En una megaoperación conjunta realizada esta madrugada en varios distritos de Lima y Callao, la Policía y la Fiscalía desarticularon la organización criminal los Babys de Oquendo y detuvieron a 58 integrantes de dicha banda, dedicada al sicariato, extorsión y tráfico de terrenos, informó hoy el ministro del Interior, Carlos Basombrío.
El titular del Interior detalló que entre los detenidos en esta operación, que se realizó de manera simultánea en el fundo Oquendo, en el Callao, en San Martín de Porres, Puente Piedra, Los Olivos y hasta en Tumbes, se encuentran 21 agentes policiales.
Detalló que en esta megaoperación han participado 1,200 policías y 70 fiscales interviniendo más de 40 inmuebles de manera simultánea en los distritos mencionados.
Por su parte, el director general de la Policía Nacional, general PNP Vicente Romero, detalló que los policías detenidos pertenecían a las direcciones de Investigación Criminal y de Inteligencia de la Policía. "Se está limpiando la casa, aquellos policías que cruzan la línea los tratamos como debe ser", manifestó.
Los Babys de Oquendo estaba compuesta por los fundadores y remanentes de las sanguinarias bandas delictivas Los Destructores y Los Injertos del Fundo Oquendo.
Estas alcanzaron una temible fama a lo largo de la década del 90, luego de perpetrar sonados asaltos con fusiles de guerra, secuestros de empresarios a los que torturaban y asesinatos de personal policial o militar con la finalidad de robarles sus armamentos.
En la actualidad, sin embargo, se había concentrado en el auge de la construcción de obras públicas y privadas, como una forma menos peligrosa y arriesgada de obtener grandes cantidades de dinero. El foco de sus actividades ilícitas en la capital eran los distritos de Los Olivos, San Martín de Porres, Puente Piedra (Zapallal) y Carabayllo. En el Callao, por otro lado, se extendían por Ventanilla y la zona de Oquendo.
De acuerdo con las investigaciones policiales, “Los Babys de Oquendo” captaban a delincuentes prontuariados o ex presidarios para alimentar un falso sindicato o gremio de construcción civil. Bajo esa fachada, venían extorsionando con impunidad o exigiendo pagos por “seguridad” o “chalequeo” a diferentes empresas de transportes, fábricas y compañías ubicadas en su zona de dominio.
Asimismo, se valían de funcionarios corruptos con los que se coludían para apropiarse ilícitamente de grandes extensiones de terrenos, aprovechándose también de la inacción y la no habitabilidad de los predios. El objetivo era comercializarlos a terceros.
(FIN) LIT/RRC
GRM
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