Erick Chávez, padre de familia que golpeó hasta dejar hospitalizada a su hija adolescente tras encontrarla teniendo relaciones sexuales con su enamorado, debe recibir apoyo psicológico por la incapacidad para controlar sus emociones, recomendaron hoy especialistas.
La psicóloga Ximena Castro, de la Clínica de las Emociones, argumentó que, por el desborde emocional que tuvo, el progenitor de la menor más que ser encarcelado necesita atención profesional porque los daños emocionales a su hija y familia pueden ser graves.
"La detención policial no resuelve nada, más bien puede generar crisis y afectar en mayor medida la salud mental de la joven (de 14 años) porque no sabemos en qué condiciones se produjo la relación, si tuvo alguna presión física o emocional, y además se sumaría el cargo de culpa en ella".
La psicoterapeuta sostiene que se ha puesto en evidencia también la falta de conciencia del padre respecto a la edad de su hija, pues durante la adolescencia la sexualidad se manifiesta de forma distinta en relación a la niñez.
"No ha tenido conciencia de la realidad, tener un hijo o hija adolescente significa mirarlo de otra manera, comunicarse de forma distinta porque su sexualidad puede expresarse desde una masturbación hasta una relación coital", indicó a la agencia Andina.
No descartó que este hecho de violencia exprese, igualmente, un sentimiento de culpa que el padre tuvo por no "haber cuidado lo suficiente" a su hija, y no protegerla.
Recomendaciones
Para Ximena Castro, estos momentos dolorosos por lo que atraviesan muchas familias, puede evitarse. Primero, afirma, los padres no deben perder el sentido de realidad sobre la edad que tienen sus hijos. Por eso es importante que indaguen sobre todos los aspectos de su vida y no sólo se interesen por el lado intelectual.
Asimismo aconsejó a los progenitores conocer las emociones de sus hijos como sus miedos, rabias o paranoias para controlarlas en caso estas se desborden. De ese modo, con la comunicación y el diálogo, podrán enseñarles a sus hijos la importancia que tiene hablar en vez de gritar, manifestó.
"A los chicos no sólo se les enseña a trabajar, ser limpio u honrados. También se les instruye a pensar antes de actuar, a controlar en lugar de desfogarse, a expresar lo que piensa y siente, y a relacionarse con los demás", puntualizó.
(FIN) SMS/RRC
Publicado: 5/2/2014