La palta es beneficiosa por donde se le mire. Es un fruto que conquista paladares en el planeta gracias a su cremoso y muy agradable sabor que acompaña perfectamente cualquier preparación. Pero también es apreciada por sus ingentes bondades nutricionales que la convierten en un superalimento, del cual el Perú es un gran productor y uno de los principales exportadores mundiales.
Entre los principales nutrientes de la palta destacan las
vitaminas D y E, así como ácido oleico, carotenoides, polifenoles y luteína, compuestos asociados a una fuerte actividad antioxidante que combate la acción de los radicales libres que afectan a las células del organismo y favorecen la aparición de diversas enfermedades.
La palta también aporta vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina) y B9 o ácido fólico que evita malformaciones durante el embarazo y la lactancia. El omega 3 que contiene la palta cuida el sistema cardiovascular, lo que contribuye a evitar infartos cardiacos y cerebrales.
Asimismo, la palta tiene potasio y es fuente de energía y de grasas saludables. Su contenido en magnesio favorece al funcionamiento del sistema nervioso y muscular, así como a regula los niveles de glucosa en la sangre, por lo que es un aliado para prevenir la diabetes y controlar esta enfermedad.
También posee calcio, hierro y zinc, minerales fundamentales para el óptimo funcionamiento del organismo y, sobre todo, del
sistema inmune.
Tipos de palta
Aunque existen muchas variedades de palta, las que se cultivan principalmente en el Perú son la palta Fuerte y la palta Hass, esta última de gran demanda en el mercado agroexportador y la más producida en nuestro país.
Mientras la palta fuerte presenta una cáscara delgada de color verde y pepa más grande, la palta Hass se caracteriza por su cáscara gruesa de color verde oscuro, lo que le confiere mayor durabilidad y facilita su transporte. Además, su semilla pequeña permite aprovechar mayor cantidad de pulpa. Su textura es más cremosa y por ello es preferida para la preparación de potajes peruanos emblemáticos como la palta rellena, la causa rellena y todo tipo de ensaladas.
Versatilidad
La palta es uno de los frutos más versátiles, lo que permite su aprovechamiento por la industria alimentaria mediante la producción de pulpa congelada, aceite, snacks; además, es cada vez más requerida por la industria cosmética para la producción de champú, jabones de tocador, cremas para la piel y el cabello, entre otros productos.
Temporada de cosecha
Si bien se siembra casi todo el año, la temporada de cosecha de la palta empieza en mayo y finaliza en setiembre, lo que permite abastecer el mercado interno y exportador.
Regiones productoras
Las principales zonas productoras de palta están en la Costa, los valles interandinos y la selva alta, principalmente en los departamentos de Áncash, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Piura, Lima y San Martín.
Exportación
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) informó que, pese la pandemia del covid-19, las exportaciones de palta durante el 2020 alcanzaron las 409,022 toneladas, superando en 30 % a la campaña 2019 y llegando a 34 mercados internacionales.
En cuanto a este año, el Midagri indicó que las
agroexportaciones no tradicionales en abril totalizaron 513 millones de dólares. Lidera este ranking las paltas frescas con una participación de 28 %; luego se ubican y a bastante distancia los espárragos frescos (4.1 %) y mangos congelados (3,8 %).
Los principales mercados internacionales de destino de esta cotizada fruta son Holanda, España, Chile, Estados Unidos e Inglaterra, los cuales registran el 83 % de las exportaciones totales de palta peruana al mundo, donde gracias a su gran calidad y sabor han conquistado el paladar de los consumidores.
Certificación sanitaria
De acuerdo con el registro del Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa), el año pasado se certificaron 31,145 hectáreas situadas principalmente en las regiones Piura, Lambayeque, La Libertad, Áncash, Lima, Ica, Arequipa, Moquegua, Tacna, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y Cusco.
Estos logros obtenidos con la exportación de palta a mercados internacionales se deben al arduo trabajo de los pequeños productores de la Agricultura Familiar, que ponen su mayor esfuerzo para mantener sus campos con muy bajas poblaciones de plagas.
Con ese fin, el trabajo del Senasa se hace presente para garantizar el cumplimiento de los protocolos fitosanitarios que el país ha suscrito con importadores tan exigentes de China, Japón, Corea del Sur, Estados Unidos, además de los países de la Unión Europea.
En relación con la certificación de los lugares de producción, el Senasa tiene como objetivo garantizar que el agricultor realice las labores de control de plagas para asegurar que las frutas destinadas a exportación no representen riesgo sanitario o fitosanitario para el país importador. Para eso, la entidad supervisora asigna un código único al productor.
Trazabilidad de la palta
Actualmente, el Perú tiene un sistema de certificación sanitaria y fitosanitaria muy desarrollado, técnicamente sólido, reconocido por muchos países que envían profesionales para auditar los sistemas del Senasa. Uno de los componentes importantes de este método es la trazabilidad de la fruta de exportación.
Asimismo, el país está preparado para demostrar la trazabilidad de la fruta de exportación ante cualquier problema sanitario o fitosanitario que pueda surgir en el mercado internacional. Para eso es importante conocer y mantener la identidad de la conformación de cada envío con respecto a su lugar de producción de origen, en la cadena exportadora.
(FIN) LZD/MAO
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Publicado: 15/6/2021