Solsticio de invierno: ¿Qué es y cuándo ocurre?, ¿Qué significa para la cultura andina?

Conoce las claves de este evento astronómico y su importancia para la cultura andina

04:00 | Lima, jun. 21.

El solsticio de invierno es un evento cíclico que acontece todos los años y tiene una enorme importancia, sobre todo para la cultura andina. ¿Qué es exactamente este suceso y cuándo ocurre?, ¿Qué significado y relevancia tiene para la cultura andina de Perú y cómo se celebra?

¿Qué es el solsticio de invierno? 


El solsticio es un término que proviene del latín sol, que se refiere al astro rey o centro de nuestro sistema planetario, y sistere, que significa “permanecer quieto”. Existen dos tipos de solsticio: de verano y de invierno. A diferencia del solsticio de verano, el solsticio de invierno se caracteriza porque el sol se encuentra a la mayor distancia de nuestro planeta Tierra, generando las noches más prolongadas de todo el año.


¿Cuándo acontece?


Dependiendo de la correspondencia con el calendario, el evento del solsticio de invierno acontece entre el 21 y el 22 de diciembre todos los años, en el caso del hemisferio norte, y entre el 20 y el 21 de junio, en el caso del hemisferio sur. Esta variación es debida al desfase temporal provocado por los años bisiestos.



Significado para la cultura andina en Perú


En diversas partes del Perú, sobre todo en los Andes y en la Amazonía, el solsticio de invierno es de suma importancia y genera la celebración del Año nuevo Andino, que marca el inicio de un nuevo ciclo agrícola de siembra y cosecha. Por ello, en la cosmovisión andina es importante el agradecimiento al sol o Inti y a la madre tierra o Pachamama.


Solsticio de invierno en los Andes peruanos: Inti Raymi 


La celebración del solsticio de invierno dio lugar al Inti Raymi o Fiesta del sol, la más importante festividad de la cultura inca, instaurada por Pachacútec en el siglo XV. Se trata de una tradición religiosa-cultural que indicaba el inicio del año agrícola y en la que se rendía culto al dios sol o Inti en quechua, a fin de que favorezca las cosechas y garantice la alimentación de la población del Tahuantinsuyo o imperio incaico.


En ese entonces la festividad duraba 15 días, en los que había danzas y sacrificios de animales ofrecidos a la máxima divinidad de la civilización inca y también a la Pachamama o madre Tierra.

Para el Inti Raymi llegaban al Cusco alrededor de 50,000 personas procedentes de todos los dominios del imperio y ser parte de esta solemne celebración. 


Prohibida durante la época virreinal, pasaron alrededor de 500 años para que vuelva a celebrarse, el 24 de junio de 1944, con la escenificación por primera vez de la versión contemporánea del Inti Raymi en el actual Parque Arqueológico de Sacsayhuamán. Dicha fecha coincide con la celebración del Día del Campesino en todo el Perú.  



Año nuevo Andino en Puno


En otras regiones como Puno, para celebrar el solsticio de invierno y el Año nuevo Andino se realizan rituales de agradecimiento en los que los participantes colocan ofrendas especiales en una gran fogata, mientras el Yatiri o sabio andino que dirige la ceremonia, agradece a la madre tierra o Pachamama por los frutos recibidos en la anterior campaña agrícola, y recibe con esperanza la nueva temporada que se avecina.


Luego de la ceremonia mística, las autoridades y los asistentes comparten un desayuno preparado con papas, habas, chuño y quinua, en señal de felicidad y paz, y para que en cada uno de los hogares haya suficiente alimento.



Celebración que se remonta hasta Caral


Las investigaciones arqueológicas, físicas y astronómicas han demostrado que los antiguos pobladores de la Civilización Caral, hace cinco mil años, erigieron sus impresionantes edificios piramidales orientados hacia el sol o la luna, astros que observaron para realizar sus actividades agrícolas, como en el solsticio de invierno o el inicio del Año Nuevo Andino.


De acuerdo con las investigaciones encabezadas por la doctora Ruth Shady Solís, directora de la Zona Arqueológica Caral, Unidad Ejecutora 003 del Ministerio de Cultura, en la Ciudad Sagrada de Caral los edificios públicos piramidales Mayor, Menor y Central fueron orientados en dirección a la puesta del sol, en la fecha del Solsticio de Invierno.

Sostiene que los antiguos especialistas en astronomía de la primera civilización de América hicieron seguimiento a los movimientos del sol en los solsticios y equinoccios, y con esa información pudieron definir las fechas clave del calendario, a las que pudieron asociar actividades festivas, ceremoniales y rituales, con la participación organizada de la sociedad.


Tales conocimientos fueron aplicados, también, en la planificación urbana. La Ciudad Sagrada de Caral y otros centros urbanos contemporáneos del valle de Supe fueron diseñados con una visión holística, integrando el conocimiento astronómico, el paisaje natural, la prevención ante los fenómenos climáticos y el sistema social, agrega la arqueóloga Shady Solís.

Con el fin de transmitir este importante conocimiento a los visitantes, el cual aún continúa bajo investigación, la Zona Arqueológica Caral, creó un espacio musealizado denominado “Túnel de la Ciencia”, en el cual se ha implementado un “reloj solar analemático” proyectado sobre la maqueta de la Ciudad Sagrada, en los que se ilustra cómo habría sido la distribución de los edificios piramidales, de acuerdo con la salida u ocultamiento del sol, de la luna y otras estrellas.


Este espacio se encuentra en el centro de recepción de la Ciudad Sagrada de Caral y puede ser visitado por el público en general, para que conozcan en el propio lugar cómo se aplicaron este y otros conocimientos en ciencia y tecnología, y su trascendencia a las posteriores culturas andinas hasta el imperio inca.


(FIN) LZD/MAO


También en Andina:



Published: 6/21/2025