Loreto es la región donde menos deforestación existe porque no está conectada a carreteras, por lo tanto, es más difícil que los colonos ingresen a su territorio, sostuvo Richard Chase Smith, director ejecutivo del Instituto del Bien Común (IBC).
“Entonces,
en este momento Loreto es la barrera, la que se mantiene más o menos bien y es la región con mayor cantidad de bosques. Probablemente tenga 65 por ciento de bosques en el Perú. Esta situación nos sugiere la importancia de trabajar con Loreto para mantener el bloqueo a la
deforestación y sanos sus bosques”, puntualizó el investigador a la
Agencia Andina.
Dentro de ese contexto, expresó que
la cifra de la deforestación en San Martín es una de los más altas y le sigue Huánuco, Ucayali y Pasco, todas regiones conectadas al resto del Perú a través de vías por donde llegan los colonos.
Por el otro lado, dijo que la gran mayoría de las comunidades nativas y ribereñas – que se localizan a lo largo de los ríos grandes- sin título se ubican en Loreto. “De las 2 mil comunidades nativas a nivel nacional, probablemente 900 están situadas en esta región porque su territorio es enorme, y podría haber 1,500 comunidades ribereñas. “Esta región es un gran reto”, enfatizó.
Smith mencionó, además, que dentro del tema de la deforestación nuestro país no está tan mal en comparación a otros países. Digamos, si el Perú tiene el 11 por ciento de los bosques amazónicos, solo alrededor del 8 por ciento presentan deforestación. Está mejor en relación a países como Brasil, Bolivia, Venezuela o Colombia, refirió.
Dentro de los factores que contribuyen a la deforestación, el director ejecutivo citó la corrupción de funcionarios que combina con el tráfico de tierras ilegal. “Parte de esta corrupción está detrás de las grandes áreas que en los últimos cuatro o cinco años algunos gobiernos regionales han concesionado a la agroindustria pera el cultivo de diversos productos como el cacao", subrayó.
Uno de los argumentos, añadió, es que en todos los casos son tierras de bosques secundarios, deforestados, lo cual no es así porque se trata de bosques originarios.
Otra de las amenazas es el derrame de petróleo, porque el oleoducto al dañarse el crudo contamina el agua y las tierras; al igual que la extracción ilegal de madera que no tiene fronteras porque no importa si la comunidad tiene títulos. Últimamente se puede hablar del intento de legalizar la expropiación, acotó.
Smith incidió en la falta de voluntad política para trabajar con las comunidades nativas, que son las que dominan el tema porque viven allí. Por ejemplo, no es posible gestionar las industrias pesqueras sin la participación de las comunidades, porque la gran mayoría de los pescadores provienen de las comunidades, es parte de su alimentación, sostuvo
En cuanto a la titulación de comunidades indígenas, indicó que hubo avances, pero a veces incompletos. El Ministerio del Ambiente no titula, sin embargo un paso adelante es que haya canalizado el dinero aportado para el cambio climático, por parte de entidades nacionales y extranjeras como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Smith presentó hoy el Atlas sobre el Noroeste de la Amazonía Peruana, una investigación muy detallada y rigurosa sobre diversos aspectos de esta parte del país. El estudio contiene datos reveladores sobre la situación de las comunidades indígenas, el problema de la titularidad de las tierras, importancia de la titulación de los pueblos indígenas, presiones, amenazas y datos sobre deforestación y carbono.
El Instituto del Bien Común (IBC) responsable de la investigación (tercera edición), cuenta además con mapas, fotografías y vídeos sobre este trabajo realizado en alianza con las propias comunidades.
(FIN) TMC
Publicado: 15/11/2017