Por lo menos el 30 por ciento de los menores que han sufrido castigo físico o psicológico se inclina en el futuro por vivir al margen de la ley, se involucra en actos delictivos, exhibe conducta antisocial y abusiva, tratando de devolver lo que recibió en su niñez, advirtieron hoy expertos en salud mental.
"Cuando un pequeño es maltratado ocurren cambios a nivel cerebral que muchas veces son irreversibles. Es como si se le cambiara el chip a la persona. El cerebro está desarrollándose bien pero, de pronto, cuando la persona comienza a ser agredida se trastocan todos sus mecanismos y esta cambia y se vuelve otra", explicó a la Agencia Andina.
Pero el niño o niña maltratada que no busca la salida de la violencia y de la ilegalidad, va por el otro camino, es decir, el de la depresión, la tristeza, el aislamiento, el silencio, la vergüenza y el complejo de inferioridad, indicó el galeno.
"Muchos de ellos desarrollan tendencias suicidas y se vuelven vulnerables a enfermedades como la depresión, ansiedad y esquizofrenia, principalmente si el maltrato viene de la madre o de quien los cría desde pequeños", explicó.
El maltrato físico y humillante deviene también en un déficit en el aprendizaje, porque debido a su baja autoestima los menores agredidos son infelices y eso se nota en su desarrollo escolar.
"Podrían parecer subnormales y con algún tipo de retardo, pero no es así, lo que sucede es que tienen temor de expresar lo que piensan y son sumamente tímidos", señaló.
Vásquez saludó la aprobación de la ley que prohíbe el castigo físico y humillante contra niños, niñas y adolescentes, y aunque dijo que no contiene sanciones, todos debemos procurar que se cumpla, por el bien de nuestra niñez.
(FIN) ART/RRC
GRM
Publicado: 11/12/2015