La Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacó el compromiso y los esfuerzos del Perú para prevenir y erradicar el trabajo infantil y forzoso, dado que ello permite impulsar el trabajo decente, avanzar en la reducción de la pobreza y en la construcción de sociedades equitativas e inclusivas.
“Quiero felicitar al Perú porque no es casual que un país que tiene inmensos desafíos por delante decida ser uno de los primeros en el mundo, junto con otros 16 países, en formar parte de la
Alianza 8.7 para lograr un mundo libre de trabajo infantil y forzoso, trata de personas y otras formas de esclavitud moderna”, manifestó Philippe Vanhuynegem, director de la Oficina de la OIT para los países andinos.
Al participar en el lanzamiento de la
Alianza 8.7: hacia un país libre de trabajo infantil y forzoso, Vanhuynegem saludó que desde que asumió el compromiso de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y en particular la meta 8.7 referida a la lucha contra el trabajo infantil, el Perú ha puesto en marcha esfuerzos políticos e institucionales para concretar esos desafíos.
“Desde el 2014, con la creación de la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre del trabajo infantil, Perú ha demostrado como país fundador y pionero que tiene la firme decisión de erradicar este flagelo que afecta a la niñez”, subrayó.
Mencionó la labor articulada, a escala gubernamental, de los ministerios de Trabajo y Promoción del Empleo, de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, de Desarrollo e Inclusión Social, del Interior, de Justicia y Derechos Humanos, entre otros, para diseñar y ejecutar con éxito políticas públicas encaminadas a desterrar el trabajo infantil.
Asimismo, relievó la coordinación institucional y los avances en el ámbito normativo, como la modificación del Código Penal para tipificar e incorporar sanciones efectivas a delitos como la trata de personas y el trabajo forzoso.
También remarcó la implementación de servicios gubernamentales especializados para rescatar y atender a los menores en situación de calle, así como aquellos sometidos a trabajo forzoso por la minería y la tala ilegales o cuando son víctimas de trata de personas. Del mismo modo, remarcó el fortalecimiento de las capacidades de los operadores de justicia.
Desafíos a futuro
Vanhuynegem consideró que entre los desafíos que Perú debe afrontar en su esfuerzo por erradicar el trabajo infantil y forzoso en su territorio, se encuentra la asignación de los presupuestos sectoriales adecuados para fortalecer las intervenciones que conlleven a lograr la
meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sostuvo que sin presupuesto es difícil acelerar las acciones y cumplir los compromisos asumidos por Perú con la ciudadanía y la comunidad internacional.
El director de la Oficina de la OIT para los países andinos afirmó que otro reto importante es fortalecer el combate contra la trata de personas, flagelo que también afecta a la niñez y que ha experimentado un crecimiento en los últimos veinte años, sobre todo la trata de personas de tipo laboral-sexual.
Dijo que existe una responsabilidad como sociedad y país para mostrar mayores esfuerzos y resultados en este tema. “Además del compromiso político asumido desde hace varios años, queda por hacer a muy corto plazo la ratificación del protocolo 2014 sobre el trabajo forzoso. Hago un llamado al Congreso de la República para acelerar y finalizar este trámite administrativo para que el Perú pueda demostrar nuevamente su compromiso con la lucha contra el trabajo forzoso”, expresó.
El representante de la OIT ratificó el apoyo de esa entidad para continuar avanzando y lograr la meta 8.7 en materia de trabajo infantil.
(FIN) LZD/MAO