Marcapata Ccollana, comunidad ubicada en la provincia cusqueña de Quispicanchi, es la nueva estrella del Perú al ser declarada como nueva zona de agrobiodiversidad debido a su importante aporte agropecuario que destaca por su diversidad genética, mayormente de raíces y tubérculos andinos.
Marcapata Ccollana se ubica entre los 1,300 y 5,200 metros sobre el nivel del mar, en la provincia cusqueña de Quispicanchi. Tiene una extensión de 22,000 hectáreas de cultivos donde 200 familias de agricultores conservan técnicas ancestrales con 99 variedades de papa, más de 56 variedades de oca, mashua, olluco, 25 variedades de maíz y múltiples variedades de quinua, kiwicha y tarwi.
El informe del INIA afirma que la zona propuesta incluya una riqueza sociocultural que afirme el desarrollo de procesos dinámicos que favorezcan la
conservación de la agrobiodiversidad. "Esta riqueza puede expresarse a través del intercambio tradicional de semillas, participación en ferias y trabajo comunitario como la Minka o Ayni", subraya.
Sostiene, además, que Marcapata Ccollana existe "una importante diversidad cultural vigente" evidenciada en la estructura comunal ayllu que permite la gestión apropiada del territorio, así como otras prácticas y saberes relacionados a la conservación de la agrobiodiversidad como la organización comunal en el sistema Muyuy para la rotación del cultivo de papa y diversos sistemas de labranza (Chuki, T’aya, Wachu).
La comunidad está integrada por los sectores de Lacco, Ccachi cachi, Pacpaca, Marcarani, Chumpi, Huisachani, Huayllapata, Chumpipata y Racchipata, donde sus pobladores, además de desarrollar la agricultura ancestral, impulsan actividades turísticas mediante el folclor, tradiciones y gastronomía.
El paisaje de esta zona cuenta con una dedicación importante a actividades agrarias y otras compatibles con la conservación de la agrobiodiversidad, como la crianza de camélidos sudamericanos y cuyes, destacando una importante diversidad genética de alpacas.
De esta forma, Marcapata Ccollana se une a las tres zonas de agrobiodiversidad ya reconocidas por el Midagri como son los Andenes de Cuyocuyo (Puno), Parque de la Papa y Ccollasuyo (Cusco), las cuales conservan más de 3,000 variedades de cultivos nativos con técnicas ancestrales.
Con esta iniciativa el INIA-Midagri busca contribuir a mejorar las condiciones de vida de los pueblos originarios mediante el fortalecimiento y consolidación de la conservación, uso sostenible y gestión local de la agrobiodiversidad.