La región Cajamarca lidera la apuesta en grande por un modelo distinto de desarrollo basado en la conservación ambiental, en el que la naturaleza sea entendida como un socio fundamental para lograr que el cierre de brechas económicas y sociales perdure en el tiempo, sostuvo ayer el ministro del Ambiente, Gabriel Quijandría Acosta.
Fue al otorgar el reconocimiento oficial del Ministerio del Ambiente (Minam) a la región Cajamarca como una aliada de la conservación, en virtud de que en dicho departamento existen tres áreas de conservación regional establecidas en los últimos dos años.
Estos territorios protegidos se establecen principalmente para conservar la diversidad biológica de interés regional y local, y mantener la continuidad de los procesos ecológicos esenciales, así como la prestación de los servicios ambientales que de ellos deriven.
Además, pueden conservar valores asociados de interés cultural, paisajístico y científico, contribuyendo a fortalecer la identidad cultural de la población en relación a su entorno, proteger zonas de agrobiodiversidad, promover actividades compatibles con los objetivos de conservación como la educación ambiental, la investigación aplicada y el turismo sostenible, entre otras.
El ministro recordó que Cajamarca es pionera en materia de conservación ambiental, dado que cuenta con la primera área natural protegida por el Estado del Perú, el
Parque Nacional de Cutervo, creada el 20 de setiembre de 1961.
El departamento cuenta hasta la actualidad con cuatro áreas naturales protegidas de administración nacional, a cargo del Servicio Nacional de áreas Protegidas por el Estado (Sernanp), tres áreas de conservación regional, y ocho áreas de conservación privada.
“La conservación es un proceso de largo plazo y de largo aliento. Hace dos años no había áreas de conservación regional en Cajamarca. Hoy hay tres, que suman 75,000 hectáreas adicionales que están aportando al esfuerzo de conservación del país. Son áreas de conservación que son entendidas por la población local, no como una traba a su bienestar sino como algo que apoya la posibilidad de generar mejores condiciones para su desarrollo”, manifestó.
Resaltó que la creación de estas áreas de conservación regional implica más exigencias, se genera también una manera distinta de abordar la actividad productiva; pero aparecen nuevas oportunidades vinculadas, por ejemplo, al turismo vivencial y al de naturaleza.
“Es cuando podemos lograr que estas personas que están en el campo entiendan que la solución a problemas como el cambio climático, la pérdida de diversidad biológica y de los servicios ecosistémicos, así como el cierre de las brechas de bienestar pasa por la conservación. Cuando logramos eso avanzamos en la dirección correcta”, aseveró.
Consideró que Cajamarca es una región bendecida al contar con una serie de ecosistemas que son singulares y de extensión muy limitada como el páramo, que se extiende desde Centroamérica y que culmina justo en dicho departamento peruano; o como los bosques secos del Marañón. “Ambos ecosistemas son sumamente frágiles frente al cambio climático”, anotó.
Quijandría Acosta refirió que, en el territorio nacional, existen 28 áreas de conservación regional, siendo Cajamarca y Cusco los departamentos con mayor número de estas áreas naturales protegidas por el Estado. Estas áreas de conservación regional cubren en total una superficie cercana de 3 millones 500,000 hectáreas.
“Tenemos 16 regiones que ya han apostado y necesitamos que este esfuerzo siga creciendo. Necesitamos animar a más regiones para que sigan creando más áreas de conservación, en el entendido que son una inversión para un futuro que asegure el bienestar del todo”, puntualizó.
Conservar el ambiente: una filosofía de vida
Por su parte, el gobernador regional de Cajamarca, Mesías Guevara, sostuvo que la defensa del medio ambiente es, en lo personal y para su gestión, una filosofía de vida y no una bandera política. “Más que como autoridades, tenemos el deber como ciudadanos de preservar nuestra biodiversidad, nuestros recursos hídricos, geográficos y ecosistemas”, subrayó.
Remarcó que, gracias al esfuerzo conjunto del gobierno nacional y regional, con el apoyo de las fundaciones internacionales en materia ambiental “se ha puesto un granito de arena en el gran desafío que significa la preservación del ambiente.
También expresó su agradecimiento a las mujeres y hombres de las zonas rurales, a las rondas campesinas, quienes habitan en estas áreas de conservación regional. “Quiero decirles a los hermanos y hermanas de las provincias de San Ignacio, Jaén, San Marcos y Cajabamba, así como de toda la región de Cajamarca que la creación de estas áreas de conservación regional constituye también un reconocimiento a estas poblaciones de la zona rural”, expresó.
Enfatizó que la defensa del medio ambiente se da en la defensa del agua, del aire, del suelo y de la biodiversidad, y por ello se tiene que actuar con mucha responsabilidad. “Es por eso que ponemos y seguiremos poniendo nuestro empeño para conservar estas tres áreas. Vamos a hacer diversas tareas, siempre buscando el equilibrio ecológico, como el desarrollo del turismo ecológico y el turismo vivencial”, aseveró.
Mantener los corredores biológicos y gestión efectiva
A su turno, el jefe del Sernanp, Pedro Gamboa, consideró que la creación de áreas de conservación regional resulta fundamental porque se suman a las áreas naturales protegidas de alcance nacional y contribuyen a mantener los “corredores biológicos” y a ver a las áreas protegidas como paisajes de excepcional belleza.
Añadió que tras la creación de las áreas de conservación regional surge el reto de la gestión efectiva. “El establecimiento del área es el primer paso. Desde ya el compromiso del Ministerio del Ambiente y del Sernanp para colaborar con la gestión efectiva a cargo del Gobierno Regional de Cajamarca”, aseveró.
La ceremonia de reconocimiento por parte del Ministerio del Ambiente al Gobierno Regional de Cajamarca se desarrolló en el parque ecológico “Voces por el clima”, ubicado en el distrito limeño de Santiago de Surco.
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