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Las maravillas de Oxapampa. Un destino turístico por excelencia

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08:22 | Lima, set. 21.

Por Eduardo García

En las clases de redacción periodística, a uno le dicen que el primer párrafo de la nota no debe pasar de las cinco líneas, máximo. Pero eso es muy poco espacio para enumerar y describir las maravillas que uno encuentra en Oxapampa, destino turístico por excelencia.

La llamada Capital de la Biodiversidad Peruana tiene todo lo que un turista puede esperar de un encuentro con la naturaleza y la cultura de la selva central. Y a solo diez horas en bus, desde Lima.

Además, el paquete viene completo: clima agradable, rica gastronomía y la cortesía de sus habitantes. El portal Ytuqueplanes de Promperú muestra paquetes turísticos que lo llevan hasta esta provincia de la región Pasco, con precios para todos los bolsillos. Así que no hay excusa para quedarse en Lima.

El suplemento Lo Nuestro, del diario El Peruano, estuvo tres días en Oxapampa para visitar lugares como el bosque de nubes de Shollet, la laguna de Oconal, la cascada del León, las fincas cafetaleras de Villa Rica y el Parque Nacional Yanachaga Chemillen, donde es posible apreciar al famoso gallito de las rocas, ave representativa del Perú.  Visitamos también al pintoresco pueblito de Pozuzo, destino de la inmigración austro-alemana en el Perú.

El pueblo del cuento

Lo primero que uno de pregunta al llegar a Pozuzo es adónde se fueron Hansel y Gretel. Es inevitable: este pueblo parece sacado de las páginas del famoso cuento de los hermanos Grimm.

Todos sabemos algo de la historia de Pozuzo, marcada por la inmigración austro-alemana del siglo XIX. Pero la magia de la visita pasa por observar la fusión lograda por dos culturas, en el tiempo, para mantener el estilo y la tradición adaptados a los recursos de la región Pasco.

Esa fusión está presente en su arquitectura –casas con techos altos a dos aguas, cúpulas rojas, tejados de madera o calamina– y en su gastronomía, por medio de salchichas y albóndigas, combinadas con la rica yucas y plátano frito. Hasta el mítico orden de los alemanes está presente con calles limpias y comercios bien regulados. Por supuesto, nadie debe irse sin probar la cerveza artesanal, en sus sabores de cebada, limón y coca, a solo diez soles el chopp.

Atentos al gallito

Si de contacto con la naturaleza se trata, hay que visitar el Parque Nacional Yanachaga Chemillen, de 122,000 hectáreas, considerado uno de los refugios naturales más importantes del país, por su diversidad de formas de vida y riqueza paisajística.

 Y, claro, tenemos que ver al famoso gallito de las rocas, ave netamente peruana, cuya belleza de plumaje y canto lo ha hecho uno de los preferidos de los observadores de aves del mundo, nos dice Salomé Antezana, jefa del parque.  

Se trata de una especie mediana, unos 32 cm de largo, que presenta diferentes aspectos según el sexo del ejemplar. El macho exhibe mayor belleza que la hembra. Es de color rojo-anaranjado, con una cresta erecta de plumas sobre el pico y la frente, alas y cola negras, además de algunas plumas de color gris perla en las alas.

En contraste, la hembra posee un color marrón rojizo oscuro en su totalidad y tiene la cresta más pequeña.

Para los amantes del trekking o senderismo, en el mismo parque no deje de recorrer el Camino del Colono, una ruta corta en realidad, no más de un kilómetro, pero que desciende a las profundidades del cañón de Huancabamba, de 900 metros de alto, hasta llegar a las mismas aguas del río.

Agua

Después de un sabroso almuerzo a base de trucha, cuy o la rica cecina (carne seca), qué mejor que una visita a la laguna de Oconal, en Villa Rica, para navegar por sus tranquilas aguas y disfrutar de la diversidad de flora y fauna que habita en sus 164 hectáreas de extensión. 

Para terminar el día, una exfoliación de pies al natural:  los pequeños peces de la laguna, ávidos, retiran las células muertas de la piel.

Está demostrado: el espacio queda corto para describir la exuberante naturaleza que rodea Oxapampa. Faltan aquí el bosque de nubes de Shollet, la cascada del León y las fincas cafetaleras. Pero la invitación está hecha. Solo coja sus maletas y... ¡a viajar! 

(FIN) DOP/EGZ/MAO

Publicado: 21/9/2016