El estudio, elaborado por Periferia y la World Wild Fund (WWF) en alianza con la Asociación de Municipalidades del Perú (Ampe), constituye un esfuerzo inédito por compilar, analizar y comparar data sobre un primer grupo de ciudades a escala nacional: 25 ciudades capitales y 5 ciudades emergentes, con un enfoque de sostenibilidad y resiliencia.
Mapa de riesgos y alerta temprana
Otro aspecto importante del estudio es que el 92% de los distritos que conforman las 30 ciudades estudiadas tienen un Mapa de Identificación de Zonas de Alto Riesgo; en tanto que el 72.1% reporta la Identificación de las Áreas Inundables; el 43.5% ha elaborado el Plan de Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres; y el 34.7% tiene un Sistema de Alerta Temprana.
También da cuenta que solo 5 ciudades (Abancay, Cajamarca, Lima, Quillabamba y Trujillo) tienen un nivel de cumplimiento de la Política y Plan Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres mayor al 50%, de acuerdo a la meta 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas al año 2030.
La ejecución presupuestal en materia de gestión de riesgo de desastres es relativamente buena (mayor al 70% del presupuesto) solo en el 60% ciudades analizadas. “Estamos aún lejos de tener todos los instrumentos y capacidades necesarios para la gestión del riesgo a nivel urbano”, concluye el estudio.
Gobernanza y gestión ambiental
Sobre la gobernanza y gestión ambiental, el estudio sostiene que si bien todas las ciudades han institucionalizado la gestión ambiental al conformar Gerencias Ambientales o aprobar la Política Ambiental Local, solo 6 de ellas tienen un plan o agenda ambiental vigente.
“En relación a los otros instrumentos de gestión urbana y ambiental evaluados, es evidente que los instrumentos no exigidos o regulados (Plan climático, Observatorio, Plan de Movilidad Urbana) tienen un menor nivel de desarrollo en todas las ciudades”, anota la investigación.
Asimismo, afirma que si bien la mayoría tiene Plan de Desarrollo Urbano, ocurre lo contrario con los otros instrumentos de gestión territorial. Solo 14 de las 30 ciudades analizadas tienen Plan de Acondicionamiento Territorial (PAT) y 12 de 30 tienen Plan de Ordenamiento Territorial. “Cabe resaltar que la existencia de estos instrumentos no asegura su calidad ni su adecuada aplicación para la gestión del suelo y del territorio”, asevera el documento.
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(FIN) LZD/MAO