Beca 18: de noche sirve a las FF. AA. y de día estudia contabilidad en la universidad

El segundo momento de postulaciones de este importante beca está abierta hasta el miércoles 7 de mayo

César Flores (al centro) nació en la provincia de Pàucar del Sara Sara, Ayacucho. Foto: ANDINA/difusión.

César Flores (al centro) nació en la provincia de Pàucar del Sara Sara, Ayacucho. Foto: ANDINA/difusión.

07:53 | Lima, abr. 15.

A sus 20 años, César Flores Barrientos se ha convertido en la sorpresa académica de su numerosa familia. Aunque es el último de seis hermanos será el primero en ir a la universidad, tras ganar una de las vacantes en el reciente proceso de admisión de Beca 18. Y como si fuera poco, lo logró mientras servía en las Fuerzas Armadas y patrullaba la ciudad capital.


Nacido en la provincia de Páucar del Sara Sara, Ayacucho, su amor por la vida militar hizo que, concluido su servicio militar voluntario, se reenganchase en las Fuerzas Armadas, donde actualmente trabaja. 

“Nunca es tarde para poder estudiar y sobre todo si existe la oportunidad, hay que aprovecharla siempre. Conozco jóvenes, especialmente del servicio militar, que postulan ya con la mayoría de edad. Eso no es un impedimento para continuar con los estudios”, comentó a la Agencia Andina.


El Programa Beca 18 del Pronabec cuenta con diversas modalidades de postulación: Beca 18 Ordinaria, Beca Educación Intercultural Bilingüe (EIB), Beca Protección, Beca Repared, Beca Comunidad Nativa Amazónica (CNA) o una Población Afroperuana (PA), Beca Vraem, Beca Huallaga y  Beca FF. AA.

César, quien pertenece a la promoción Julio 2022, es uno de los valerosos soldados que de forma anónima llevan a cabo patrullaje preventivo durante las noches en Lima Metropolitana, como parte del estado de emergencia decretado por el Gobierno para luchar contra la inseguridad ciudadana. 


“Realizo patrullaje en las noches, en el tercer turno a partir de las seis de la tarde, alternando en las zonas de terminal Soyuz, en Gamarra y el terminal Yerbateros, en San Luis”, detalla.

Me felicitaron en el camión portatropas 


Se enteró de que había ganado Beca 18 mientras cerraba su turno de patrullaje.

“Justo ese día me tocaba el servicio de madrugada y ya nos veníamos replegando en el portatropas de mi unidad. Cuando pasaban las doce de la noche ingreso a la página y veo mi nombre en la lista de seleccionados. Mientras estábamos en el carro, a toda velocidad, mis compañeros me abrazaron, me felicitaron ahí mismo, dentro del carro”, relata emocionado. 


Tras esa primera emoción llamó inmediatamente a su mamá, quien se encuentra en provincia. “La desperté, se levantó con sueño y entre lágrimas me felicitó. Soy el primer hijo, de todos mis hermanos, que accede a la universidad”, comenta orgulloso. 

Los números siempre fueron su fuerte en el colegio y esta vez resultaron ser su llave maestra para destacar en el puntaje general de postulantes.  


“Cuando ingresé al ejército y trabajé con un técnico de la rama de contabilidad, descubrí mi vocación. El hecho de ganar la beca me pone muy contento, ya que me permite tener educación superior en una universidad privada”. 

“Nunca se desanimen”


A los jóvenes como él, que pertenecen a las Fuerzas Armadas, los anima a indagar sobre las diferentes opciones de estudios que se ofrecen para ellos, entre los que destaca Beca 18.  


“Muchos soldados que sirven a nuestra Patria desconocen el tema y simplemente pasan de largo. Yo los animo porque nunca es tarde para empezar los estudios. Incluso jóvenes con 19 años pueden postular a esta beca. Deben informarse para que puedan ingresar como yo lo hice”. 

Afirma que si bien su carrera hacia el éxito demandó mayores sacrificios, porque ya trabajaba, siempre hay espacio para la preparación académica. 


“Hay tiempos libres y tiempos muertos, esos momentos debemos aprovecharlos para estudiar, leer un libro, repasar ciertos temas”.

Además de agradecer a su familia por el constante apoyo emocional que le brindaron durante su época de postulación, César destaca el respaldo permanente de su jefe de compañía, el capitán Carlos Antayhua Luján, y al comandante de su unidad, el coronel Ruddy Rafael Ramírez Soto. 


“Se me vienen a la mente las noches de patrulla, dando seguridad a las zonas de emergencia, compartiendo siempre gratos momentos con compañeros del trabajo, con los jefes, los subalternos y superiores. También recuerdo las noches en vela, los días de madrugada, el esfuerzo físico y también el cansancio que acompaña nuestras labores”, rememora.  

Ahora se encuentra en sus primeras semanas de clases de contabilidad en la Universidad Privada de Ciencias Aplicadas (UPC), sede Chorrillos, adonde va por las mañanas. Por el estado de emergencia sus labores de patrullaje se inician en el tercer turno, a partir de las 18:00 horas.


Su vínculo con las Fuerzas Armadas es fuerte como el acero. Sueña con terminar la carrera, obtener el título, conseguir experiencia laboral y asimilarse nuevamente al Ejército como un oficial.

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(FIN) KGR
GRM

Publicado: 15/4/2025