Luis Quequezana: A todo le pongo ritmo

Por Susana Mendoza

Su historia ganó el concurso que resaltaba los logros de peruanos que hacen realidad sus sueños. Luis Quequezana es hijo del Perú, y valora lo que el país le ha dado para crear: perseverancia y música.

Usted dice en una entrevista que ama al Perú, ¿es un amor incondicional?
-Es como amar a mis padres. Uno no escoge el país donde va a nacer ni a sus papás, pero lo ama como son. Y como a mis padres, amo al Perú por lo que me ha dado, y estoy enamorado de este país que me hizo quien soy.

¿A sus 36 años qué siente que le ha dado nuestro país?
-Me ha dado la música y mi línea de vida. Estoy aquí gracias al Perú, de él rescaté la música. Si hubiese empezado a hacer rock, tal vez sería un hobby.

Usted descubre la música andina en Huancayo, ¿le cambió la vida?
-En verdad descubro el Perú. Tenía 11 años. Y entendí que la música fue el canal de interacción con otra gente. Por eso salió el proyecto Sonidos Vivos. Aprendí con los años que si tengo algo de peruano es la terquedad, no nos rendimos así nomás. Es bien loco. Ahora la gente está orgullosa de ser peruana. En los 80 eso no ocurría, mas bien hacían cola en las embajadas para irse.

¿Sus padres influyeron en su amor por el Perú?
-Mi mamá es huanuqueña, mi papá cusqueño y yo limeño y, además, del Rímac. Hay gente que dice que busco la fusión ¡pero yo nací fusionado, lo que haga va a ser mestizo! Eso le ocurre a cualquier peruano que empiece a hacer música por la diversidad de influencia musical que recibe.

No existe música pura…
-No. Es muy difícil. Es imposible encontrar música inca, por ejemplo, porque no existen ni partituras de ella. No hay documentos, sino hipótesis que se crearon al analizar los instrumentos encontrados.

Sonidos Vivos convoca a músicos de diferentes países, ¿usted es concertador?
-Si. Es una característica personal, y no me gusta ser jefe de grupo, sino sentirme parte de él. Dirijo el proyecto y tocamos mis composiciones, pero si nos ve en vivo, observará que no hay protagonismo de nadie.

¿Qué es lo que más disfruta de la música?
-Compartirla, y eso lo aprendí en Huancayo.

¿Qué siente cuando escucha a una persona desentonada?
-Cualquier cosa desafinada, para mi es como raspar una pared. Por eso el trauma máximo que tengo es no poder cantar. Lo hago muy mal, soy terrible, no canto ni el Happy Birthday.

¿No le parece injusto?
-¡Es terrible!, ¡terrible!

¿Qué tiene la música peruana de diferente a las otras?
-Tiene diversidad, igual que la comida: costa, sierra y selva, y las tres fusionadas. En la misma costa, por ejemplo, tenemos marinera norteña y limeña; en la sierra los carnavales ayacuchanos son diferentes a los huancaínos. Toda esa pluralidad de etnias, culturas y formas de vivir es materia prima de exportación.

¿Su familia tiene tradición musical?
-Bueno, mi mamá cantaba huainos, mi papá tocaba sólo algunos acordes de la guitarra, pero le gustaba, y unos tíos abuelos arequipeños, por parte de papá, formaron el Trío Perú que tocaba música criolla.

¿Hay más hombres compositores que mujeres?
-No, mujeres hay un montón. Lo que pasa es que el propio movimiento musical no abre espacios. Pero en el rock como en la música andina la presencia femenina es fuerte. Muchos hombres componen pero pocos son buenos, en cambio las mujeres casi todas son buenísimas. Ellas abordan de manera distinta sus expresiones en la música.

¿Ser compositor le ha dado cierto atractivo frente a las mujeres?
-Uhmmm… ¡esa pregunta!... Lo que pasa es que no soy un rock star. No canto, mi música es instrumental, mi cara no es la que se vende…

¿Pero cuando conoce a una chica y le dice que es músico?
-Nunca digo que soy músico, salvo que me pregunten a qué me dedico. Lo que me ocurre es que cuando me conocen, y saben lo que hago, se sorprenden porque siempre creen que soy viejo. Me imaginaban de 70 años (Risas).

¿Le explica qué tipo de música compone?
-Es la peor pregunta que me pueden hacer porque es muy difícil para mí explicarlo. Cuando lo hago se quedan con cara de no haber entendido nada. Cuando escuchan mi música en Youtube, ahhh, así era, dicen.

O sea que hasta ahora no ha encontrado un alma gemela…
-No. Todavía no. Es un poco difícil.

¿Le da penita?
-No. He estado casado antes.

No parece, no tiene cara de atormentado…
-¿Vamos a hablar de mi vida personal?...je…

No… pero, ¿extraña un alma gemela?
-Lo que pasa es que en estos años he viajado mucho, y no es fácil construir una relación de pareja. Pero paralelamente a eso, soy una persona bastante solitaria. Me gusta mi soledad y espacio. Me gusta estar solo. Los fines de semana estoy en mi casa viendo películas. Soy un cinéfilo obsesivo. Salgo muy poco, quizás por eso no he encontrado a nadie todavía.

¿Es papá?
-Todavía no, pero me gustaría. Hay un lado biológico que me impulsa a querer serlo, pero es más fuerte desear tenerlo con una pareja y formar una familia.

¿Es necesario ser honesto para ser músico?
-Para cualquier profesión hay que ser honesto.

¿Por ser músico se ha sentido una persona especial?
-Nunca, pero a los 23 años me di cuenta, concientemente que tenía un don para la música. A esa edad tocaba varios instrumentos sin haber estudiado música.

¿Cuál fue el instrumento más difícil de aprender?
-Bueno, al piano yo le tenía mucho respeto. Lo miraba de lejos. A diferencia de los otros instrumentos que para mi eran juguetes. Un amigo me dejó su teclado en mi casa. Di mil vueltas. No, el piano es clásico, me decía. Hasta que lo conecté y empecé a transportarle las posiciones de la guitarra. Me pegué. Estuve 8 horas seguidas tocando. En una semana compuse mi primera pieza en piano. Tenía 21 años. No me había dado cuenta de lo que había hecho hasta que una novia me dijo, ¿te parece que es normal?... (Risas)…

¿Tiene ritmo para bailar?
-Si, bailo bien, no soy el súper danzarín. Me gusta la salsa, y de Rubén Blades…

¿Para todo tiene ritmo?
-Sí. A todo le pongo ritmo, cuando corro, hasta cuando como…

¿Y para hacer el amor?
-Si, también hay un ritmo que es importante… pero ese es mi secreto… (Risas).

(FIN) DOP

Publicado: 18/4/2011