El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) saludó y felicitó al Gobierno del Perú por haber incorporado la fortificación de arroz como una estrategia para prevenir y enfrentar la anemia.
En el contexto peruano,
la fortificación de arroz adquiere vital importancia dado que la anemia continúa siendo un problema de salud pública. El 43% de niños y niñas menores de 3 años tiene anemia, lo que afecta directamente el desarrollo físico, cognitivo y social.
Se calcula que los peruanos ingieren diariamente 140 gramos de este alimento, siendo su consumo más alto en la costa y la selva.
El arroz fortificado forma parte del Plan Nacional para la Reducción de la Anemia Materno Infantil y la Desnutrición Crónica Infantil 2017, y en el Plan Multisectorial de Lucha contra la Anemia.
Dentro del proceso de fortificación del arroz, el PMA considera como un gran avance la aprobación de las fichas técnicas de homologación de arroz fortificado por el Ministerio de Salud.
“Estas fichas técnicas son importantes ya que definen la composición y dosificación de hierro y otros micronutrientes que deberá contener el arroz. Igualmente, permitirán que las instituciones públicas y los programas sociales puedan adquirir arroz fortificado”, sostuvo Tania Goossens, representante del PMA en el Perú.
Dentro del Ministerio de Salud, el Centro de Alimentación y Nutrición (CENAN) será el órgano responsable de vigilar la calidad del arroz fortificado y que contenga los micronutrientes que están establecidos en la ficha de homologación.
Según el PMA, la política de fortificación de arroz continuará avanzando si se trabaja en alianza con los productores, los molineros y el gobierno, lo que permitirá que se asegure el consumo masivo.
Proceso de fortificación
El proceso de fortificación es simple. A partir de un procedimiento llamado extrusión, la harina de arroz se convierte en granos enriquecidos con micronutrientes, y se forman los granos de arroz fortificados.
De 100 granos de arroz, entre 1 y 3 serán fortificados, por lo que el sabor, el color y la apariencia será la misma.
En América Latina y el Caribe, Costa Rica ha tenido éxito en la reducción de la anemia gracias a una política de fortificación del arroz, que se implementa de forma articulada entre el gobierno y el sector privado.
Según la Encuesta Nacional de Nutrición costarricense, la prevalencia de anemia en niños menores de cinco años se redujo de 25.7% a 7.6% durante el periodo 1982 -2009.
De acuerdo al Consenso de Copenhague 2008, elaborado por connotados economistas y premios Nobel, la fortificación de alimentos es considerada una de las estrategias de mayor efectividad para reducir el hambre y la malnutrición en el mundo.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas salva vidas en emergencias y cambia la vida de millones de personas a través del desarrollo sostenible.
WFP trabaja en más de 80 países alrededor del mundo, alimentando a poblaciones afectadas por conflictos y desastres, y sentando las bases para un futuro mejor.
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(FIN) NDP/ART
Publicado: 15/10/2018