El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) publicó hoy el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2019-2022 y aseveró que el documento tiene como objetivo reducir la pobreza y mejorar el bienestar en el país.
“Con la publicación del MMM se reafirma el compromiso del Gobierno en promover la consolidación del crecimiento económico a corto, mediano y largo plazo; garantizando un manejo prudente y responsable de las cuentas fiscales, con el objetivo de reducir la pobreza y mejorar el bienestar en el país”, destacó.
Cabe recordar que en el 2017 la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), realizada por el INEI, reveló que la tasa de pobreza se elevó un punto porcentual al pasar del 20.7% al 21.7% de la población.
Esta alza de pobreza, que significó la rebaja de las condiciones monetarias de 375,000 peruanos, fue la primera del milenio. Una rebaja en el 2018 confirmaría que el dato del 2017 fue solo un bache en la línea de reducción.
Aseveró que se trabajará, además, en acciones para dar mayor impulso a la productividad y competitividad, así como avanzar en la modernización el sector público.
Al respecto el el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, destacó que “la economía peruana se encuentra al inicio de una fase de aceleración, producto de la implementación de una política macroeconómica contracíclica y de un entorno externo favorable. En el primer semestre de 2018 el PBI creció 4.3%, la tasa más alta en nueve semestres”.
En general, señaló, la dinámica económica más favorable está asociada al fortalecimiento de la demanda interna, por la sostenida recuperación de la inversión privada (5.2% en 2018 y 7.5% en 2019) y el impulso de la inversión pública (14.0% en 2018 y 4.5% en 2019).
Consolidación fiscal
Por el lado de las finanzas públicas, las proyecciones son consistentes con las reglas fiscales y los supuestos macroeconómicos, afirmó el MEF. Así, para el 2018 se estima que el déficit fiscal alcance 3.0% del PBI, menor al de la regla (3.5% del PBI) debido a una revisión al alza de los ingresos fiscales en 0.5% del PBI para dicho año.
Dijo que a partir del 2018 se inicia el proceso de consolidación, en el cual el déficit fiscal seguirá una trayectoria de convergencia gradual hasta llegar a la regla de déficit de 1.0% del PBI en el 2021.
En el MMM 2019-2022, se ha planteado una senda de consolidación fiscal más gradual con el objetivo de: i) evitar una reducción más pronunciada del impulso fiscal en los años siguientes y ii) reforzar la credibilidad de la trayectoria de consolidación fiscal y el compromiso con la sostenibilidad fiscal.
Así, la proyección del déficit fiscal para el año 2019, 2020 y 2021 se ubicará en 2.7% del PBI, 1.9% del PBI y 1.0% del PBI, respectivamente.
Esta senda de consolidación es consistente con un nivel de la deuda pública del
Sector Público No Financiero (SPNF) que llegaría a 26.0% del PBI en el año 2022, lo que se encuentra dentro del límite establecido por la regla fiscal de deuda (30% del PBI).
El proceso de consolidación fiscal se llevará a cabo en un contexto de mayor dinamismo económico y de implementación de medidas fiscales orientadas a incrementar los ingresos permanentes y a alcanzar una mayor eficiencia del gasto público para mejorar la calidad de los servicios que brinda el Estado.
Acciones contra la evasión y elusión
En un contexto de implementación de medidas tributarias se pronostica que los ingresos fiscales aumenten de 19.0% del PBI a 20.6% del PBI entre el 2018 y el 2022.
Dichas medidas están orientadas a combatir la evasión y elusión de impuestos, principalmente, mediante la masificación del uso de comprobantes pago y libros electrónicos.
A esto se sumará la aprobación de un conjunto de medidas antielusivas que impedirán el uso de vacíos tributarios, especialmente en las operaciones con matrices o subsidiarias internacionales, y que abrirán la puerta al intercambio de información fiscal, en línea con los
estándares internacionales de la OCDE.
Exoneraciones
Asimismo, se está trabajando en medidas adicionales orientadas a revisar las exoneraciones tributarias, revisar el sistema de impuesto a la renta y fortalecer la recaudación del impuesto predial, entre otros aspectos.
La implementación de estas medidas será crucial para retornar a una menor senda de déficit sin afectar el nivel de gastos requerido para la provisión de servicios e infraestructura pública de calidad.
En ese sentido, se estima que el gasto no financiero del Gobierno General alcance 20.4% del PBI en el 2018, liderado por la inversión pública, posteriormente, moderará su crecimiento y se ubicará en 20.2% del PBI hacia 2022.
Por el lado del gasto corriente, se buscará fortalecer las capacidades del capital humano del sector público a través de la implementación de la Ley del Servicio Civil, afianzar el gasto social, y promover la eficiencia en la adquisición de bienes y servicios, mediante la modernización del sistema de abastecimiento del Estado.
Por su parte, el despliegue de la inversión en infraestructura pública se desarrollará en un contexto de implementación de cambios normativos más ágiles y eficientes en el proceso de compras y contrataciones.
Además de la optimización del funcionamiento del
Sistema Nacional de Promoción de la Inversión Privada, facilitando la contratación de Gestores de Proyectos (PMO), y del esquema de Obras por Impuestos vía mejoras en la estandarización de requisitos y reglas de juego claras y transparentes.
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(FIN) RGP/RGP
Published: 8/24/2018