El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado hoy a nueve años y medio de cárcel por un tribunal de primera instancia, por su implicación en la red de corrupción que operó en Petrobras, informaron fuentes oficiales.
El pago de esas coimas se habría materializado en la reserva y reforma de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo, y el pago del almacenamiento de los regalos recibidos durante su gestión (2003-2010).
El inmueble aparece en los registros como propiedad de la constructora OAS, una de las implicadas en el escándalo de Petrobras, pero según la acusación el verdadero dueño sería Lula, quien lo habría recibido en concepto de soborno, es decir, a cambio de "favores" hechos desde el poder a esa constructora.
Pese a la condena, el
exmandatario aún puede aspirar a ser candidato para las elecciones generales del 2018, lo cual solo sería impedido si la sentencia fuera ratificada en segunda instancia.
Lula aparece actualmente como el líder más valorado en las encuestas y aunque todavía no lo ha hecho oficial, manifestó en repetidas ocasiones su deseo de volver a competir en unos comicios.
Además de las causas ya abiertas, Lula puede llegar a ser investigado en otros seis procesos más, según solicitó la Corte