El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), a través de Plan Copesco Nacional, anunció el inicio de los trabajos para la ejecución de la obra: “Mejoramiento y creación de los servicios turísticos públicos del Camposanto de Yungay”, ubicado en la provincia de Yungay, región Áncash.
El Plan Copesco Nacional resaltó que durante el diseño de esta importante obra se consideró la cosmovisión y el significado que el camposanto tiene para la población de la provincia de Yungay, el cual cuenta con una inversión 13.2 millones de soles y que, a su vez, proyecta beneficiar a más de 101,000 turistas nacionales y extranjeros que visitan esta hermosa localidad.
La ceremonia de colocación de primera piedra que dio inicio a la implementación de dicha obra, contó con la participación del alcalde provincial de Yungay, Enrique Chávez Vara; el director ejecutivo de Plan Copesco Nacional, José Vidal Fernández; y la directora regional de Turismo de Áncash, Narda Chávez Principe, entre otras autoridades.
“Estamos muy complacidos en comenzar esta gran obra que busca revalorar la herencia histórica y cultural del pueblo de Yungay. Asimismo, queremos resaltar el trabajo responsable y articulado con diferentes actores como la Municipalidad Provincial de Yungay, el Plan Copesco Nacional y el despacho de la congresista por la región Áncash, María Melgarejo Páucar “, remarcó el director ejecutivo de Plan Copesco Nacional, José Vidal Fernández.
Explicó que esta importante obra, que cuenta con un expediente técnico aprobado, con la conformidad técnica del municipio de Yungay y fue admitido en última instancia por el Plan Copesco Nacional, contempla la implementación de diversas infraestructuras.
Se trata de la instalación de un Centro de Interpretación, oficinas administrativas, servicios generales-maestranza, área para exposición de muestras artesanales, módulo de información y orientación al turista, mirador con sendero y estacionamiento.
El Camposanto de Yungay guarda en su memoria a los compatriotas que desaparecieron y quedaron sepultados por el gigantesco alud en mayo de 1970, convirtiéndose en una de las expresiones históricas y culturales más importantes de la región Áncash.
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