A un año del huaico que ocurrió en Tacna al activarse la Quebrada del Diablo, en el distrito tacneño del Alto de la Alianza, y que dejó graves daños personales y materiales, el presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, exhorta a las gobiernos regionales y locales apoyar la realización de los estudios que conllevarán a alertar y proteger a la población ante este tipo de eventos naturales.
El experto explicó que el IGP quiso intervenir, pero debido a la pandemia por el covid-19 no quedó fondos necesarios y al final el liderazgo lo asumió el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenpred), que presentó un plan de trabajo en los meses de setiembre u octubre del 2020, pero no se pudo avanzar porque no hubo respuesta del gobierno regional, porque esperan la ayuda del Estado, a través de dicha institución.
“El IGP iba a participar en las investigaciones efectuando los estudios de suelos y tratar de ver la presencia de unas barreras que el Cenepred quería instalar. Nosotros también queremos movilizarnos pero no hay presupuesto y siempre lo hacemos en base a las coordinaciones con la municipalidad”, puntualizó Tavera a la Agencia Andina.
Por consiguiente, únicamente se avanzó en las coordinaciones con el Cenepred y gobierno regionales; pues la pandemia no permite actuar como se quisiera, acotó.
Lo que sí efectuó el IGP en el departamento de Tacna, a través de su programa de investigación de Ciencias de la Tierra Sólida (CTS) hace como 3 años–subrayó- son estudios de suelos en los distritos de Alto de la Alianza y Ciudad Nueva, en la provincia de Tacna, que están muy cercanos a la zona donde se produjo la inundación el 22 de febrero del 2020, es decir próximos al cauce del huaico en la Quebrada del diablo.
“Los resultados son claros, dichos distritos se han levantado sobre materiales muy inestables, básicamente arena, por los vientos que lleva la arena del mar, y además por deposiciones que se han hecho años atrás. Cuando en Tacna se sacaba bastante choros, machas; las conchas se echaban allí y han formado suelos calcáreos y sobre eso se han levantado gran parte de estos distritos”, precisó.
Por ello, mencionó, cuando ocurrió el terremoto en el 2001 en Ciudad Nueva, prácticamente las casas de dos pisos colapsaron, pues el primer piso desapareció.
Tavera agregó que el tema es que no hay una planificación acertada para el crecimiento de las ciudades, las cuales crecen en base a las invasiones y con las normativas poco se puede hacer porque cuando se quieren aplicar saltan los derechos de la población. Como hay un problema socioeoconómico, las familias e construyen como pueden y en el espacio que puedan, anotó.
Asimismo, refirió que en el interior del país casi la gran cantidad de ciudades, áreas urbanas, se han levantado en suelos planos, que son antiguos deslizamientos que han aplanado la parte baja de la cuenca. “Entonces es cuestión de tiempo que esas quebradas que pueden ser consideradas secas, en algún momento con una lluvia extrema pueden reactivarse y generar daños”, advirtió.
“Cada quebraba en la zona es de alto riesgo, como en la quebrada de Chosica, cuanto más pendiente tenga es peor, porque la velocidad de los flujos es más rápida y la población sigue avanzando quebrada arriba. No siempre las lluvias se presentan igual todos los años, hay lluvias extremas que se dan cada 20, 30, 40 años y durante ese tiempo se acumulan polvo, sedimentos y cuando viene el huaico se lleva todo”, expresó el presidente del IGP.
El huaico en Tacna dejó cuatro fallecidos, tres mil damnificados y alrededor de 300 viviendas dañadas.
También lea:
Sistema de alerta temprana de huaico inminente
Tavera remarcó que el IGP desarrolló una tecnología no muy costosa para establecer sistemas de alerta temprana de huaico inminente. “Los huaicos se desarrollan a cierta distancia de las áreas urbanas y alturas, donde tocan los sensores y dependiendo de las distancias nos avisan con 10, 15 minutos de anticipación de la ocurrencia de este evento… este sistema igualmente lo hemos tratado de difundir de muchas maneras, pero obviamente no hay interés de los gobierno regionales y locales para implementarla en sus respectivas jurisdicciones pese a ofrecimientos, incluso públicos, mediante los medios de comunicación.
Resaltó que desde hace cuatro años tienen operativo al cien por ciento dicho sistema en la quebrada río Seco, quebrada Huaycoloro, en Jicamarca, Lima, y recordó que antes que llegue el huaico del 2017 que afectó a Lima, se pudo dar una alerta segura a Sedapal para que cierre sus compuertas y la capital no sufra el desabastecimiento de agua potable.
En ese sentido, sostuvo que se ha coordinado la firma de un convenio con la comunidad de Jicamarca para colocar los sistemas de alerta en sus áreas urbanas. “Y este año estamos empezando a coordinar para hacer un estudio topográfico de la cuenca alta del río Rimac y esperamos que las autoridades de la zona nos apoyen para que puedan tener un sistema de alerta. Se trata de sistemas electrónicos muy buenos con costos bajos y cualquier municipalidad puede asumirlas. El IGP brinda asesoría técnica y científica y dejamos establecido el sistema para que ellos mismo la puedan operar”, señaló.
Tavera remarcó que gracias al trabajo que el IGP lleva a cabo cuentan con el apoyo del Estado para modernizar tanto la Red Sísmica Nacional como la Red Volcánica en el ámbito nacional y actualmente están con la instalación del Sistema de Alerta de sismos.
“Pese a la pandemia, el IGP avanza con la instalación del Sistema de Alerta Temprana de Sismos a escala nacional, labor que debe estar completamente terminada a finales de diciembre. Lo importante es que el año pasado hemos ejecutado todo el presupuesto que nos han dado y este 2021 está planificado que también lo haremos pese a las circunstancias”, finalizó.
Más en Andina:
(FIN) TMC
Publicado: 21/2/2021