Todos cumplimos un rol clave en la cadena alimentaria, es por eso que el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) articula con productores, procesadores, autoridades locales y consumidores para tener alimentos, cuyo consumo a nivel nacional cumple con los estándares sanitarios de inocuidad.
Las acciones que emprende el Senasa contemplan la ejecución de escuelas de campo de agricultores, mejoramiento de mataderos municipales, identificación del ganado bovino y porcino, certificación de predios en buenas prácticas agrícolas, promoción de control biológico y capacitación a comerciantes y consumidores, entre otras.
A largo de estos años, las estrategias en materia de inocuidad alimentaria han permitido mejorar la oferta de productos inocuos, considerando que, a través del monitoreo oficial de residuos de contaminantes en alimentos en el 2011 se detectó que el 39.5 % de muestras fueron no conformes a los estándares sanitarios, en comparación al año 2022, en donde este porcentaje se redujo a un 12.1 %.
Cifras de atención
En los últimos años, se han intensificado acciones para garantizar la inocuidad en la producción de alimentos, trabajando con 78,821 productores en las escuelas de campo y logrando la cosecha de productos sanos e inocuos a nivel nacional e internacional.
Para el logro de estos resultados ha sido fundamental la participación de los gobiernos locales, así como el trabajo con 37 municipios que permitió la entrega, de forma gratuita, de 67 kits de faenamiento de bovinos y porcinos, en beneficio de más de seis millones de consumidores ubicados en 18 regiones del país.
Además, como parte de la trazabilidad de alimentos cárnicos, el Senasa identificó 3’266,926 de cabezas de ganado bovino y 3’415,715 de cerdos a través de la colocación del dispositivo de identificación oficial (DIO) tipo ‘arete’, que facilita el rastreo del origen de los alimentos desde la granja hasta la mesa.
Finalmente, para la producción de alimentos libres de residuos de plaguicidas, se atendió más de 405,839 hectáreas con controladores biológicos de plagas, principalmente a productores de la agricultura familiar.
Estas acciones estratégicas contribuyen a mejorar el desempeño de los actores de la cadena agroalimentaria con un enfoque preventivo desde la granja hasta la mesa, para garantizar el consumo de alimentos sanos y seguros.