Andina

La Causa un sabroso plato vinculado a la historia del Perú

Causa de anchoveta. Foto:ANDINA/Archivo/Norman Córdova

Causa de anchoveta. Foto:ANDINA/Archivo/Norman Córdova

09:57 | Lima, may. 15 (ANDINA).

La papa es oriunda del Perú y en todo el país se cultiva en más de tres mil variedades. Así, es imposible no encontrarla en la mesa de los peruanos, que la preparan en mil y una formas. La papa acompaña a la mayoría de platillos, fríos o calientes.

Es una magnífica guarnición, pues, además de deliciosa y nutritiva, se amolda al gusto de todos los comensales. Sin embargo, uno de los platos más exquisitos y originales que se puede preparar con ella –y que forma parte, además, de nuestra historia de independencia– es la causa.

Papa amarilla prensada, ají amarillo molido y jugo de limón dan vida a la causa, una masa suave y sabrosa, que puede rellenarse al gusto del cocinero y que forma parte de la elite de los potajes peruanos. Las amas de casa y los chefs más renombrados se sienten artistas cuando la preparan.

Agregando a la pasta una diversidad de ingredientes de formas, colores y sabores distintos, se puede hacer de la causa una verdadera obra de arte. Hay quienes atribuyen el origen de la causa a los incas, pues aseguran que proviene del vocablo quechua "kausaq", como denominaban a la papa, que significa sustento para la vida.

Los antiguos peruanos preparaban el "rokro" o "ruxru" a base de "kausaq" o papa sancochada, mezclada con ají. Se dice que esta preparación tomó después el nombre de “causa”.

LA CAUSA DE LA PATRIA
Otras versiones aseguran que la causa fue protagonista de la historia del Perú en dos momentos distintos e importantes. Adolfo Perret, de Punta Sal, y Óscar Bustamante, de Mi Causa, coinciden en que el origen de esta delicia se remonta a la época de la Guerra del Pacífico, por 1879.

En pleno conflicto –relatan–, mucha gente recolectó insumos para ayudar a solventar los gastos de la campaña. Las mujeres también participaban y, en esos afanes, aprovecharon la gran cantidad de papa existente. A una de ellas se le ocurrió sancochar y prensar la papa, mezclarla con aceite, ají molido, gotas de limón, sal y pimienta.

La amasó para incorporar mejor los ingredientes y descubrió después que podía moldearla para venderla y reunir fondos. De inmediato, corrió la voz y empezó su venta con el pregón: “Para la causa, para la causa”. Así, el platillo se quedó con el nombre de causa. Con el paso del tiempo, su fama se extendió y se transformó de acuerdo con los gustos regionales. Sabor exterior - En Lima, existe un rinconcito que vale la pena visitar.

Se trata de Mi Causa, ideal para saborearla en más de 40 versiones. Su creador, Óscar Bustamante, la ofrece incluso fusionada con platos internacionales.

DOP
Publicado: 15/5/2008