para la construcción de pequeños reservorios de agua.
La iniciativa es impulsada por la Unidad Ejecutora Sierra Azul del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) que hasta la fecha ha construido 812
depósitos de agua en 14 regiones del país, favoreciendo a las comunidades campesinas de estas jurisdicciones.
Sierra Azul afirma que con estas qochas se beneficia a más de 15,160 familias de las zonas altoandinas que desarrollan la agricultura familiar, con una inversión total de 172.3 millones de soles al cierre del 2023.
En sinergia con estas acciones, mediante la asignación de fondos provenientes del Plan Con Punche Perú y con recursos propios, se llevó a cabo la construcción de 613 kilómetros de zanjas de infiltración, así como la reforestación de especies nativas en 138 hectáreas.
Las
obras de siembra y cosecha de agua ejecutadas por encima de los 4,000 metros por encima del nivel del mar, permitieron generar 414,139 jornales de empleo temporal en beneficio de la comunidad, logrando con ello dinamizar la economía de las zonas de intervención.
De acuerdo con el informe de cierre anual, los trabajos realizados lograron generar un volumen de agua almacenada de 27.6 millones de metros cúbicos para atender 7,828 hectáreas, proporcionando, de esta manera, un alivio en medio de la creciente preocupación por los fenómenos climáticos extremos.
Las 14 regiones beneficiadas fueron, Áncash, Arequipa, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, La Libertad, Lima, Moquegua, Pasco y Puno.
Atención de comunidades
La estrategia de Sierra Azul se enmarca en la necesidad urgente de abordar la vulnerabilidad de las comunidades de menores ingresos ante la escasez de agua, siendo uno de los mayores desafíos que enfrentan las regiones altoandinas.
La implementación de estas medidas no solo tiene como objetivo mitigar los impactos del cambio climático, sino también impulsar la economía local centrada en la agricultura familiar y la crianza de camélidos, especialmente en las comunidades identificadas en el grupo de pobreza y pobreza extrema de las zonas andinas.
La meta es continuar apoyando el desarrollo de los pequeños productores con la provisión de mejores servicios y obras de infraestructura, como la construcción de qochas, a fin de facilitar el acceso a recursos hídricos de manera eficiente y sostenible.
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(FIN) NDP/MAO
Publicado: 23/1/2024